Desde Roma
El papa Francisco parte el 2 de diciembre, para un viaje de cinco días, a Grecia y a Chipre donde encontrará a exponentes de los gobiernos pero también a fieles y autoridades ortodoxas y católicas. Dada la sensibilidad y el interés que siempre ha manifestado por los migrantes, uno de los momentos más importantes de este 35o viaje de Francisco al exterior, será la visita a la isla griega de Lesbos, considerada un símbolo de la recepción de migrantes y refugiados, y que él ya visitó en 2016.
“Será un abrazo a los cristianos de distintas confesiones y una oportunidad para acercarnos a la humanidad herida en la carne de tantos migrantes en busca de esperanza”, dijo papa Francisco sobre el viaje a los participantes en la audiencia general de este miércoles en el Vaticano.
“El Papa Francisco ha dado voz a los que no tienen voz y por eso nosotros lo amamos. Estamos muy felices de que venga de nuevo a visitarnos. Ahora podremos decirle de nuevo “Bienvenido Baba Francisco”, declaró al diario vaticano L’Osservatore Romano el padre franciscano John Luke Gregory, párroco de las islas griegas de Rodas y Kos, donde se dedica a la recepción y la ayuda de cientos de hombres, mujeres y niños provenientes de Medio Oriente (sobre todo Siria) y del norte de África.
"Son nuestros hermanos"
En un video-mensaje enviado a los habitantes de Grecia y Chipre pocos días antes de partir, el Papa calificó a esos países como “tierras magníficas, bendecidas por la historia, la cultura y el Evangelio”. A los refugiados y migrantes también dedicó una parte del video-mensaje, haciendo un llamado a favor de la integración de esa gente y para que el Mediterráneo no sea nunca más “un gran cementerio” como se transformó en estos últimos años por los migrantes que allí murieron ahogados. “El Mare Nostrum (Mediterráneo), que conecta tantas tierras, invita a navegar juntos, no a dividirnos andando cada uno por su cuenta, especialmente en este período en el cual la lucha a la pandemia pide todavía muchos esfuerzos y la crisis climática amenaza pesantemente”, dijo Francisco. “Pienso en todos los que en estos años y hoy, escapan de las guerras y de la pobreza, llegan a las costas del continente y a otros lugares, y no encuentran hospitalidad sino hostilidad y son incluso instrumentalizados”, agregó, subrayando que todos los que han muerto en el mar “son hermanas y hermanos nuestros” (...) Hoy, el “Mare Nostrum” es un gran cementerio”, recordó.
Se habla de que el papa Francisco podría traer al Vaticano algunos refugiados desde la isla de Lesbos, como ya hizo en su viaje de 2016. Sobre este punto, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, dijo a los periodistas que “es una opción que se está estudiando”.
Cuando viajó a Lesbos en 2016, hablando con los periodistas en el vuelo de ida, Francisco había recordado que ése era un “viaje marcado por la tristeza” porque “vamos a encontrarnos con la catástrofe humanitaria más grande después de aquella de la Segunda Guerra Mundial. Vamos a encontrar a mucha gente que sufre, que no sabe a dónde ir, que ha tenido que huir”.
Según uno de los últimos informes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en los primeros seis meses del 2021 perdieron la vida en el mar tratando de llegar a Europa, al menos 1.146 personas (en el Mediterráneo y en el Atlántico), más del doble de los que perdieron la vida en el mismo período el año precedente (513).
El programa del viaje
La primera etapa del viaje será la isla de Chipre y la segunda será Grecia. Según el programa difundido por la sala de prensa vaticana, está previsto que el avión del Papa parta a las 11 de la mañana de Roma y después de cerca de tres horas de vuelo llegue al aeropuerto internacional de Larnaca. En la capital, Nicosia, tendrá una tarde llena de encuentros, empezando por uno con sacerdotes, catequistas, asociaciones y movimientos eclesiásticos, seguido de otro con el presidente de Chipre, otras autoridades de la isla y el cuerpo diplomático en el “Ceremonial Hall” de la capital. El viernes 3 de diciembre hará una visita de cortesía al arzobispo ortodoxo de Chipre, Su Beatitud Chrysostomos II, y luego se encontrará con el Santo Sínodo en la catedral ortodoxa de Nicosia. Por la tarde tiene previsto una misa en el “GSP Stadium” de Nicosia y luego rezar con los migrantes en la iglesia de la Santa Cruz.
El Papa partirá hacia Grecia en la mañana del 4 de diciembre. Una vez llegado a Atenas hará una visita de cortesía al presidente de la República y luego se encontrará con el primer ministro, y otras autoridades además del cuerpo diplomático.
Por la tarde en cambio tendrá sólo encuentros religiosos, primero con el arzobispo ortodoxo de Atenas y de toda Grecia, Su Beatitud Ieronymos II, y luego irá a la catedral de San Dionisio donde se encontrará con obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas. Hacia el final de la tarde mantendrá un encuentro privado con miembros de la Compañía de Jesús, es decir jesuitas, orden a la que él pertenece.
El domingo por la mañana el Papa partirá en avión a la isla de Lesbos, en particular a la ciudad de Mytilene donde visitará el “Centro de recepción e identificación” para un encuentro con refugiados allí acogidos y a los que dirigirá un mensaje. Volverá a Atenas por la tarde.
El lunes 6, en la Nunciatura Apostólica o embajada vaticana de Atenas, recibirá al presidente del Parlamento griego y luego se encontrará con jóvenes en la escuela San Dionisio. La partida del avión papal hacia Roma está prevista para las 11,30hs.
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