Mauricio Macri apelará en los próximos días el procesamiento que le dictó el juez Martín Bava por el espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan, el submarino que se hundió durante su gobierno. Su abogado, Pablo Lanusse, calificó el fallo del magistrado como un “disparate” mientras insiste en correr a Bava de la causa y llevar el expediente a los tribunales de Comodoro Py.
El miércoles por la tarde, Bava procesó a Macri por haber ordenado que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) --desde su delegación de Mar del Plata-- espiara a las familias de los submarinistas entre diciembre de 2017 y finales de 2018. Más allá del procesamiento, Bava tomó dos decisiones que molestaron profundamente a Macri: decretar un embargo por 100 millones de pesos y prohibirle la salida del país.
“Vamos a apelar todo”, dijo Lanusse en la señal LN+. El defensor del expresidente tiene un plazo de tres días hábiles para hacer la presentación, por lo que el tenor de la apelación podría conocerse entre lunes y martes. En esa misma entrevista, Lanusse disparó contra Bava, a quien describió como un “juez carente de las condiciones mínimas de magistrado de la Nación” y, de rebote, contra el presidente Alberto Fernández, a quien se refirió como un “títere”.
El procesamiento hizo subir la temperatura en el entorno de Macri, quien estaba de visita en Chile para participar supuestamente de una cumbre sobre cambio climático, aunque se lo terminó viendo con el presidente Sebastián Piñera y dando su apoyo al candidato ultraderechista José Antonio Kast.
Días atrás, la Cámara Federal de Mar del Plata había revocado la decisión de Bava de prohibirle la salida del país. Sin embargo, el juez insistió y la fundó con el procesamiento. Con esta nueva resolución, Macri --que últimamente oficia de trotamundos gracias a su cargo en la Fundación FIFA-- deberá pedir autorización cada vez que quiera dejar la Argentina. El juez, además, le prohibió ausentarse por más de diez días de su domicilio sin dar aviso al juzgado.
La versión de Macri
Lanusse acusa a Bava de tener un particular encono contra Macri y sostiene que sabían desde el mismo día que lo llamó a indagatoria que iba a procesarlo. Macri esquivó presentarse durante casi un mes y finalmente lo hizo el 3 de noviembre. Ese día optó por no dar ninguna explicación ante el juez y entregó un escrito en el que negaba haber ordenado el espionaje.
El juez Bava responsabiliza a Macri por haber dado la orden para que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) siguiera a los familiares de los tripulantes y de haber usado esa información para tomar decisiones políticas. Uno de los elementos más fuertes en ese sentido lo proporciona un parte de inteligencia que enviaron los espías desde Mar del Plata el 3 de febrero de 2018, anticipando qué plantearían algunos de los parientes en la reunión que se haría tres días después en la Casa Rosada.
Macri, por el contrario, sostiene que si la AFI hizo informes sobre los familiares fue porque colaboraba con la Casa Militar a la hora de identificar potenciales riesgos a la seguridad presidencial antes de una visita a la ciudad balnearia. Ese documento muestra, como dice Bava, que las tareas de inteligencia --que no fueron ordenadas por ningún juez-- se hicieron a lo largo del período 2017-2018 y no únicamente cuando Macri estaba en Mar del Plata.
Los parientes sentían que los seguían e incluso en 2018 manifestaron que había una actividad inusual en sus teléfonos. La sensación que los acompañaba era que siempre estaban un paso detrás de los funcionarios del gobierno de Macri, que venía con las respuestas a lo que iban a plantearles.
El otro partido que Macri tiene en mente
Más allá de la apelación, Macri tiene otro partido en mente y se juega en los tribunales de Comodoro Py. Por un lado, tiene un pedido para que la Cámara Federal de Casación Penal defina si Bava debe continuar al frente del expediente. El expresidente acusa al juez de ser parcial y de prejuzgar. Esa definición estará en manos de la Sala II del máximo tribunal penal del país, que integran Alejandro Slokar, Carlos Mahiques y Guillermo Yacobucci. En realidad, el recurso que les llegó a los casadores corresponde a la primera recusación que Macri presentó contra Bava y que la Cámara Federal de Mar del Plata rechazó el 27 de octubre pasado. Después hubo una segunda, que también fue rechaza. A priori no parece tener demasiadas chances.
La principal apuesta de Macri es que la causa se mude a los tribunales de Comodoro Py. En ese caso, si bien no logró impedir que lo procesen, se aseguraría que la revisión de la resolución de Bava quede en manos de la Cámara Federal porteña. Allí, en general, está acostumbrado a pisar fuerte.
Días atrás, el presidente de la Cámara Federal porteña, Martín Irurzun, le ordenó al juez Ariel Lijo que defina si la investigación por el espionaje a los familiares del ARA San Juan debe seguir en Dolores o pasar a Comodoro Py, como reclamó Macri el 18 de octubre pasado. El argumento del expresidente para forzar el pase es el siguiente: dice que si él hubiese ordenado el espionaje, lo habría hecho desde la Casa Rosada, que está ubicada en la Ciudad de Buenos Aires y, por ende, son competentes los tribunales federales de esa jurisdicción para juzgarlo.
Por el momento, no se esperan definiciones de Lijo. La Cámara Federal de Mar del Plata tiene para resolver un recurso sobre la competencia del juzgado de Dolores, que podría traccionar el expediente del espionaje a las familias del ARA San Juan hacia los tribunales de Comodoro Py. Ninguna definición se espera por estos días, pudo saber Página/12, aunque no descartan que el tema se trate antes de la feria de enero.