Nahir Delgado, joven salteña de 16 años, fue elegida recientemente por el Cuerpo Técnico de Futsal de la AFA. Se sumó el lunes 22 de noviembre al plantel de jugadoras menores de 17 años de la Selección Argentina. Entrenará durante una semana en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La Sub-17 se inscribe dentro de un proyecto más amplio, vigente desde 2020 hasta 2025. Con el plantel que integra Nahir y otro Sub-15, la Asociación de Fútbol Argentino busca extender la práctica femenina de la disciplina a nivel nacional. El objetivo a mediano plazo es que todas esas selecciones participen en los III Juegos Sudamericanos de la Juventud. La competencia se disputará en Rosario (Santa Fe) entre el 28 de abril al 8 de mayo de 2022.
El proceso iniciado por AFA en 2020 tiene como meta a largo plazo profesionalizar jugadores y jugadoras. Sin embargo, en el mediano plazo, busca motivar a quienes ya practican la disciplina en el interior del país.
En el Oeste está el agite
Nahir vive en el barrio Bicentenario, un puñado de manzanas insertas dentro de las populosas barriadas sobre Lomas de Medeiro. Hace cuarenta años, sus vecinos comenzaron a tejer allí sentidos de pertenencia sobre terrenos ubicados al sur del actual complejo administrativo del gobierno de la provincia. Cuando el Poder Ejecutivo mudó su sede en 1987 desde el centro salteño hacia el barrio Grand Bourg, muchos ciudadanos vieron en los lotes próximos al Centro Cívico un lugar donde vivir.
Como el Bicentenario, las barriadas vecinas al hogar de Nahir se edificaron bajo la lógica de ocupación de tierras fiscales. Actualmente, a esa trama urbana le dan forma numerosas calles de tierra y contadas cuadras pavimentadas. Cada tanto, emergen espacios comunes que fueron elegidos durante aquellos años formativos donde los vecinos armaron las primeras canchas de fútbol 11. Con el paso del tiempo, iglesias o centros vecinales construyeron playones deportivos. Ya sea con aportes del Estado o fondos recaudados a través de rifas para la compra de materiales y mano de obra gratis. En cualquier caso, así construyeron los pisos de cemento que ampliaron el acceso a deportes en esos barrios: además del fútbol, fue posible el básquet; con suerte, el vóley y hoy también el futsal.
En ese contexto fue donde Nahir encontró esta versión que se juega con una pelota más pesada. “Hace tres años, una amiga me contó de un grupo de chicas que jugaban a la pelota cerca de mi barrio. Fuimos. Pensaba encontrarme con chicas jugando al fútbol 7 o 5, pero era Daniel Yonar con su escuela de futsal”. Salta/12 dialogó con ella el domingo 21, poco antes de abordar el micro que la llevó a Buenos Aires para entrenar durante hasta el sábado 27 con la Selección Sub-17 de esa disciplina.
Si un número siempre creciente de niñas, adolescentes como ella, y jóvenes lo practican regularmente sobre playones deportivos y al aire libre, el déficit de infraestructura existente surge inmediatamente con el adjetivo “salón”. El espacio donde se formó Nahir no tiene techo. Los vecinos alambran regularmente el predio, más que nada con fondos recaudados por rifas que las mismas jugadoras se encargan de vender. La joven salteña en la Selección Sub-17 nunca jugó sobre una cancha de futsal que cumpla con las medidas reglamentarias.
Nómades con pelota
El entrenador Daniel Yonar, contó a Salta/12 sus inicios por el año 2016. “Soy de Villa Los Sauces. Cuando volví a Salta, decidí enseñar futsal en los barrios donde me crié”. Actualmente es director técnico nacional y entrenador de la disciplina con títulos otorgados por la AFA. Relató el difícil derrotero que sigue hasta la actualidad.
“Comenzamos con un grupo de niñas en el barrio Costa Azul. Duramos pocos meses”. Un fin de semana, durante un partido entre dos equipos de futsal, algunos vecinos del barrio que no estaban de acuerdo con chicas jugando al fútbol, colocaron sus autos alrededor del playón donde se disputaba el encuentro. “Una pelota dio contra uno de los vehículos”, contó. “Se armó una discusión infernal y terminé en la comisaría”.
Trasladó la escuela formativa a otro playón, ubicado un poco más abajo, en el barrio Virgen del Rosario. Pero otra vez tuvo que mudarla. “Al poco tiempo de comenzar, los vecinos quisieron organizar partidos de futsal por su cuenta cada fin de semana. Lo hicieron dos veces, nunca más organizaron otros partidos y nosotros nunca más volvimos”. En este recorrido nómade que no tiene horizonte asegurado en el futuro próximo, Yonar encontró un espacio en el playón deportivo de la Iglesia del Barrio San Pablo. “Por ahora seguimos ahí, pero la verdad, no sabemos hasta cuando”.
La pequeña liga amateur de futsal femenino en la ciudad de Salta está conformada por equipos de diferentes divisiones (sexta, quinta, cuarta, tercera y primera) compuestos por un mínimo de 5 jugadoras. Uno de los grupos se armó en el barrio Ceferino, ubicado en el sur de la ciudad, sobre el margen del río Arenales. Se autodenominan “Club Emanuel”. Reúne a niñas, adolescentes y jóvenes de los barrios Palermo, Progreso, Santa Rita y San Pablo, incluso entrenan pequeñas que viven en Atocha.
