El fiscal Leonel Gómez Barbella le pidió al juez Martín Del Viso que procese y dicte la prisión preventiva de los tres efectivos de la Policía de la Ciudad que ejecutaron a Lucas González, el pibe de 17 años que jugaba en Barracas Central. En la causa, ya hay nueve policías porteños detenidos --seis por la privación ilegal de la libertad de los tres amigos de Lucas y por haber fraguado el operativo para presentarlo como un enfrentamiento-- y, según pudo saber Página/12, no se descarta que se pidan nuevas detenciones.
El 17 de noviembre pasado, Lucas González volvía de un entrenamiento con tres amigos. Él ocupaba el lugar del acompañante en la Surán que manejaba otro de los chicos. Tuvieron la desgracia de cruzarse con Gabriel Issasi, Juan José Nieva y Fabián Andrés López, que intentaron interceptar el auto y abrieron fuego contra los cuatro pibes. Lucas recibió un disparo en el cráneo y otro en el pómulo. Sus amigos fueron hostigados por el personal policial. “Ah, sos un villero. A vos hay que pegarte un tiro de verdad”, les decían antes de detenerlos.
“La intervención policial ha estado marcada desde un inicio no sólo por la arbitrariedad sino también por una manifiesta ilegalidad, escogiendo el camino del delito para consumar una detención ilegal, matar a un jóven e intentar matar a otros tres con sus armas reglamentarias, privarlos ilegítimamente de su libertad y falsear lo actuado en el hecho”, escribió el fiscal y pidió pidió a Del Viso que procese a Issasi, Nieva y López por homicidio cuadruplemente agravado por alevosía, por placer, porque intervinieron más de dos personas y por haber sido perpetrado por efectivos policiales. Se estima que el juez resolverá la situación de los tres policías --que están detenidos en el penal de Marcos Paz-- en los primeros días de la semana.
Para el martes está fijada la reconstrucción de la escena en la que los tres policías abrieron fuego contra el Suran a escasa distancia y mataron a Lucas. Según los informes balísticos preliminares realizados por la Policía Federal (PFA), se encontraron cuatro proyectiles en el auto: uno en el parabrisas, uno en el ventilete trasero, uno en el lado izquierdo del guardabarros trasero y otro en el respaldo del asiento delantero que ocupaba Lucas. De acuerdo con la información que maneja la fiscalía, el impacto en el asiento de Lucas salió del arma de Issasi --el jefe del grupo-- y el del guardabarros, del arma de López.
Una de las balas que impactaron en Lucas no pudo analizarse; la segunda no puede descartarse que haya salido del arma de Nieva, el más frío de los tres a la hora de declarar en la indagatoria. Según reconstruyó la fiscalía de Gómez Barbella junto con la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) --que conduce el fiscal Andrés Heim--, los tres policías eran expertos tiradores.
En la semana, se indagó también a seis efectivos de la Policía de la Ciudad que reportaban en la comisaría 4D o en la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4. Aún resta que se resuelva su situación procesal, pero fuentes del caso confirmaron que continuarán detenidos por el momento. Hay otro efectivo, Sebastián Baidón, que se presentó en los últimos días para ponerse a disposición de la justicia después de que surgiera que él fue quien esposó y verdugueó a los amigos de Lucas. Baidón se presentó acompañado por la abogada Valeria Corbacho, que representó al expresidente Fernando de la Rúa en el caso por las coimas en el Senado y a un número abultado de represores en juicios por delitos de lesa humanidad.
El fiscal deberá analizar si pide la indagatoria de Baidón y, por estas horas, define si reclamará en la semana otras detenciones de policías de la Ciudad.