El jueves 18 de noviembre fuimos testigos presenciales de la proyección de la película documental Gigantes dirigida por Natalia Cano que registra la lucha resistente por la preservación y transmisión identitaria de una comunidad Mapuche en Chubut.
Diversos testimonios dan cuenta del despojo territorial y hasta de la profanación de tumbas por parte de un expedicionario francés que envió los restos de los ancestros de pobladores patagónicos a museos de París.
Emociona, conmociona y moviliza la heroica gesta de recuperación territorial, persistencia de la memoria y el coraje que brota del sentido comunitario en todas las labores.
El sentido de lo colectivo se contrapone de manera contundente con individualismo del eurocentrismo rapaz.
Los rituales comunitarios son claramente de hermanamiento con la Tierra y el aire, las inclemencias climáticas no logran doblegar el coraje de estas mujeres y estos hombres que no son ningún exotismo folklórico sino una fraternidad comunitaria que enfrenta la rapacidad de las corporaciones capitalistas y las maniobras de aculturación.
La presencia de Cristina Liempichun, integrante de una comunidad Mapuche, su claridad conceptual, su dignidad de mujer luchadora, valen destacarse en estos tiempos de genuflexiones frente a los poderosos mandaderos y sirvientes del capitalismo.
Memoria de las luchas, resistencia colectiva y solidaridad activa.
Un nuevo ataque a balazos, esta vez las tierras recuperadas en Cuesta del Ternero cegaron la vida del poblador mapuche Elías Garay y malhirieron a otro poblador resistente.
La rapacidad capitalista persiste y la prensa cómplice desinforma tergiversando los hechos.
En un nuevo aniversario del asesinato del weichafe Rafael Nahuel el mismo día en que era sepultado el militante anarquista Santiago Maldonado, reafirmamos lucha autónoma, solidaridad y digna resistencia.
Carlos A. Solero