La danza de negociaciones que movilizó la estrategia electoral de Horacio Rodríguez Larreta para la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires cerró ayer un capítulo: Jorge Macri asumió finalmente como ministro de Gobierno porteño. La presentación oficial, que se realizó en La Rural luego de un recorrido por el vacunatorio, corona así el acuerdo sellado entre el intendente de Vicente López (en uso de licencia) y el jefe de Gobierno porteño a mitad de año y prepara el terreno para el armado nacional de Larreta 2023. El primo de Macri cumplirá un rol político clave en el gobierno de la Ciudad, oficiando de canal de diálogo con los intendentes del conurbano y aceitando la relación del gabinete porteño con el resto del AMBA.
"Con Jorge compartimos la pasión, la obsesión por la gestión y el detalle. Él nos va a ayudar mucho en la integración con el área metropolitana. Es un tipo con experiencia de gestión que conoce muy bien los problemas del área. Es una gran incorporación y un orgullo", lo presentó Horacio Rodríguez Larreta en el vacunatorio que se montó en el predio de La Rural en Palermo, acompañado por el ministro de Salud, Fernán Quirós, y el jefe de Gabinete, Felipe Miguel. A su turno, entre sonrisas y abrazos afectados, Jorge Macri le agradeció pomposamente y celebró su desembarco en el gabinete porteño: "Es un placer sumarme al equipo. Si algo dio notoriedad a la pandemia es que los problemas son comunes y las soluciones tienen que ser en conjunto. No hay más espacio en la política para que digamos que un problema es responsabilidad de un otro". Durante su discurso, Macri hizo todo lo posible para destacar que él no hacía "distinciones entre porteños y vecinos de la provincia" sino que venía a "aportarle soluciones a todos", en un intento de justificar su mudanza al otro lado de la General Paz (una maniobra que él mismo criticó duramente cuando fue Diego Santilli quien cambió su ropaje de vicejefe de Gobierno porteño por el de candidato a diputado bonaerense).
Como ministro de Gobierno, cargo hasta ahora ocupado por Bruno Screnci, Jorge Macri tendrá bajo su órbita el vínculo con el gobierno provincial y los intendentes. Además de la coordinación de las actividades del día a día con los municipios - como la recolección de residuos o la administración del transporte -, el primo del expresidente tendrá un rol fundamentalmente político. Aprovechando el vínculo que ya tiene con los intendentes del conurbano (incluso con los que pertenecen al Frente de Todos), Macri funcionará como armador de Larreta en la Provincia de Buenos Aires. El objetivo, además, es que se desempeñe también como una suerte de vocero de Larreta, un cargo que antes ocupaba Diego Santilli.
El desembarco de Macri en la Ciudad representa la coronación del pacto sellado a mitad de año con Larreta para bajarse de la interna bonaerense y abrirle el camino a Santilli. Una jugada clave que, junto a la candidatura de María Eugenia Vidal en la Ciudad, formaba parte del enroque electoral diseñado por el jefe de Gobierno porteño para las elecciones legislativas de este año. Las ganancias de este acuerdo son compartidas: mientras que Larreta gana un referente con peso político propio que lo ayude a posicionarse en su carrera presidencial de 2023, Macri apuntala exposición y un ámbito de influencia para su propia ambición de ser gobernador de la Provincia de Buenos Aires. No se descarta, sin embargo, que el bonaerense pretenda con esta maniobra poder volver a ir por un nuevo período en Vicente López (ya que su pedido de licencia le permite sortear la ley que prohíbe las reelecciones indefinidas) o competir por la jefatura de Gobierno.
Durante la presentación oficial, por otro lado, ambas figuras del Pro aprovecharon para defender a Mauricio Macri en la causa que lo investiga por espionaje ilegal de los familiares de las víctimas del submarino Ara San Juan. "Estamos seguros de que es una causa política, Mauricio no tuvo nada que ver con las escuchas", afirmó Larreta, quien, a su vez, se refirió a las negociaciones del gobierno nacional para llegar a un acuerdo con el FMI y sostuvo que las mismas tendrían que estar supeditadas al debate en el Congreso: "El ámbito de diálogo natural es el Congreso. Siempre vamos a estar con buena predisposición, lo que sea bueno para los argentinos nosotros lo vamos a aprobar".