Luego de revelar en una entrevista por televisión que no tiró del gatillo en el mortal incidente durante el rodaje de Rust, Alec Baldwin sumó en apoyo a su versión al director asistente Dave Halls, el hombre que le dio el arma cuyo disparo acabó con la vida de Halyna Hutchins.
La abogada de Halls manifestó que "me ha dicho desde el primer día que lo conocí que Alec no apretó el gatillo". Así lo dijo Lisa Torraco en una entrevista televisiva, que sostiene la versión del actor. "Su dedo nunca estuvo en el gatillo", recalcó.
En un adelanto divulgado el miércoles, Baldwin aseguró que "nunca apuntaría con un arma a nadie y apretaría el gatillo, nunca", en lo que fue la primera entrevista tras lo ocurrido el pasado 21 de octubre en Albuquerque, Nuevo México. En lo que se vio, el actor no dio más indicios sobre si la pistola se disparó sola ni hace mayores descripciones, al tiempo que dijo que no imaginaba que hubiera balas de verdad en el set de filmación. "Alguien puso munición real en esa pistola, una bala que ni siquiera debía estar en el edificio", añadió.
Halls le entregó el arma a Baldwin y, en dichos anteriores, había reconocido que no revisó el arma antes de la escena porque estaba convencido de que la municiones eran de fogueo. Así lo declaró ante las autoridades policiales de Nuevo México. esto avalaría la hipótesis de la investigación de que había mezcladas balas de salva con munición real entre los 500 cartuchos confiscados después del accidente.
Justamente, las balas de mentira no tienen pólvora, a diferencia de los cartuchos de fogueo, que recrean la explosión de un arma. Las balas de mentira se usan solamente cuando el guión requiere que haya proyectiles en pantalla. La escena del trágico momento era el ensayo de Baldwin en un primer plano de su mano que disparaba hacia la cámara.
"Pistola fría"
La otra persona involucrada es Hannah Gutiérrez Reed, responsable del departamento de armas de Rust. La mujer declaró a la policía que el día del accidente se había asegurado de que las balas a usar fueran ficticias y aseguró que no sabía que hubiera munición real en el set.
La armera, de 24 años, puso varias armas en un carro aquel fatídico 21 de octubre. Después del almuerzo, Halls tomó una de esas armas y se la dio a Baldwin tras gritar "Pistola fría", que en el argot de un rodaje refiere a un arma descargada. El director Joel Souza, herido en el accidente, un camarógrafo, confirmaron esto en sendas declaraciones juradas.
No obstante, esto no concuerda con lo dicho por Adan Mendoza, sheriff de Santa Fe, que se refirió a las balas decomisadas y dijo que eran una mezcla de "cartuchos de fogueo, balas falsas" y lo que, expresó, podrían ser "balas verdaderas".
El martes pasado comenzó el registro de la empresa que dio las municiones. Los investigadores quieren saber el origen preciso de las municiones entregadas por la firma PDQ Arm & Prop LLC, con sede en Albuquerque y cuyo dueño, Seth Kenny, declaró haber visto un cargamento llamativo, dado que tenía un etiquetado distinto.
Kenny había trabajado en el pasado con el armero Thell Reed, padre de Hannah. Al parecer, Thell Reed dijo que en el verano, durante otro rodaje, le pidió balas reales a Kenny para que los actores practicaran tiro, y que devolvió el material sobrante, unas 200 a 300 balas.
Mientras, la supervisora del guión de Rust, Mamie Mitchell, y el jefe de iluminación, Serge Svetnoy, demandaron a Baldwin (responsable de producción de la película) y otros miembros de la producción por poner en riesgo la seguridad de los trabajadores.