El expiloto de Jeffrey Epstein aseguró que los expresidentes de Estados Unidos Bill Clinton y Donald Trump y el príncipe Andrés de Inglaterra, entre otras personalidades, viajaron en aviones privados del magnate, quien se suicidó en su celda en 2019 mientras cumplía condena por tráfico sexual de menores.
Larry Visosky declaró en el juicio a Ghislaine Maxwell, expareja de Epstein, quien está acusada de ser cómplice de los abusos cometidos por el magnate
"Efectivamente, recuerdo al presidente Trump", remarcó el piloto en su testimonio y mencionó a otros famosos que viajaron en el “Lolita Express” entre los que se encontraban el actor Kevin Spacey, el comediante Chris Tucker, el violinista Itzhak Perlman y los ex senadores George Mitchel y John Glenn.
El duro testimonio de una víctima de la red de abusos
Esta semana también testificó una víctima de los abusos sexuales de Epstein y Maxwell, una mujer identificada con el seudónimo de “Jane” para preservar su identidad. Según contó, habría conocido al magnate y a su esposa en 1994 cuando ella tenía 14 años durante un campamento de verano en Michigan para niños con talento artístico.
En un encuentro aparentemente casual durante un descanso entre clases, ambos hablaron con ella y le pidieron el teléfono de su casa.
“Jane” fue invitada junto a su madre a la casa de Epstein y Maxwell, donde se ofrecieron a ser sus mentores. Pero a partir de ese momento solo la adolescente comenzó a ir sola a la mansión ubicada en Palm Beach, Florida.
En uno de esos encuentros, Epstein abusó de la joven, quien contó que la situación se repitió al poco tiempo, pero con la presencia de Maxwell que “actuaba de manera casual, como si fuera muy normal, nada extraño”.
“Me sentía confusa, a mi no me parecía normal”, dijo “Jane” que explicó que no le contó a nadie lo que había pasado hasta años más tarde porque se sentía “avergonzada”. Los abusos, agregó, sucedieron en numerosas ocasiones y Maxwell estuvo presente en al menos dos.
“Jane” contó que el vínculo con Epstein continuó hasta 2002, cuando ella viajó a Los Ángeles, donde consiguió un trabajo y conoció a una pareja.
El magnate se suicidó en su celda en una prisión de Manhattan en agosto de 2019. El financista de 66 años se ahorcó: ya había tenido un intento de suicidio en la cárcel, cuando el mes anterior había aparecido con marcas en el cuello.