“Muerte a los mapuches. Fuera de Bahía Blanca. Fuera de Argentina. Vos y tu comunidad están sentenciados a muerte”. Estas leyendas figuran en un panfleto que fue repartido por el autodenominado “Comando de Restauración Nacional Zona Sur Coronel Mohamend Alí Seineldin” en el barrio San Cayetano de la ciudad de Bahía Blanca. En él amenazaron de muerte a Olga Curipán, referente mapuche de la Ruka Kimun. En el mismo comunicado, el grupo católico y ultranacionalista se adjudicó el grave atentado de “bomba incendiaria” que Curipán sufrió en su domicilio el 14 de noviembre. En esa oportunidad la explosión de una molotov rompió e incendió el portón de su casa, hecho que fue denunciado ante la policía y la Justicia. Dirigentes políticos y sociales repudiaron los ataques y las amenazas.
En su proclama, el grupo extremista de derecha amenaza con realizar otros atentados contra “los enemigos de la patria” y exige que los mapuches “se retiren de nuestra ciudad por las buenas”. A la vez pretenden la libertad de los genocidas “que fueron enjuiciados injustamente y a todos los detenidos en las causas de la Triple A”.
Los folletos de los acólitos del ex militar carapintada Seineldín son intimidatorios y agraviantes no sólo hacia los mapuches sino también para el gobierno nacional, sindicalistas, periodistas y feministas. “Vos y tu comunidad (Ruka Kimun) están sentenciados a muerte” y “Dios y patria, o muerte”, dice uno de los panfletos distribuidos la semana pasada, y que lleva la imagen de Curipán con una marca en la frente. La acusan, entre otras cosas, de ser parte del financiamiento y logística de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). También consideran que el Frente de Todos promovió políticas que “han humillado” a la fe cristiana y que rompieron “las bases de la familia”. A su vez exigen al gobierno municipal y al Concejo Deliberante el cese de ayuda a las comunidades mapuches locales que califican como “terroristas subversivos”.
"Ni feministas, ni machistas, ni LGBT, ni mapuches subversivos, ni aborteras ni delincuentes. Familia como dios manda”, agregan en el comunicado, en el que además cargan contra “los ineptos de la política, el periodismo y el sindicalismo”, que "son los responsables de la catástrofe moral de nuestra nación”, que la han “desmoralizado, deshonrado, empobrecido y humillado”, y amenazan con que “para cada uno de ellos hay un grupo de tareas asignado”.
Tras los hechos de violencia, Curipan dijo sentirse insegura y exigió que la Justicia esclarezca los hechos. También pidió detener el “discurso del odio y persecución” hacia los mapuches, y advirtió que las agresiones que están sufriendo implican un retroceso hacia los tiempos en que en Argentina no había democracia.
El ataque y las amenazas fueron ampliamente repudiados por dirigentes y organizaciones. El intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, repudió "enérgicamente el ataque y las amenazas a Olga Curipan, referente mapuche de nuestra ciudad. La violencia nunca es el camino". El bloque de concejales del Frente de Todos expresó "repudio y preocupación por las amenazas de muerte y el ataque perpetrado contra la dirigenta mapuche Olga Curipan", y le exigió "celeridad" a la Justicia "para evitar que otro acto de esta naturaleza quede impune en nuestra ciudad". La organización Hijos Bahía reclamó el “pronto esclarecimiento” y calificaron al ataque de “cobarde atentado”.