El alcalde de San Pablo, la ciudad más poblada de Brasil, anunció que se cancela la tradicional fiesta de Año Nuevo ante la detección de los primeros tres casos de la variante Ómicron del coronavirus en el país. En Río de Janeiro, por su parte, se amplían los lugares donde se exigirá el pase sanitario.
"Lo que pesó mucho fue la cuestión de la nueva variante ómicron. Me acuerdo que, cuando se presentó la variante delta, la ciudad de San Pablo se adelantó e impuso barreras sanitarias", dijo el alcalde Ricardo Nunes y agregó que la medida responde a una recomendación del comité científico asesor.
"Es importante enfatizar que (la cancelación) no es debido a que se ha detectado algo grave, pero es necesario hacer una monitorización y el plazo se quedaría muy corto", afirmó.
San Pablo, donde viven alrededor de 12 millones de habitantes, se suma así a otras 15 ciudades que cancelaron sus fiestas de fin de año.
Barbijos obligatorios
El gobernador del estado de San Pablo, Joao Doria, anunció el miércoles que mantendrán la obligatoriedad del uso de barbijos en el espacio público. La medida sería levantada el 11 de diciembre.
"Todos los números demuestran que la pandemia está cediendo en Sao Paulo, pero vamos a optar por la precaución. Nuestro mayor compromiso es con la salud de la población", señaló Doria en sus redes sociales.
Río de Janeiro
Ante la aparición de los primeros tres casos de la variante Ómicron, en Río de Janeiro se amplió la cantidad de lugares donde será obligatorio presentar el pase sanitario. Este será exigido a las personas mayores de 12 años en bares, restaurantes, cafeterías, taxis, transporte por aplicación de telefonía móvil, hoteles, posadas, alquileres por temporada, salones de belleza y centros comerciales.
Antes sólo era requerido en estadios, gimnasios, piscinas, centros de entrenamiento, clubes, museos, exposiciones, acuarios, parques de diversiones, conferencias y ferias.
Para comprobar la vacunación serán aceptados el certificado que el Sistema Único de Salud (SUS) emite a nivel nacional en portugués, inglés y español o el que entregan a nivel municipal las Secretarías de Salud. Quienes falsifiquen el certificado podrán ser multados o sometidos a "procesos civiles y penales".
Brasil totaliza más de 22 millones de casos confirmados y acumula 615.000 muertes asociadas al coronavirus.