En medio de las internas feroces que sacuden Juntos Por el Cambio, y solo unas horas antes de presentar oficialmente a Jorge Macri como nuevo ministro de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta decidió continuar con su ronda de encuentros políticos que buscan alivianar el clima de tensión que se vive en la coalición opositora desde las elecciones legislativas. Tras haberse reunido con Elisa Carrió y Mauricio Macri, el jefe de Gobierno porteño se juntó a desayunar con la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien hasta hace una semana había intentado desplazar al larretista Cristian Ritondo de la presidencia del bloque en la Cámara de Diputados. Según confirmaron fuentes que siguieron de cerca el intercambio, la reunión cumbre entre los referentes del PRO - que se encuentran metidos de lleno en una batalla por el liderazgo del partido - giró en torno a la necesidad de establecer reglas de juego claras de modo de evitar que las competencias internas de cara al 2023 terminen detonando la coalición.
"Fue una reunión muy razonable. La idea era ir pensando en una dinámica que organice la competencia en el futuro, sobre todo para que el día de mañana no terminemos prendiéndonos fuego entre todos", señaló a Página/12 un funcionario del entorno de la exministra de Seguridad macrista. Era la primera vez que Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se reunían en extenso mano a mano desde el 14-N y el objetivo era, además analizar los resultados electorales, planificar la próxima etapa en medio de las tensiones internas que se estaban viviendo al interior del Pro, en particular, y de Juntos Por el Cambio, en general. "Tuvo más que ver con el futuro que con el pasado, es decir cómo vamos a organizar de manera razonable los mecanismos para los próximos debates", indicaron cerca de Bullrich.
El encuentro cumbre entre ambos dirigentes tuvo lugar en un contexto particularmente agitado de la coalición opositora. Por un lado, los "halcones" comandados por Patricia Bullrich tienen la expectativa de endurecer el perfil del interbloque, especialmente en la Cámara de Diputados. La semana pasada, la mano derecha de Bullrich, Gerardo Millman, encabezó una maniobra para disputar los cargos del bloque que conduce Cristian Ritondo, al punto de incluso cuestionar la misma presidencia del bloque. Finalmente, Ritondo - que pertenece al ala larretista - terminó confirmándose en la presidencia del bloque, pero las negociaciones por el resto de los lugares continúan.
Por el otro lado, el frente Juntos Por el Cambio se encuentra sumido en varios pases de factura públicos. La interna por la presidencia del bloque radical se derramó sobre toda la coalición, con intervenciones públicas de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, llamando "hijos privilegiados de corruptos" a algunos dirigentes radicales (como Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti) y la dura respuesta de estos. Para calmar un poco los ánimos Larreta se reunió con Carrió hace unos días.