Un fiscal pidió este viernes que sea condenado a reclusión perpetua un expolicía acusado de haber asesinado de 15 puñaladas en febrero pasado a su expareja, Úrsula Bahillo, a quien tenía prohibido acercarse, ya que la joven lo había denunciado varias veces por violencia de género, en la ciudad bonaerense de Rojas.
El pedido fue formulado por el fiscal Sergio Terrón, quien durante su alegato solicitó al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Junín que sentencie a Matías Ezequiel Martínez (26) a dicha pena por el “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por alevosía y por femicidio” de Úrsula (18).
El juicio por el femicidio de la joven comenzó este viernes a las 9.30 en la sede de los tribunales de Junín y se llevó a cabo de manera presencial, con el aforo correspondiente por la pandemia del coronavirus.
Fuentes judiciales informaron a Télam que declararon unos diez testigos, entre ellos el padre de la víctima, y el único acusado del juicio, el expolicía y expareja de Bahillo.
De acuerdo a los voceros, Martínez aseguró ante el TOC 1, conformado por los jueces Carina Piegari, Claudia Dana y Esteban Melilli, que no tuvo intenciones de matar a la joven y que ella lo “agredió” en primera instancia.
Finalizada la ronda de testigos, el fiscal Terrón, quien también instruyó la causa, realizó su alegato y pidió una pena de reclusión perpetua para Martínez por el “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por alevosía y por femicidio” de Bahillo.
Por su parte, el abogado Emiliano Basso, que representa a la familia de la joven asesinada como particular damnificada en la causa, acompañó el pedido del fiscal Terrón.
En tanto, la defensa del expolicía solicitó que Martínez sea condenado por un “homicidio en exceso de la legítima defensa”, informaron fuentes judiciales.
Luego de los alegatos, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el 14 de diciembre a las 10, cuando dará a conocer el veredicto.
Martínez permanece detenido en la Unidad Penal 49 de Junín y el pasado 22 de febrero fue condenado por el juez en lo Correccional 1 de Junín, Héctor Alberto Barbera, por los delitos de "lesiones leves agravadas en concurso con amenazas agravadas", en perjuicio de una expareja, en 2017.
Estos cuatro años de cárcel se unificarán con la eventual pena única de reclusión perpetua a la que podría ser condenado por el femicidio de Úrsula, indicaron las fuentes.
Según el requerimiento de elevación a juicio realizado por Terrón, al que accedió Télam, “el mismo día del hecho, en horas de la mañana, el imputado Martínez fue convocado a la Ayudantía Fiscal de Rojas para ser notificado de la imposición de un perímetro que le vedaba acercarse a Úrsula Bahillo y, como bien consta en el acta de procedimiento, tenía en su poder al momento de su aprehensión".
"Que dicha restricción no fue un obstáculo para concertar un encuentro con la víctima en horas de la tarde. (...) Que dicho encuentro al que accedió la víctima, debe hacerse insoslayablemente desde una mirada de perspectiva de género, entendiendo que una mujer manipulada que no puede romper una telaraña de amenazas y violencia, acude a hablar con el imputado para aclarar la situación que estaban viviendo y por la que lo había denunciado", sostuvo Terrón.
Según la acusación, con Úrsula a bordo, el sospechoso se alejó al paraje Guido Spano, distante aproximadamente a 10 kilómetros de la ciudad de Rojas, "siendo un lugar con frondosa arboleda, con un río en las proximidades, totalmente inhóspito".
"Allí, con la víctima a su merced, sin posibilidad de ser auxiliada por persona alguna, realizó el feroz ataque (...) con el cuchillo --secuestrado en autos-- que tenía en su poder y había llevado con dicho propósito, ocasionándole una muerte brutal a esta joven de apenas 18 años de edad", indicó la fiscalía.
Tras el femicidio, Martínez llamó "reiteradamente a su tío, luego de las 20, pidiéndole que vaya solo (¿buscando su colaboración o complicidad tal vez para deshacerse del cadáver?), no sin antes montar una 'mise en scène' para hacer creer que existió un ataque previo de la víctima o, tal vez, una tentativa de suicidio".
Úrsula fue hallada asesinada a puñaladas el lunes 8 de febrero último cerca de las 20.30, entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, y en ese mismo lugar la policía apresó a Martínez herido.
El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del imputado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque le confesó en un llamado que "se había mandado una cagada".
Al llegar al lugar, la Policía encontró a la chica asesinada y al hombre malherido, ya que después del crimen se clavó el arma homicida en el abdomen, adentro de su auto. Martínez intentó escapar a pie por los pastizales, pero fue reducido y quedó detenido.
Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.
Tras las denuncias, le habían otorgado a la adolescente un botón antipánico que llegó a Rojas días después del femicidio.