En el marco de la medida que tomó el viernes pasado el Banco Central (BCRA) para limitar el financiamiento de las compras en cuotas con tarjetas de crédito de pasajes y servicios de turismo al exterior, que estaban generando una pérdida millonaria de dólares en un momento crítico para la entidad Nacional, Salta/12 entrevisto al presidente de la Cámara de Turismo de Salta, Gustavo Di Mécola para saber de qué manera y en cuanto afecta a las agencias locales la decisión.
Tratando de escindir la decisión del Banco Central del gobierno Nacional, Di Mécola recordó que esa entidad “es autárquica y toma decisiones por su cuenta sin consultarlos”. Pero se mostró molesto justamente por eso: “creemos que ni el Ministerio de Turismo de la Nación fue consultado”. Además lamentó que el sector privado de las agencias locales debería haber tenido alguna posibilidad de “escuchar y ser escuchados y buscar distintas alternativas”.
Quien a su vez es dueño de una agencia de turismo local, reconoció que para su negocio afecta de manera directa y a la vez agregó que aún no comprende la medida “con solo un 20% de los vuelos internacionales recuperados en comparación a lo que teníamos en prepandemia”. A su vez, detalló que del total que hoy viaja al exterior, el 30% son turistas, mientras que el resto “lo hace por cuestiones laborales, estudio o de salud”.
Agregó también que temen que se pierda algo del turismo receptivo “porque los aviones que vienen con gente también tienen que llevar, y las compañías por ahí bajan las frecuencias por la caída de pasajeros locales o aumentan las tarifas haciéndonos menos competitivos a nivel internacional”. A la vez que añadió que otros países de la región como Brasil, podrían tomar la misma medida “porque es una cuestión de reciprocidad”.
El representante del sector salteño aceptó que “probablemente” se vean favorecidos porque muchos argentinos que pensaban viajar al exterior se terminen volcando a destinos nacionales, pero volvió a repetir que temen perder turistas extranjeros, que son quienes más derraman. Contó que el gasto promedio que hace un viajante nacional es de $5.000 por día, mientras en un extranjero esa cuenta se multiplica por cuatro, superando los $20.000.
Di Mécola también reconoció que la medida puede estar apuntada a los grandes pulpos de agencias online que surgieron en las últimas décadas como Despegar, Al Mundo y otras, que a su vez, siempre están ligadas a bancos internacionales y por eso realizan suculentas ofertas a través de sus tarjetas de crédito. “Todo es válido si las intenciones buscan el bien común”, pero repitió que se los deberían haber comunicado de otra manera, “para poder trabajar en conjunto”.
Sobre esas grandes agencias multinacionales, que hoy venden la gran parte de los viajes al exterior, el titular de la Cámara de Turismo de Salta afirmó que les hicieron y hacen un gran daño a las pequeñas agencias locales porque manejan volúmenes y una espalda monetaria totalmente inequitativa a la hora de la competencia, “son pulpos que van comiendo el mercado y todo el trabajo de quienes viven en la región”.
Detalló que los viajes o tours al exterior, hoy por hoy les reportan pocos ingresos a los agencieros, “el porcentaje de nuestras agencias es bajo, más ahora que todavía las frecuencias no se recuperaron del todo, y aún el poder adquisitivo de la gente es bajo”. Pero subrayó que todavía los elige mucha gente por la relación directa que establecen con el cliente, “si tienen un problema saben que te puede llamar y que vos se lo vas a resolver, tienen una cara y un nombre conocidos a quien reclamar, a diferencia de las demás, que no sabés a dónde llamar y no sabés quién te atiende, si es una máquina o una persona que vive en otro lugar”.
De todas maneras, rescató otras medidas adoptadas por el gobierno como el PreViaje que hacen augurar un verano con record en todos los destinos, “el verano va a ser muy positivo, tuvimos un noviembre genial y diciembre viene muy bien, los números son muy buenos y para nada estamos disconformes”, expresó. Y añadió que al menos en Salta tomaron la decisión de entender cuál es la coyuntura del país y de los argentinos “y no nos pasamos de la raya para aprovecharnos”.
