“¿Una jubilación es un premio? ¿Un premio una jubilación? Es un cruce malévolo, absurdo, inconstitucional, seguramente ilegal. Un premio es un premio y una jubilación es una jubilación; por eso tienen dos nombres distintos. Es indignante”. La actriz, directora teatral y docente Cristina Banegas se refiere al aspecto más polémico del proyecto de ley que presentó el ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, el miércoles 1º de diciembre, que modifica los llamados “Premios Municipales” y asocia el cobro de la jubilación con el subsidio que recibe cada primer premio, equivalente a dos jubilaciones mínimas, que hasta ahora los premiados podían cobrar a partir de los 50 años y que con el nuevo proyecto recién lo recibirían a los 60 años la mujer y 65 el hombre. Pero si la ganadora o ganador del premio tiene una jubilación mayor a los dos mínimas -que hoy sería de 58.122 pesos- no cobraría el subsidio. La comunidad artística se movilizará este martes a las 15 al ministerio de Cultura y luego a la legislatura para exigir que se retire este proyecto que “lesiona gravemente el espíritu de la ley vigente” y se convoque a las asociaciones del sector para dialogar y consensuar los cambios.

Un ajuste a la cultura

“El país es reconocido en el mundo por la cultura y sus artistas, por tener un gran nivel artístico -dice Banegas a Página/12-. Este proyecto es un ataque político perverso y humillante a la cultura y a los artistas para reducir y cercenar nuestros derechos. Estoy azorada del nivel de perversión que tienen”. El proyecto se presentó el 1º de diciembre y lleva las firmas del ministro de Cultura, Enrique Avogadro; el ministro de Hacienda y Finanzas, Martín Mura; el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, y el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta. Ese mismo día se convocó al tratamiento en la comisión de Cultura y Presupuesto, que se realizó el viernes 3, el mismo día que los artistas se movilizaron por primera vez hasta la legislatura. Actrices y actores, artistas plásticos, escritoras y escritores, músicos y autores teatrales fueron recibidos por varios legisladores del Frente de Todos: María Bielli, Matías Barroetaveña, Javier Andrade y Claudio Ferreño, quienes escucharon los reclamos y cuestionamientos del sector. El viernes pasado el proyecto tuvo dictamen favorable para ser tratado en la última sesión del año, el próximo jueves 9.

¿Por qué el proyecto ingresa el miércoles a la legislatura, sin haber consultado a los artistas, y luego obtiene dictamen de comisión 48 horas después? “Esto es una decisión planificada del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a sabiendas de que las modificaciones generan un rechazo muy importante en una comunidad que tiene mucha visibilidad y mucha trayectoria”, plantea la legisladora María Bielli. “Poner este proyecto en diciembre, sin discutirlo con la comunidad, sabiendo el rechazo que generaría y hacerlo con esta rapidez es una decisión en la que asumen el costo que representa tener a la comunidad artística en contra”, analiza la legisladora del Frente de Todos. “No podemos hacer más que oponernos a un proyecto que modifica el espíritu con que se pensó y se construyeron los premios municipales. Si solo percibe el subsidio aquel que no cuente con otro ingreso, pasaría a ser entonces un premio a aquellos que se encuentran en una situación de indigencia. Esto es un recorte presupuestario, un ajuste que no se da en cualquier contexto. El jueves vamos a estar votando el presupuesto total y solo el 1,5 está destinado a cultura, es el más bajo de la historia”, explica Bielli.

En los últimos cinco años, el presupuesto destinado a Cultura en la Ciudad de Buenos Aires ha sufrido un descenso sistemático: pasó del 2,30 (2016) al 1,51 % presupuestado para el 2022. En 2021, el presupuesto destinado a cultura fue de 10.300 millones de pesos, lo que equivale a 1,6 % del presupuesto total. O, expresado de otra manera, de cada 100 pesos de presupuesto, menos de 2 pesos van a cultura. Fuentes legislativas creen que hay que hacer muchas acciones para visibilizar el tema, y ver si es posible que dentro de la coalición Vamos Juntos algún sector de Evolución, GEN o la UCR no voten el polémico proyecto o se abstengan de dar la mayoría al oficialismo el próximo jueves, algo “muy difícil porque votan todo”.

Pulgar para arriba

Entre los cambios aceptados por los artistas está el hecho de que los premios municipales pasen a ser anuales en vez de bianuales. Otro aspecto positivo es la necesaria actualización de los montos: el primer premio, que actualmente estaba en 70 mil pesos, pasó a 500 mil pesos -además del subsidio vitalicio equivalente a dos jubilaciones mínimas-; el segundo quedó en 200 mil pesos y el tercero en 60 mil pesos. Una de cal y otra arena resulta el tema categorías. Mientras que en artes visuales pasa de cinco a nueve categorías (pintura, dibujo, escultura, instalación, cerámica, arte textil, fotografía, videoarte y videoinstalación y artes gráficas), en literatura se pierden los premios Eduardo Mallea y Ricardo Rojas, y en dramaturgia solo queda obra estrenada y eliminan obra inédita y mejor obra de teatro para la niñez.

