“Vengo a manifestarme contra el abuso de los neoliberales y de (Horacio Rodríguez) Larreta, quien lejos de hacer lo que promete, arma sus negocios particulares violando los derechos de la ciudadanía, y en una hermosa ciudad que está destrozando”. Las palabras de la artista plástica Marina Olmi sintetizan lo que muchos vecinos manifiestan frente a la Legislatura porteña, en una jornada que se inició este jueves a las diez de la mañana. Los activistas y vecinos llegaban a la intersección de Perú, Alsina y Diagonal Sur --ya que la cuadra de la entrada de la Legislatura, estaba totalmente vallada--, en paralelo a los preparativos que dentro del recinto anunciaban la sesión ordinaria que buscaría el aval parlamentario para la construcción de nuevas edificaciones en torre.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires "esto pueden votarlo, pero no es legítimo, ni legal”, advierte Barbara Rossen del Colectivo de Arquitectas en Defensa de las Tierras Públicas quienes acompañan las acciones por la preservación de la costanera porteña como espacio verde y público, entre otros proyectos urbanísticos en debate. “No es legal porque estos proyectos no cumplen con el plan urbano ambiental de la ciudad, y aunque logren votarlos, no se encuadran en normas superiores como es el plan ambiental, contemplado en nuestra Constitución” detalla Rossen a Página/12.
Los proyectos para emplazar torres en los predios de las Costaneras Norte y Sur se encuentran en el eje del debate. Además de reducir el espacio verde, esas construcciones obstaculizarían el acceso –visual y material—, al Río de la Plata. “El río no se vende –agrega Olmi—, por eso pedimos que Larreta cumpla con lo que prometió: hacer una ciudad mejor, y deje de pensar en sus negocios inmobiliarios, sin límite ni bien gusto”, subraya. A su alrededor se ven banderas de organizaciones ambientalistas y de izquierda, de comuneros y centro culturales que siguen llegando al lugar.
“Hacer torres de lujo, sobre humedales, es el último paso para consolidar una ribera destinada a los que más tienen” se escucha por la radio abierta montada en el lugar, que funcionó hasta que en pantalla gigante comenzó a transmitirse la sesión. Los vecinos que se acercan conocen la problemática: una audiencia pública que tuvo más de 7.000 inscriptos y una Iniciativa Ciudadana con más de 53.000 firmas, los avalan.
“Hay que defender la ciudad de estos atropellos, porque una vez que se construye ya no hay vuelta atrás”, advierte Marta, una vecina. Su compañera Liliana señala: “La construcción de torres en Costa Salguero y Punta Carrasco, y en la ex Ciudad Deportiva de Boca, son los más importantes, pero hay 70 excepciones al código urbanístico, que quieren aprobar, para hacer torres en vez de parques o viviendas comunes”, reclama. Enzo vino con “Les jóvenes” un espacio de militancia no partidaria, dice. Diega, su referente, tambor en mano, explica que quieren "que mañana, el río, que es de todos siga siendo público, y las costaneras sean parques que podamos disfrutar todos, algo más que necesario en esta época de contaminación ambiental”.
“Nunca hubo una movilización popular tan grande por temas ambientales", reflexiona Rossen, y debe tenerse en cuenta, añade. El modelo que proponen aquí no toma en cuenta el déficit habitacional porque las viviendas que contempla tienen otro fin: "solo son una reserva de valor --se explaya la arquitecta--, no están pensadas para resolver el problema de quienes hoy no pueden pagar el alquiler”.
Era ya el mediodía cuando un cartel gigante se extendió sobre la cúpula el edificio legislativo: “No a las torres, si al deporte”. Se coronaba así, al palacio, con un saludo a los manifestantes. En la calle, María José Lubertino –presidenta de la Asociación de Ciudadanos por los Derechos Humanos—, señalaba: “Se vota la rezonificación de costanera norte y sur, a través de convenios que no consideran la voluntad de la ciudadanía, que se expresó en audiencias públicas. Y sobre la Iniciativa Popular, nos dicen que están recontando las firmas. Hay más de 50.000 firmas… ¡Parece una burla!”
Lubertino añade: “Estoy acá como vecina, y no es una movida opositora, como dicen, es un acto de consciencia cívica”. Fernanda es activista de “La Defensoría de los laburantes” y en especial le preocupa que sobre “la ex ciudad deportiva, el Grupo IRSA pretenda construir torres y un gran shopping". Carolina porta un estandarte verde, y agrega con ironía: “Solo canteros hace Larreta, y quiere que los veamos como ¡espacios verdes!”.
Entre los activistas por una mejor calidad de vida en la ciudad, el colectivo de arquitectas detalla que aún si se vota la rezonificación “será un acto ilegítimo, ya que no es lo que quiere la ciudadanía”. El grupo de profesionales creció. Eran 350 cuando comenzaron. Hoy son más de 700, en esta "gesta de participación ciudadana". “El planeamiento debe ser participativo y democrático. Aquí hubo una audiencia pública y se presentó una Iniciativa Popular”, insiste Rossen, sobre las acciones que se expresan contra la venta de los terrenos y de los proyectos inmobiliarios. Los jóvenes, se protegen del sol, no quieren irse. Las mujeres con niños se sientan en la vereda. Miran a la pantalla gigante. En el recinto, continúa el debate.
“Conjunción de reclamos”
Eran las doce y media cuando el diverso grupo de activistas por el espacio verde en la ciudad recibió a las dos manifestaciones por derechos laborales que se habían convocado un poco más temprano, en las inmediaciones. Por una diagonal ingresaron los docentes, por otra, grupos de ATE de trabajadores de educación y de salud.
Bernardo Pérez Etchegoyen, docente de UTE –Unión de Trabajadores de la Educación--, agrega: “Venimos para expresarnos por una ley de titularización de los cargos en CABA, y porque la obra social de los docentes –OBSBA-- está vaciada”. Reconoce sin embargo que la presencia de su espacio, aporta voces al reclamo por la reurbanización de la ciudad, y reflexiona: “En la conjunción de las distintas luchas es importante lo ambiental. Es algo que tenemos que priorizar, porque una ciudad, si no tiene viviendas disponibles, no se puede habitar con calidad”.
El himno nacional comenzó a sonar a la una del mediodía, a cargo de la banda de vientos y tambores de la Agrupación de Hospitales de la Ciudad, de ATE. "Reapertura de paritarias y el pase a planta", sus reclamos sostenidos, suman estos días el cese de la persecución a los delegados y de los despidos. En la figura de Héctor Ortíz, se resumen esa exigencia. Ortíz, licenciado en enfermería –hoy despedido-- fue central durante las olas de pandemia. "Luego de 38 años en el Duran, y 36 en el Pedro de Elizalde, fue despedido ¡lo tienen que reincorporar!” dicen sus compañeros.