Otro grupo bajo el nombre “Club Las Peques” reúne jugadoras del barrio Bicentenario. La lista se completa con la escuela de Yonar, “La Academia”, donde juega Nahir. Se autogestiona bajo el nombre “Fundación dejando huellas para el futuro del deporte”.
“¿Cómo llega la jugadora a la selección?”, consultó Salta/12 a su entrenador. “Compartimos un grupo de whatsapp. El director técnico de selecciones de futsal nos pidió enviar videos de jugadoras. Así la eligió. Llegó con lo justo y básico”, explicó. “Buscamos que sepan jugar a un toque”, detalló durante otro tramo de la entrevista. “Me interesa que busquen la devolución en un espacio vacío a espaldas de sus rivales”.
Yonar detalló que la principal diferencia de las jugadoras salteñas con sus pares del centro del país, no es técnica, sino alimentaria. “En Salta, las condiciones del lugar donde jugamos limitan las estrategias posibles. Pero otra variable es la alimentación de las niñas. Por eso no pretendo que desarrollen un juego físico, sino de velocidad”.
Sobre el tamaño y potencia física de sus jugadoras dio más precisiones. “Allá (por Buenos Aires) crecen con yogurt y cereales. En cambio aquí (por Salta), con té, pan o tortillas. A veces, esa forma de alimentarse ocurre por razones culturales. Pero mayormente, por los bajos recursos de las familias”. Aclaró que su escuela deportiva es gratuita. “Nosotros no cobramos cuota a nuestras jugadoras. Tampoco los otros equipos. Cada uno de los profesores o profesoras donan su tiempo, porque creemos en el espíritu colectivo que promueve la disciplina”. El espíritu del futsal del que habla, refiere a un ambiente sin violencia ni trampas.
Puro amateurismo gestionado por mujeres
Rosita Valencia e Ivana Rodríguez también se cruzaron con el futsal de casualidad. “Nosotras venimos del fútbol 11”, contaron a Salta/12. “Aprendimos técnicas de entrenamiento por videos en la red, pero, la verdad, queremos capacitarnos más”, lanzó Rosita.
Comenzaron hace tres años con cinco pequeñas. “Ahora somos treinta”, contó. Hace dos meses pararon los entrenamientos, para enfocarse en un kiosco que manejan ambas en Atocha. “Las chicas”, nombre genérico de las jugadoras sin importar la edad, “demandan mucho tiempo. Nosotras estuvimos siempre al pie del cañón, como se dice”, explicó Ivana. “Más que nada, por la contención psicológica. Hay situaciones que viven en sus casas y durante los entrenamientos nos cuentan”.
Rosita e Ivana son las entrenadoras en el Club Emanuel y utilizan el mismo playón del barrio San Pablo. Contaron que los vecinos instalaron luces al playón, porque entrenan por turnos de hora y media desde las siete de la tarde. “Incluso mujeres adultas nos pidieron entrenarlas. Lo hicimos por algunas semanas, pero después no pudimos más. Significaba terminar a las 11 de la noche, después de toda una jornada de trabajo”.
La historia en Ceferino no es diferente. Mily Guaman, como la conocen en su barrio, compra los materiales por medio de rifas o la solidaridad de algún vecino. “Ceferino es muy futbolero. Por eso cuando repartimos los números para que las chicas vendan, siempre colaboran”.
Casi todos los referentes que integran la pequeña liga golpearon las puertas de secretarías de deportes de la provincia o del municipio capital. Como lo hicieron durante gestiones anteriores y no obtuvieron respuestas a largo plazo, decidieron seguir por su cuenta. Le escapan a la foto del político que sólo busca rédito en campañas.
Una foto del momento
“Hay instalaciones que se pueden usar”, adelantó Belén Morelli desde el departamento de Fútbol Femenino de la Liga Salteña. Se refería a los clubes federados. Sin embargo, omitió brindar detalles sobre un proyecto de su autoría que incluye al futsal y se desarrollaría a partir de 2022. Opinó que las ligas barriales tienen una dinámica diferente a la federada. “Lamentablemente, tendrán que afiliarse a la institución para ser parte de nuestro proyecto”.
El subsecretario de Deporte Competitivo e Infraestructura provincial, Federico Abud, adelantó que a partir de 2022 “están previstas refacciones de playones existentes”, aunque sin especificar cuáles. Solo mencionó que se proyectan espacios multideportes, “con pisos que se adecúen a diversas disciplinas”, aunque sin especificar cuándo.
Salta/12 consultó también a la actual secretaria de Deportes de la comuna salteña, Josefina Chávez Díaz, sobre el fenómeno deportivo del futsal en las barriadas del oeste. La funcionaria explicó que actualmente no hay infraestructura disponible que pueda adaptarse. Las canchas reglamentarias de la disciplina son iguales a las de handball, y en la ciudad tampoco abundan.
Reflexionó además sobre la alta demanda de actividades que se registra en barrios populares. “Es tremendo el crecimiento demográfico y el Estado no llega a cubrir todas las necesidades, y lo digo desde fuera y desde adentro”, opinó. “El Estado provincial tiene sus estructuras destruidas y al Estado municipal únicamente se lo identifica con obras de pavimentación”.
El acceso a distintas disciplinas deportivas a partir de infraestructura adecuada no destaca en la agenda de programas políticos. Mucho menos propuestas que se enfoquen en mejorar la alimentación de la niñez, adolescencia y juventud de tantos ciudadanos salteños. Nahir Delgado y el futsal femenino del oeste tan solo develan asuntos sociales pendientes.