En las últimas horas, un video de Ameca, el humanoide “más avanzado del mundo”, se convirtió en un fenómeno viral por los movimientos y las expresiones faciales hiperrealistas que es capaz de producir este robot.
Creado por Engineered Arts, el principal diseñador y fabricante de robots de entretenimiento humanoides del Reino Unido, Ameca está diseñado específicamente como una plataforma para el desarrollo de tecnologías robóticas futuras.
“La inteligencia artificial similar a la humana necesita un cuerpo artificial similar al humano. Los sistemas de inteligencia artificial y aprendizaje automático se pueden probar y desarrollar en Ameca, un desarrollo basado en nuestra propia investigación en robótica humanoide y construido sobre nuestra avanzada tecnología Mesmer”, explicó Engineered Arts.
En el video, se ve al robot moviendo el hombro, antes de abrir los ojos con una expresión de conmoción o sorpresa. Incluso parpadea varias veces y observa con curiosidad el brazo de su máquina. Ameca finaliza su demostración extendiendo su mano y admirando sus brazos y ligamentos mecánicos.
La cara está alojada en un “cuerpo artificial similar a un humano que cuenta con un poderoso sistema operativo de robot Tritium”, precisó la compañía sobre el humanoide, que aunque en etapa de desarrollo ya está disponible para alquilar o comprar. El próximo paso a lograr, explicaron los desarrolladores, será lograr que camine, aunque aún falta para eso.
Sophia
Ameca no es el único humanoide en capturar la atención mediática. En 2016, la empresa Hanson Robotics, en Hong Kong, presentó al robot Sophia. A principios del 2021, Sophia volvió a ser noticia, cuando se subastó una obra de arte digital --mediante token no fungible (TNF)-- de su autoría.
El robot produjo su obra "Sophia Instantiation", un archivo MP4 de 12 segundos, en colaboración con el artista digital italiano Andrea Bonaceto (31), conocido por sus coloridos retratos, algunos de los cuales representan a personas famosas, como el presidente de Tesla, Elon Musk.
“Espero que a la gente le guste mi trabajo y que los humanos y yo podamos colaborar en nuevas y excitantes formas de avanzar”, manifestó entonces Sophia. “Usamos redes transformadoras y algoritmos genéticos en mi arte, y otros tipos de creatividad computacional”, detalló el robot. “Mis algoritmos generan patrones únicos que nunca antes existieron en el mundo. Así que creo que las máquinas pueden ser creativas”, concluyó.