El Club Social de Santa Victoria Este, en el Chaco salteño, fue acreedor del premio de un millón y medio de pesos para la iniciativa “Un premio único. Un sueño millonario”, lanzada por la Fundación River Plate. Del concurso también participó y fue finalista la Fundación Juala, de la localidad de General Ballivián (del departamento San Martín), que quedó en tercer lugar pero también accedió a un fondo de 200 mil pesos.
Las novedades fueron dadas ayer por el presidente del Club riverplatense, Rodolfo D’ Onofrio, y las autoridades del club, en un encuentro que realizaron por zoom con los referentes de los tres clubes que habían quedado preseleccionados entre 963 del país.
Tanto la de Santa Victoria Este como la de Ballivián son propuestas que incluyen la contención de las infancias del Pueblo indígenas Wichí. En el caso de SVE se extiende hacia todos los habitantes que pertenecen a distintos pueblos originarios que habitan esa zona, como el Toba (Qom), Chané, y Chorote. El trabajo también apunta a la integración de las niñeces sin discriminación, un problema que el presidente del Club Social y Deportivo Santa Victoria, Daniel Ferreyra (más conocido en el municipio como El Cordobés), reconoció que sucede cuando se trata de adultos.
Ferreyra fue director de Deportes del municipio. Indicó que fue entonces que se interesó en iniciar el entrenamiento en fútbol o boxeo, un poco empujado por los recuerdos que le quedaron de la infancia en su paso por los clubes deportivos. Afirmó que al ver la situación del consumo de marihuana y alcohol entre la población infantil y adolescente entendió que “algo debíamos hacer”, y empezó con el trabajo “que sabía, en algún momento iba a tener su fruto”.
Actualmente hay entrenamientos de hockey femenino, fútbol y vóley femenino y masculino, además de boxeo.
“Hay unas 15 escuelitas de fútbol que están repartidas en todo el municipio”, informó al indicar que se hacen los entrenamientos para no dejar de lado a quienes no viven en la ciudad cabecera del municipio y muchas veces por esta razón quedan relegados.
A los entrenamientos van chicos y chicas tanto de la comunidad criolla como originaria de entre 7 y 15 años (aunque también cuentan con equipos de jóvenes y adultos). Los encuentros de los campeonatos son cada 45 días. Es entonces cuando por convenio con el Hospital Italiano se aprovecha la oportunidad para controlar a niñas y niños con fichas que incluyen peso, talla y edad. Ferreyra contó que ese día los chicos, que son trasladados en transportes que gestionan con la Municipalidad, toman el desayuno antes de empezar el campeonato. Al mediodía almuerzan y a las 18, cuando todo termina, llega la merienda, antes de la hora de volver cada quien a su lugar.
Ferreyra contó que además de la sede social, se va a invertir el dinero ganado en los materiales para los entrenamientos, como las pelotas. Y es que los lugares donde juegan suelen tener espinas en los alrededores que pinchan los balones “y hay que arreglarlas continuamente”. También destacó la participación del cura Martín Cacerta, quien logró que el club cuente con colectivo propio.
El dirigente deportivo agradeció la participación de quienes eligieron a su club y lo votaron; contó que incluso recibió el apoyo de personas del exterior. Sumó en sus agradecimientos también las gestiones del Chaqueño Palavecino y la Fundación Rojas, además de la colaboración de Andrea Rincón.
Por su parte, la presidenta de Juala, Laurentina Nicasio, afirmó que al quedar en tercer lugar esta organización recibirá una capacitación continua durante 12 meses para la escuela de fútbol y 200.000 pesos en materiales deportivos.
“Rodolfo D'Onofrio, presidente de River, nos felicitó por el trabajo que realizamos en territorio”, sostuvo Nicasio en la publicación de una red social en la que aseguró que "los que jugamos sin la pelota tenemos más obstáculos pero los objetivos claros, seguimos por el camino de brindar contención a nuestra comunidad".