Por último, resaltó como otra gran noticia la conexión que a partir de enero se inaugurará por parte de Aerolíneas Argentinas hacia Chaco, “traccionando a todo el turismo del litoral “, y el haber recuperado e incluso crecido con centros emisivos como el de Patagonia Norte, “estamos muy bien, todo el momento es positivo y esperamos una muy buena temporada de verano”, concluyó.
Más de USD 23.000 millones
En su cuenta de Twitter, el Ministro de de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, explicó que se debían cuidar los dólares como “un acto de responsabilidad social”. Detalló que la gran mayoría de las crisis económicas argentinas se dio por la falta de dólares, “que detonó devaluaciones y pérdida del poder adquisitivo de las mayorías”. Y recordó que hoy, esa característica histórica se ve agravada “por la deuda inédita con el FMI, que nuestro gobierno no contrajo pero debe pagar”, por lo que “ante este nivel de restricción, el Estado debe priorizar a dónde destina esos dólares escasos”.
Luego, graficó cómo el turismo al exterior fue en la última década una gran fuente de salida de dólares, y que hubo “mucho más turismo de argentinos en el exterior que visitantes extranjeros en Argentina”, lo que significó 23.500 millones de dólares menos “para nuestra economía en 10 años”.
“Que quede bien claro: no motiva la decisión estatal el ánimo de afectar a grupos particulares. Son muy saludables las aspiraciones que nuestros ciudadanos tienen por mejorar la calidad de vida, más aún luego de años tan difíciles”, resaltó Kulfas.
Sostuvo que la economía nacional viene creciendo: “La economía lleva 10 meses seguidos creando empleos formales, pero todavía falta muchísimo para recuperar el daño que sufrimos en los últimos años”. Y que por eso “el Estado debe priorizar los dólares para importar insumos y máquinas que no se producen aquí y que son esenciales para que nuestras industrias crezcan y continúen creando nuevos puestos de trabajo”.
A la medida del BCRA de limitar la compra de viajes al exterior en cuotas fijas, Kulfas destacó que en simultáneo, se lanzó una resolución que facilita el acceso a divisas para que las PyMEs puedan importar maquinarias.
En el mismo sentido, el titular de Turismo, Matías Lammens aclaró que "no se trata de una prohibición a viajar al exterior, sino de una medida puntual y transitoria vinculada al pago en cuotas, y que aun así existen mecanismos que ofrecen las tarjetas de crédito para evitar comprar el pasaje al contado”. E informó que están trabajando para reunir a los actores de la industria del turismo junto con el Banco Central “para que esta disposición afecte lo menos posible a un sector que está en plena recuperación".
"Estoy convencido de que lo peor que le podría pasar al turismo es un escenario devaluatorio, que sería el peor de los panoramas para todos ya que implicaría una limitación aún peor para poder viajar al exterior y al mismo tiempo reduciría el movimiento del turismo interno en todo el país, que fue histórico durante los últimos fines de semana largos", culminó el ministro.
La medida, explicaron algunos expertos como el economista e investigador del Conicet, Nicolás Dvoskin (@ndvoskin), es frenar la sangría de fuga de dólares en actividades que no reportan una devolución monetaria al Estado en momentos de vacas flacas para las arcas del BCRA.
El economista, explicó que todos los gastos en dólares con tarjetas de crédito nacionales, sean consumos que aparecen en dólares en el resumen o compras en agencias que aparecen en pesos, toman reservas del BCRA. “Es decir, siempre que una persona hace una compra con tarjeta en dólares, le está comprando esos dólares al Estado a un tipo de cambio de entre 138 y 175 - dependiendo de su capacidad de recuperar el 35 por ciento de retención-. Al mismo valor que el dólar ahorro pero sin el límite de 200 dólares al mes”.
Por lo tanto, cuando se compra un producto o servicio que insume dólares en cuotas sin interés, el BCRA le libera todos los dólares a la agencia, la agencia le da los pesos al BCRA y es la agencia la que financia el pago en pesos. Es decir, el BCRA no va liberando los dólares mes a mes.
Eso, en una economía con 50% de inflación, y con un dólar oficial en el que todos esperan que suba, es una ventaja para el que compra y para el vendedor pero “el que paga la diferencia es el Estado”, desarrolló Dvoskin. Y concluyó que “En una economía con inflación y devaluación, las cuotas sin interés son un subsidio doble”, porque el Estado paga los dólares, y los demás solo ponen pesos.