El equipo ruso de Copa Davis consiguió este jueves su paso a las semifinales luego de superar por 2-0 a su par de Suecia en el Madrid Arena, gracias a las victorias de Andrey Rublev y Daniil Medvedev sobre los hermanos Elías y Mikael Ymer. Ahora, se medirá el sábado ante Alemania, que viene de eliminar a Gran Bretaña por 2-1 gracias a su victoria en el partido de dobles, mientras que Croacia y Serbia, en tanto, se enfrentarán en la otra semifinal este viernes.
No por nada se había anotado como una de las grandes favoritas: Rusia, campeona en 2002 y 2006, cerró el penúltimo cruce por la vía rápida, aun a pesar de no tener su mejor día, porque lo cierto es que Rublev sufrió ante Elias Ymer antes de terminar venciéndolo en tres sets, por 6-2, 5-7 y 7-6 (7-3).
El sueco tuvo la primera opción de tomar ventaja, pero el ruso salvó esa bola de break y enseguida rompió por partida doble en el primer set del partido. Rublev se relajó cuando iba 5-4 y el mayor de los hermanos Ymer terminó forzando hasta el tie break en el tercer set. Aquel primer punto de la serie se apretó mucho más de lo que se esperaba y, aunque el número cinco del mundo no cedió opción de break al sueco, tuvo que llegar a la muerte súbita para lograr el triunfo.
Con el 1-0, Medvedev se encargó de cerrar la serie y, aún sin desplegar su mejor tenis, selló con contundencia el triunfo, tras despachar por doble 6-4 a Mikael Ymer, el menor de los hermanos, tras un inicio complicado por la agresividad de su rival. La victoria del número dos del mundo empezó a edificarse luego de que lograra ponerse 3-1, mantuviera la ventaja y se terminara quedando con ese primer set.
El campeón del US Open puso a Suecia contra las cuerdas con un 3-0 de inicio en el segundo set, pero Mikael sacó la garra de estos días de competición para aferrar a los suyos a la pista. El sueco dejó un intercambio de breaks y no tiró la toalla, pero Medvedev impidió el milagro y puso a Rusia contra Alemania en una de semifinales. Los teutones, ganadores de la Davis en 1988 y 1993, serán el próximo rival a vencer, en un atractivo cruce entre dos que pelean en su sueño de verse campeones otra vez, después de un largo tiempo sin abrazar la ensaladera de la gloria.