En la Costanera del río Vaqueros se colocó un monolito con una placa en memoria de las 13 víctimas de femicidio de este año en la provincia de Salta. Una de las víctimas, Lorena Vique, fue asesinada en ese lugar en julio.
"Se hizo una refacción en la plaza, se puso un monolito con una placa y ese es ya un espacio de las mujeres. Se plantaron 13 lapachos en memoria de las mujeres asesinadas en 2021", explicó a Salta/12 la presidenta de la Fundación Preparatoria del Pueblo, Claudia Bañagasta. También se plantó un árbol con el nombre de Jimena Salas, asesinada en enero de 2017 en Vaqueros y cuyo crimen sigue impune.
Bañagasta contó que se plantaron también otros árboles con el nombre de Luján Aguirre y Paula Caudillo, ambas adolescentes fallecidas este año en un siniestro vial en un vehículo conducido por Ignacio Demitrópulos y cuyo acompañante era Nicolás Mulki, ambos imputados de forma provisoria por homicidio culposo agravado por el número de víctimas. En la actividad estuvo la madre de Aguirre, Gabriela Bardi.
Bañagasta había presentado un proyecto al intendente Daniel Moreno para recordar en ese lugar a Lorena Vique y el jefe comunal decidió ampliarlo a todas las víctimas de la violencia machista de este año. Del acto participó el mandatario y también la funcionaria del área de la mujer municipal, Gabriela Chiocho. Los funcionarixs municipales vaquereños y el concejal de la Capital Raúl Córdoba, que también estuvo, no hablaron porque la Fundación Preparatoria pidieron que esta acción no tuviera una connotación política partidaria. Bañagasta recordó a su prima Jéssica González, asesinada en 2018.
Del acto participó Yanina Cruz, madre de la adolescente Agustina Cruz, asesinada este año en Coronel Moldes. "Lo único que pido es que no se olviden y tengan por seguro que voy a conseguir justicia", manifestó respecto al crimen de su hija. Junto a ella también estaba Luisa López, que sigue reclamando justicia para su hija Fabiana Arismendi, cuyo cuerpo incendiado fue encontrado en Cerrillos en 2020; a pesar del tiempo transcurrido, la investigación fiscal no ha avanzado. La madre de Arismendi sostiene que su hija fue víctima de un asesinato.
También estuvo Ana Fernández, madre de Cintia Fernández y presidenta de la Fundación que lleva el nombre de su hija asesinada en 2011. Fernández recordó que desde entonces luchó buscando justicia. En 2019 se realizó un juicio oral y público en el que resultó condenado, a 23 años de prisión, el expolicía Mario Federico Condorí. Pero la investigación coninúa: "La causa de mi hija no terminó y llevo casi 11 años", sostuvo. Reprochó que hubo medios que atacaron la memoria de su hija y que la familia del condenado marche incluso en distintas movilizaciones.
Además, participó Gustavo Peñalva, el padre de Luján Peñalva. La causa que investigaba la muerte dudosa de la joven desde 2012 se archivó este año como suicidio. El padre sostiene que su hija fue asesinada.
Que se incestigue a familiares del femicida
También estuvo Rosana Ríos, por la memoria de su hija Rocío González, asesinada el 31 de julio de este año. La joven tenía 26 años; su cuerpo y el de su pareja, Ezequiel Mendoza, quien se suicidó, fue encontrado en una vivienda del barrio Solís Pizarro.
Ríos señaló que no tiene mucha información de la causa judicial. La fiscala a cargo de la investigación es Mónica Poma. La madre dijo que aunque el femicida se suicidó, quieren que se investigue a sus familiares.
Según la data de muerte que le informaron a Ríos, Rocío murió entre las 11.30 y 12 del mediodía, mientras que su pareja "se suicidó casi 8 horas después". La madre dijo que en ese horario ella se encontraba fuera de la casa preguntando por su hija y cree que el femicida pudo haberse quitado la vida en ese momento porque no llegó a ocultar el cuerpo. Recordó que mientras ella preguntaba por Rocío, la madre de Mendoza empezó a gritar, luego entraron a la casa y a la habitación del hijo y se dieron con la escena: el hombre se había ahorcado, y la joven yacía sin vida también, en la cama.
Ríos había ido con su hija Yanela y la expareja y padre de lxs hijxs de Rocío. Ayer recordó que la familia de Mendoza, entre 7 u 8 integrantes, las agredieron en la habitación, aseguró que un sobrino de él la quería ahorcar y que su hija se interpuso y la agredieron a ella. También recordó que una tía de Mendoza le gritaba que su hija se merecía que la asesinaran. Y luego la familia de Mendoza la denunció a ella y a su hija por agresiones.
Esta semana de nuevo la familia de Mendoza denunció a Yanela, a una prima y a una amiga, esta vez porque la joven junto a sus hermanas marcharon el pasado 25 de noviembre, día mundial de la eliminación de la violencia contra las mujeres, recordando a su hermana Rocío y señalando con un cartel a Ezequiel Mendoza como el femicida que se suicidó. La joven dijo que cuando fue a la policía para notificarse de la denuncia, un efectivo de apellido Mamaní de la comisaría del barrio San Rafael, la encerró en una oficina, en la que le gritaba y la intimidaba diciéndole que no podía nombrar a Mendoza ni publicar su imagen y que ella desconocía lo que pasó en la "intimidad de la pareja". Yanela contó que el maltrato de este policía fue tal que le provocó el llanto y, encima, luego no le dio datos de la denuncia y solo le indicó que la llamarían desde la fiscalía de la localidad de San Lorenzo.
Dos hermanas de Yanela habían quedado fuera de la oficina porque no las dejaron entrar, pero irrumpieron cuando escucharon los gritos del policía: "Estaba en tono prepotente, no aguantamos, le dijimos que no podía decir esas cosas y que estaba intimidando a mi hermana. Nos gritoneó", contó Ayelén a Salta/12.
"Seguimos siendo víctimas", sostuvo la madre de Rocío. "Me dijeron desde la fiscalía que no hable con los periodistas pero la justicia no me dio respuestas. Han investigado vagamente. Como dicen que el femicida se suicidó no hay caso que resolver pero hay una familia detrás de él que son cómplices", señaló la madre. Dijo que la Fiscalía todavía no le informó los resultados de las pericias de los celulares de su hija y de Mendoza. Además, la madre contó que este hombre golpeaba a Rocío y aseguró que hay testigos que lo vieron maltratándola en la calle, aunque la joven no llegó a hacer una denuncia.
Ríos señaló que su hija tenía dos hijxs de 8 y 6 años que ahora están bajo cuidado de su padre, con quien siempre tuvieron una buena relación y que vive con ellxs a raíz de esta situación. Consultado por Salta/12, el padre de lxs niñxs dijo que aún no accedieron a la Ley Brisa porque esperan que avance la investigación fiscal. Para iniciar los trámites requieren que la fiscalía les dé la documentación correspondiente que señale que se trató de un femicidio.