El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, aseguró que su país no quiere "ningún conflicto" y llamó a Estados Unidos a cooperar con Moscú en la solución de la crisis ucraniana. Lavrov subrayó que la situación internacional es "efectivamente muy tensa" y que "la única salida" es "buscar un equilibrio de intereses" al inicio de una reunión en Suecia con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
"Estamos interesados en aunar esfuerzos para el arreglo de la crisis ucraniana. Nuestros colegas estadounidenses han dicho más de una vez que quieren ayudar reestableciendo un canal de diálogo que ya existía durante la anterior administración. Estamos dispuestos a ello", señaló Lavrov en alusión al conflicto en el Donbás.
Sin embargo, según un comunicado del ministerio de Exteriores ruso, Lavrov también subrayó ante Blinken que "arrastrar a Ucrania en los juegos geopolíticos" de Estados Unidos, en medio del despliegue de las fuerzas de la OTAN cerca de las fronteras rusas, acarrearía "consecuencias muy graves". El canciller de Rusia agregó que en ese caso Moscú se vería obligada a "tomar medidas de respuesta" para equilibrar el balance militar y estratégico.
Por su parte el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, le pidió a Rusia que respete la soberanía de Ucrania y que retire sus tropas junto a la frontera para contribuir a que disminuya la tensión en la zona. Blinken se mostró "muy preocupado" por las "evidencias" que apuntan a que Moscú planea una "agresión" contra Ucrania y acusó al Kremlin de no cumplir con los acuerdos de Minsk de 2015 para poner fin al conflicto bélico.
"Si Rusia sigue el camino de la confrontación en Ucrania responderemos con resolución, incluyendo medidas de impacto económico que hemos evitado usar en el pasado", advirtió Blinken. Fuentes diplomáticas presentes en Suecia aseguraron que el presidente estadounidense, Joe Biden, y su par ruso, Vladimir Putin, podrían mantener un diálogo directo para evitar una "confrontación militar" en Ucrania.