Paleontólogos chilenos presentaron sus estudios sobre el nuevo Stegouros elengassen, un enigmático dinosaurio que tiene una cola con forma de hacha o de cuchillas emparentadas. Los restos del animal fueron descubiertos casi intactos en la Patagonia hace tres años, pero no se había presentado ningún informe académico hasta el momento que describiera a este misterioso dinosaurio.
En febrero de 2018, un grupo de 19 científicos realizaban excavaciones en Cerro Guido, un prolífico yacimiento de restos de dinosaurios ubicado en una agreste zona de la Patagonia chilena, donde encontraron rocas con huesos de lo que parecía un dinosaurio ornitópodo.
Pero desde el fondo de la tierra sorpresivamente aparecieron los restos de una cola que los desconcertó.
"Fue la principal sorpresa (…) esta estructura es absolutamente desquiciada, porque la cola estaba recubierta de estos siete pares de huesos dérmicos, cinco de los cuales estaban fusionados en la mitad de la cola tapando estos huesos produciendo un arma absolutamente distinta a todo lo que se conocía para cualquier dinosaurio", dijo Alexander Vargas, uno de los paleontólogos, durante la presentación del descubrimiento en la Universidad de Chile, en la que también participaron autoridades de gobierno.
Los expertos se mostraron sorprendidos también de haber logrado descubrir el 80% del esqueleto del dinosaurio casi intacto.
Después de los análisis, estimaron que el animal vivió en la zona entre 71 a 74,9 millones de años atrás. Tenía una longitud de unos dos metros, pesaba cerca de 150 kilos y era hervíboro.
El descubrimiento fue publicado también en la reconocida revista científica Nature.
La cola con forma de hacha que desconcierta a los científicos
La extrañísima cola poseía siete pares de huesos dérmicos proyectados lateralmente, que le dan un aspecto similar a una fronda de helecho o a un "Macuahuitl", un garrote de guerra utilizado por los antiguos aztecas que habitaron Centroamérica.
Justamente, este rasgo dio origen al nombre que los científicos dieron al dinosaurio: "Stegouros elengassen". Stegouros se traduce como "cola techada", mientras que "elengassen" es el nombre de un mítico monstruo acorazado en la tradición de los antiguos pueblos patagones o tehuelches del sur del continente.
Los expertos sostienen que los restos se tratarían de un linaje desconocido de un dinosaurio "acorazado" nunca visto en el hemisferio sur, con características asociadas a otras especies ya identificadas en el norte del continente, como las colas con púas pareadas de los estegosaurios o la enorme maza redondeada en la cola de los anquilosaurios que vivían en los dos hemisferios.
"Desconocemos las razones por las cuales evolucionó una estructura como ésta (la cola). Sí sabemos que dentro de los grupos de los dinosaurios acorazados parece haber una tendencia a desarrollar de manera independiente distintos mecanismos de defensa en base a huesos dérmicos", dijo, en tanto, Sergio Soto, otro de los paleontólogos.
Un nexo entre América y la Antártida
Los fósiles del Stegouros fueron encontrados en el valle de Las Chinas, en Cerro Guido, cerca de la frontera con Argentina (unos 3.000 km al sur de Santiago). Con una extensión de unos 15 km, allí afloran distintas formaciones de rocas que contienen fósiles que han sido estudiados por científicos desde hace varios años.
Para los paleontólogos, esta zona es "una especie de libro que nos permite entender las sucesiones de flora y fauna que habitaron ese lugar", que también ha ayudado ha descubrir la cercanía que hubo hace millones de años entre lo que hoy es América y la Antártida.
"Existen distintas evidencias contundentes de que hay una conexión biogeográfica con otras regiones del planeta, en este caso Antártida y Australia, porque tenemos dos dinosaurios acorazados cercanamente emparentados con este (Stegouros)", aseveró Soto.