La esclavitud no se erradicó por completo. Todavía hay en el mundo más de 40 millones de personas víctimas de las nuevas caras que adoptó en la modernidad: el trabajo forzoso y los matrimonios por obligación. Así lo señala un informe de la Organización de las Naciones Unidad (ONU) en el marco del Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la actualidad la esclavitud se utiliza como un término que abarca tanto las prácticas del trabajo forzoso como las del matrimonio forzado.
Las últimas cifras relevadas por la OIT destacan que hay 24,9 millones de personas sometidas al trabajo forzoso: 16 millones son víctimas de la explotación laboral forzada en el sector privado, en áreas como el trabajo doméstico, la construcción y la agricultura; 5 millones son sometidas a la explotación sexual y que poco más de 4 millones son sometidas a trabajos forzosos por autoridades del Estado.
Las mujeres y las niñas son las más afectadas. Representan al 99% de las víctimas en la industria del sexo comercial y al 58% en otros sectores.
La ONU denuncia también que hay 15,4 millones de personas atrapadas en matrimonios forzados.
Otro dato alarmante es que 1 de cada 4 víctimas de la esclavitud moderna son niños. Además, 150 millones de niños están sujetos al trabajo infantil, casi uno de cada diez niños en todo el mundo.