El ministro de Relaciones Exteriores de Tuvalu, una pequeña isla polinesia, se filmó con el agua hasta la cintura hace algunas semanas en un video dirigido a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26).
El funcionario del país insular de Oceanía intentó de ese modo simbolizar el peligro del cambio climático y de la subida del nivel de los océanos.
"El cambio climático y el aumento del nivel del mar son riesgos mortales y existenciales para Tuvalu y las naciones atolones", alertó en esa ocasión el ministro Simon Kofe. "Nos estamos hundiendo, pero le pasa lo mismo a todo el mundo", subrayó.
El video empieza con un plano corto del funcionario, vestido con traje y corbata, delante de un fondo marino azul con las banderas de Tuvalu y la ONU, en donde también pide que el mundo se movilice para lograr que el calentamiento del planeta quede en un máximo de +1,5ºC grados, y que se escuchen los reclamos de los países más impactados por el cambio climático para ser resarcidos.
El planteo que mantienen las autoridades de Tuvalu es que el objetivo mundial debe ser equilibrar las emisiones y las retenciones de gases de efecto invernadero de aquí a 2050: "Pedimos la neutralidad carbono mundial para mediados de siglo".
El ministro Kofe aprovechó la COP26 para dar a conocer la dramática situación que atraviesa la isla Tuvalu. Las autoridades reclaman que el mundo debe "actuar unido" ante los efectos del cambio climático.
"No podemos esperar los discursos si el agua sube. Tenemos que tomar acciones atrevidas, alternativas, hoy para garantizar que haya un mañana", concluye.