Niña rebelde, filósofa, economista, periodista, agitadora social, amante, líder política y mártir de la revolución socialista, Rosa Luxemburgo (1871-1919) es un emblema de la lucha de clases y arquetipo para muchas mujeres, socialistas o no, de nuevas generaciones. En forma de biografía gráfica, La Rosa roja cuenta los avatares de su vida, desde la infancia en una familia judía (en una Polonia fuertemente antisemita, mucho antes del nazismo) hasta la consagración como pensadora y activista revolucionaria. Kate Evans (Montreal, 1972), escritora e ilustradora residente en el Reino Unido, es además luchadora por los derechos sociales. La Rosa roja, su anteúltimo libro, se publicó en el sello Verso Books en 2015. Gracias a Ediciones del Instituto del Pensamiento Socialista, se puede leer y disfrutar la versión al castellano. La edición argentina sigue de manera fiel el original, que contiene fragmentos nunca antes traducidos al español de la correspondencia de Luxemburgo. Evans investigó en profundidad la vida de la revolucionaria que prosiguió las hipótesis de Karl Marx hasta dar con una clave anticipatoria en La acumulación del capital, obra de 1913 donde vaticinaba los estragos de las crisis del capitalismo.

No sin dificultades la niña disidente se convirtió en una heroína de la revolución. La familia de Rosa era judía y eso entrañaba varias proscripciones: laborales, religiosas, académicas. Para completar sus estudios universitarios, Rosa Luxemburgo debió emigrar a Suiza, porque en su país las mujeres no podían hacerlo. Varias veces en la vida la autora de La crisis de la socialdemocracia debió emigrar, incluso con nombres falsos, para continuar con sus actividades. En Alemania, fundó el Partido Comunista Alemán y encabezó la revolución de 1919, por la que fue perseguida y asesinada en prisión. 

La originalidad narrativa de Evans para contar una vida que floreció en los umbrales del siglo XX es asombrosa. Apela a cartas, textos teóricos, escenas de melodrama y episodios históricos del que Rosa Luxemburgo fue protagonista; en los dibujos, aparece como testigo o protagonista, nunca como víctima de las circunstancias. Evans sigue la trayectoria intelectual y política del personaje, sin descuidar aspectos de una personalidad rica, que luchó contra una discapacidad física a la vez que enfrentó a enemigos poderosos (nada menos que el ejército de ocupación ruso en Polonia y el alemán). En una narración fluida, los textos ocupan un valor doctrinario, que se acompasa con el humor atribuido a Rosa. Una discusión sobre la plusvalía aparece representada con cucharas, cuchillos, pan y una planta de apio; las consignas del marxismo subyacen en una escena erótica con su compañero Karl Liebknecht. Las vivencias que comparte con Clara Zetkin, la gata Mimi o, de paseo al aire libre, con alguno de sus amantes operan como entreactos plácidos de una vida entregada a una pasión: combatir al “tigre desenfrenado del capitalismo, abocado a la destrucción de cualquier otra forma de vida”. 

Andrea Robles, del equipo editorial de Ediciones IPS, cuenta que las traductoras se sorprendieron al ver que, en las páginas finales del libro, Evans había dibujado unas viñetas alusivas a movimientos anticapitalistas (o antiglobalización) como Occupy Wall Street, Madres de Plaza de Mayo y Pan y Rosas, la Agrupación Internacional de Mujeres del Partido de los Trabajadores Socialistas fundada por Andrea D’Atri. Ese hallazgo las motivó a comunicarse con Evans para gestionar la cuidada edición local. “No es usual en los cómics semejante rigurosidad en la investigación, además de la belleza de los dibujos”, señala Robles. En una escena aparentemente menor, doméstica, de La Rosa roja, una joven Rosa Luxemburgo se quita el asfixiante corsé al que las mujeres estaban sometidas para embellecer la figura y agradar a los hombres. En épocas en que ese corsé ya se usa dentro del cuerpo de las personas de cualquier género, la sensibilidad privilegiada y la perspicacia política de Rosa Luxemburgo moldean la concepción una vida libertaria. Ó

La Rosa roja
Biografía gráfica sobre Rosa Luxemburg

Kate Evans

Ediciones IPS
Traducción y edición de Alejandra Crosta y Josefina Luzuriaga Martínez