"Los niños, como todo ser humano, son capaces de mentir y, no solo eso, sino que además pueden hacerlo tan eficazmente que en muchas ocasiones resulta sumamente difícil para un adulto advertir el engaño, según han demostrado decenas de estudios científicos... Teniendo en cuenta lo dicho, no podemos dejar de destacar que tan grave era la situación cuando hace no muchos años atrás se pensaba en el ámbito tribunalicio que los niños eran testigos de escasa o nula credibilidad ─por ser, presuntamente, fantasiosos o sugestionables─ como resulta ahora el embate de ciertas corrientes que, divorciadas de toda prueba científica, sostienen que los niños siempre dicen la verdad". (Fragmento del fallo de los jueces de Reconquista Santiago Banegas, Gustavo Gon y Muricio Martelossi en el que condenaron a un joven de 19 años a 20 de prisión por abuso sexual).