El juez federal Daniel Rafecas procesó con prisión preventiva al represor de la Fuerza Aérea Juan Carlos Vázquez Sarmiento por hallar “autor prima facie responsable del delito de privación ilegal de la libertad agravada por mediar amenazas reiteradas” de Patricia Roisinblit, José Manuel Pérez Rojo y Gabriel Pontnau. Los tres permanecen desaparecides. Vázquez Sarmiento permaneció prófugo durante 20 años y fue detenido hace poco más de un mes, pero se negó a declarar.
A Vázquez Sarmiento lo detuvo la Policía Aeroportuaria el sábado 9 de octubre pasado, mientras ingresaba a un departamento donde presuntamente vivía, en el partido de Ituzaingó, en el oeste del conurbano bonaerense. En un comienzo negó su verdadera identidad, pero finalmente acabó reconociendo que era él, oficial retirado, exagente de Inteligencia de la Fuerza Aérea, arma de la que aún percibe una jubilación, y a quien la Justicia federal requería desde hace 19 años para que dé explicaciones sobre su participación en crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.
El represor aparecía en el radar de dos expedientes de lesa humanidad: el que investiga la apropiación de Ezequiel Rochistein Tauro y el que revisa los hechos de la RIBA. Rafecas, al frente de ambos en calidad de titular y de subrogante, finalmente pudo indagarlo a fines de octubre, pero el represor se negó a hablar.
Finalmente, el viernes fue procesado por su responsabilidad en el secuestro de la pareja integrada por Rosinblit y Pérez Rojo, y de Pontnau, un hecho que tuvo lugar el 6 de octubre de 1978 en la localidad de Martínez y en el barrio porteño de Palermo. “Se tiene por acreditado con el grado de certeza requerido en esta etapa procesal que Juan Carlos Vázquez Sarmiento, en su calidad de cabo principal y encargado de la Sección Contrainteligencia de la Regional de Inteligencia Buenos Aires de la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, intervino en calidad de coautor en las privaciones ilegales de la libertad agravadas por mediar violencia o amenazas” de elles tres, definió Rafecas.
José Manuel y Gabriel fueron secuestrados en la juguetería que atendían en Martínez. A Patricia la fueron a buscar al departamento de Gurruchaga al 2000, donde estaba con la hija que ella y José habían tenido hacía casi dos años. Se las llevaron a ambas y a Mariana la dejaron, varias horas después, en la casa de les abueles paternes.
De Pontnau no se supo más nada y permanece desaparecido. Se sabe que Patricia y José Manuel estuvieron secuestrados en la Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA), donde actuaba el represor procesado; que ella estaba embarazada y fue trasladada a la ESMA para parir. Su bebé Guillermo fue apropiado por otro represor de esa dependencia de la Fuerza Aérea hasta que su identidad verdadera fue restituida en 2000, robo del que Vázquez Sarmiento sabía. El represor también fue uno de los militares que entregaron a la hija mayor de la pareja al primo de José. Él mismo lo reconoció años después en su testimonio ante la instrucción y durante el juicio oral que se llevó a cabo por los secuestros.
Según el acta de procesamiento, el juez halló elementos suficientes --vertidos sobre todo en testimonios de diversos testigos-- para confirmar el rol que Vázquez Sarmiento tenía en su calidad de “encargado de la Sección Contrainteligencia” de la RIBA así como de “la incidencia de sus funciones en la llamada lucha contra la subversión”. También pudo “afirmar” la intervención del imputado en los operativos de los secuestros, así como en la entrega de Guillermo, nacido en cautiverio, a sus apropiadores Francisco Gómez y Teodora Jofre. Sin embargo, no fue procesado por el secuestro de Mariana ni por la apropiación de Guillermo.