El Gobierno Nacional trabaja en un doble frente para atravesar la temporada más caliente de los precios de la carne de la manera menos perjudicial para el consumidor y sin alterar, a la vez, la perspectiva de la industria. Mientras Comercio Interior aborda el asunto en los mostradores, el Ministerio de Agricultura, en tándem con Economía, planifican una realidad de mediano plazo que incluye medidas macro y de consenso con el sector.
Según detalles a los que accedió Página I12 de fuentes de las negociaciones, la idea oficial es presentar en algunos días una mesa con todos los actores, con el objetivo puesto en garantizar los mecanismos de abastecimiento de acá a marzo, momento en el que los valores de la hacienda suben por estacionalidad climática. De hecho, esas subas, que en el ganado en pie llegaron a ser de hasta el 20 por ciento, son las que encendieron las alarmas de la posibilidad de un traslado del valor mayorista a los supermercados y carnicerías.
En principio, se establecerá un Consejo Consultivo con feed loteros, productores y exportadores para equiparar las necesidades del mercado interno y el externo. Esto ya se charló en reunión del ministro Julián Domínguez y empresarios del sector privado. En esa mesa se trabajará además para ampliar los volúmenes de venta, una de las tareas más difíciles en el horizonte corto. El titular de la cartera agropecuaria viene machacando, desde el inicio de su gestión, con la necesidad de aumentar la oferta como medio fundametal para equilibrar los precios.
Naturalmente, el Gobierno trabaja en un nuevo esquema de ordenamiento de las exportaciones de cara al 2022, pero hay diferencias urgentes en el Ejecutivo por este tema en el corto plazo. El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, es cultor de una posición que reclama bajar la torta exportadora dado que, según considera, está muy sobre la media histórica. Lo adelantó hace unos días en una entrevista con este diario, en la que consideró el alza de las retenciones como una de las variantes para corregir los precios internos.
Domínguez, en tanto, hace un equilibrio más fino, sobre todo porque su cartera tiene una tarea más integral que coyuntural. Además, el funcionario llegó al cargo para articular y encontrar soluciones con un sector con el que Gobierno viene de enfrentamientos que van más allá de los precios y las exportaciones.
Las divisas y las exportaciones
En paralelo, el país sigue en un momento complejo de restricción externa, de falta de dólares, que no le permite pensar en cortar ventas externas para resolver los precios internos de la carne. Aun cuando el mercado de cuotas que se mantuvo así por meses y demostró cierto control en los precios internos, finalmente terminaron rebotando los valores en el Mercado de Liniers cuando se liberaron las cuotas.
De todos modos, este nuevo sistema para ordenar las exportaciones tendrá un punto importante derrumbando un sistema que nació en la gestión de Mauricio Macri, cuando Luis Miguel Etchevehere era el ministro de Agroindustria. En aquel entonces, se decidió liberar las exportaciones de carne a China, uno de los principales mercados de Argentina, pero sin ningún condicionamiento.
Así, entraron a vender a oriente brokers que no tenía carne, frigoríficos, empleados y razón social. Como esos negociadores juntaban dos o tres productores y arreglaban precio, condicionaban al resto, que exportaba por los canales y procesos formales. Estaban inscriptos, pero no tenían capacidad. Algunos de ellos ya fueron corridos del registro hace unos meses, por la actual gestión, pero hay remanentes.
En el Gobierno hay un fuerte hermetismo sobre las medidas, pero aclararon fuentes oficiales que la idea es que "esta semana haya novedades, luego de varias charlas que se vienen teniendo con el sector". Según supo este diario, en la mesa estuvieron además de los frigoríficos y productores, buena parte de los supermercados que venden pero también faenan.