El año cinematográfico concluye de una manera muy distinta de como lo empezó. Lejos del cierre de casi un año que sufrieron las salas durante gran parte de 2020 y los primeros meses de 2021, y más allá de que la taquilla aún esté lejos de devolver las cifras de 2019, los proyectores se mantienen encendidos con funciones comerciales y distintos eventos audiovisuales a lo largo y ancho del país. En la Ciudad de Buenos Aires, a falta de uno, en estos días se llevan adelante dos ciclos con una selección de películas de festivales europeos de relevancia mundial. Uno es la ya conocida Semana del Festival de Cannes en Buenos Aires -de la que habló largo y tendido el director Thierry Frémaux en esta entrevista-, que se realiza hasta el domingo en el Cine Gaumont (Rivadavia 1635). Misma sede donde, desde este jueves y también hasta el 5 de diciembre, tendrá lugar la Semana de Sitges. Serán siete películas presentadas en la última edición del festival de cine fantástico catalán que se lleva adelante anualmente en octubre y supo ser pionero en poner en valor un tipo de cine históricamente menospreciado por una parte importante del circuito festivalero.
La faena arrancará este jueves a las 21 con la brasileña Bob Cuspe: Nós não gostamos de gente, de César Cabral. Vista días atrás en el marco de la Competencia Latinoamericana del Festival de Mar del Plata, se trata de una particular biopic en la que el “homenajeado” es Angeli, uno de los historietistas más famosos de Brasil gracias a sus cuatro décadas de trabajo en el diario Folha de São Paulo y a una amplia galería de personajes destacados. Entre ellos está el Bob Cuspe del título, un viejo punk que resiste, con partes iguales de violencia y desdén, de apatía y perseverancia, en medio de un mundo pos apocalíptico. Mientras tanto, una versión animada de Angeli habla ante cámara sobre las complejidades del proceso creativo y manifiesta algunas dudas sobre cómo darle continuidad a su trabajo. Una continuidad que implicaría “matar” a Cuspe, en lo que es el disparador de este film realizado mediante técnicas de stop-motion y en cuyo centro narrativo está la tensa y cambiante relación entre el artista y su obra.
El viernes a las 17 será el turno de otra producción de Brasil, A nuvem rosa, que antes de pasar por Sitges integró la programación del reputado Festival de Sundance. Con dirección de la joven Iuli Gerbase (nació en 1990), el relato orbita alrededor de una misteriosa nube rosa que aparece en todo el mundo y obliga a la población a quedarse en casa. Una situación demasiado parecida a la vivida por la pandemia en 2020, remarcando así los ecos del presente en la ficción. En ese contexto desesperante y desesperanzador, un hombre y una mujer que acababan de conocerse se ven forzados a compartir techo. Todo marcha sobre rieles –o al menos todo lo bien que permite el contexto–, hasta que afloran diferencias entre ambos que, de no solucionarlas, muy probablemente terminen arrasando con los últimos atisbos de cordura.
Para el sábado a las 19 se anuncia un doble programa integrado por el cortometraje La dama del Fantaterror, de Diego López Fernández, y el largometraje nacional El apego, de reciente estreno en la cartelera comercial argentina. El último trabajo de Valentín Javier Diment (Parapolicial negro: Apuntes para una historia de la triple A, El eslabón podrido, La Feliz: continuidades de la violencia) transcurre en los años setenta y sigue a una joven va a una clínica que hace abortos clandestinos. Ante la novedad de que no es posible realizarlo porque transita el cuarto mes de embarazo, la doctora le propone vender el bebé a unos clientes que le ofrecerán refugio hasta el parto, en lo que es el disparador de un film que, en palabras de Horacio Bernades en su crítica publicada unas semanas atrás presenta un mundo “perverso, extraño, molesto” que el realizador “aborda desde una suerte de farsa gélida, acentuando la sensación de extrañamiento”.
La jornada sabatina terminará a las 22 con la española La pasajera, de Raúl Cerezo y Fernando González Gómez, en la que una furgoneta con un hombre y tres mujeres atropella a una excursionista que camina por una ruta solitaria y, cuando la suban al vehículo para llevarla al hospital, comienzan a observar que la víctima tiene comportamientos extraños. La Semana de Sitges pondrá punto final el domingo con la colombiana Llanto maldito y la española Y todos arderán. Con función pautada para las 19, la primera, dirigida por Andrés Beltrán, tiene como protagonistas a un matrimonio que, para salvar la relación, se va de vacaciones a una cabaña en el bosque con sus dos hijos, sin saber que apenas lleguen se iniciará una serie de sucesos extraños que subirán las tensiones familiares. La segunda se verá a las 21.30, tiene como director a David Hebrero y como protagonista a María José, quien quiere suicidarse por no poder superar la muerte de su hijo. Todo cambia cuando recibe la visita de Lucía, una niña que podría estar relacionada con una leyenda local sobre el apocalipsis y que la hace sentir nuevamente como madre.