Derecho adquirido

Hay un petitorio conjunto de todos los artistas, dirigido a Avogadro y Larreta, en el que solicitan que no sea tratado el proyecto y que se convoque a las asociaciones del sector para entablar un diálogo. “Los cambios que se buscan imponer, de forma intempestiva y sin consulta previa a la comunidad involucrada, modifican en su esencia el carácter del premio, que en la actualidad y desde hace más de cien años, además de reconocer una obra, otorga a sus beneficiarios un ingreso vitalicio a partir de los 50 años”. El proyecto que se intenta aprobar el próximo jueves “retrasaría la fecha de cobro del premio hasta 15 años, asociando el cobro a la jubilación de sus beneficiarios, a la vez que busca vincularlo con otros ingresos, pretendiendo que el importe del premio se descuente de los haberes jubilatorios”. Para la comunidad “estos cambios son inadmisibles ya que el premio dejaría de ser, como lo es ahora, un ingreso que brinda a sus beneficiarios, trabajadores de la cultura con obra en desarrollo, un apoyo material para dedicarse a su labor artística”.

En el texto del petitorio se recuerda que los premios municipales “son un derecho adquirido por la comunidad artística, y, desde el punto de vista material y simbólico, uno de los más importantes reconocimientos del estado al trabajo literario, musical, teatral y de las artes plásticas”. A lo largo de un siglo han recibido este reconocimiento, entre otros, Alfonsina Storni, Jorge Luis Borges y Roberto Arlt (literatura); León Ferrari, Daniel Santoro y Luis Felipe Noé (artes plásticas); Roberto “Tito” Cossa, Leonor Manso, Cristina Banegas, Pepe Soriano, Roberto Carnaghi y China Zorrilla (teatro).

Alejandro Vaccaro, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), comenta que el miércoles pasado fueron convocados junto a la SEA (Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina), que preside Graciela Aráoz, para hablar de los premios municipales. Las dos entidades no sabían que el proyecto ya había sido presentado. “Nos parece un disparate mezclar las jubilaciones con los premios a la creatividad; hay una cantidad de absurdos como que un creador, que tiene talento y a los 30 años logra el primer premio municipal, empezaría a cobrar el subsidio, que son dos jubilaciones mínimas, a los 65 años. Tiene que esperar 35 años, con el agravante que el subsidio se compara con la jubilación, y si la jubilación que tiene es igual o mayor a dos jubilaciones mínimas no cobra un centavo. Y si cobra una jubilación mínima, cobra la diferencia. O sea que nadie va a cobrar menos que una jubilación mínima. No hay duda de que lo que se intenta es licuar los premios”, advierte Vaccaro y añade que desde la Sade van a pedir urgente una reunión con Avogadro.

, Alejandro Vaccaro, Cristina Banegas y Debora Mundani.

Para la dramaturga, directora e investigadora teatral Susana Torres Molina, que el martes 30 recibió el premio Trinidad Guevara 2019 por su obra Un domingo en familia, “es inadmisible que un ministro y una comisión de cultura confundan subsidio a la creación con subsidio a la pobreza”. Torres Molina cita el argumento que tuvo el premio al sancionarse en 1919 “no dádiva que envilece, sino aliciente que conforta”, y subraya que es “aberrante, difamatorio e inconstitucional” sugerir que la normativa actual no tenga “la legitimidad necesaria”, según dijo el ministerio de Cultura respecto del proyecto presentado. La dramaturga precisa algo más: “dicen que los premios deben ser ‘transparentes’ y ‘sustentables’. Nunca hubo nada corrupto en estos premios, salvo no haber llamado a jurados durante diez años”.

¿Pedido de renuncia?

La escritora Débora Mundani, de la Unión de Escritoras y Escritores, objeta el punto más sensible: la equiparación entre jubilación y premio. “Es muy probable en que las y los ganadores del premio cobren alguna jubilación; entonces lo que hacen es ahorrar dinero y destinar menos fondos para los premios. De esta manera se achica el presupuesto al haber subido la edad porque ya tenés una diferencia de diez años para las mujeres y quince años para los hombres, lapso en el que no pagan el subsidio”, señala Mundani. Por si quedan dudas, ilustra la cuestión con un ejemplo: “Si me presento al concurso y gano el primer premio, no cobro el subsidio vitalicio hasta que cumpla mi edad jubilatoria. En esa diferencia de años se ahorran plata. Y siguiendo con mi ejemplo, si algunos de los ganadores se jubilan y cobran una jubilación medianamente razonable, solamente si el subsidio es mayor a la jubilación se cobra una diferencia. Si el premio-subsidio es menor a mi jubilación, no cobro nada. Con lo cual no fue un premio; gané al divino botón”, resume la escritora.

 

El malestar hacia Avogadro crece y algunas entidades están pensando en pedir la renuncia del ministro durante la movilización desde el ministerio de Cultura a la legislatura porteña. El dramaturgo Roberto Perinelli, integrante de Argentores, entidad que nuclea a los autores argentinos de teatro (dramaturgos, coreógrafos, músicos), cine, televisión, radio y de todas las plataformas audiovisuales, escribió una crónica, “Fastos y oropeles disfrazan la puñalada trapera”, sobre la entrega de los premios Trinidad Guevara a la labor teatral, que se realizó el pasado martes 30 de noviembre. Sobre el proyecto presentado advierte que la “forzada vinculación de estas recompensas con los derechos jubilatorios fue evitada cuidadosamente por otros y mejores funcionarios culturales, quienes en tren de redactar reglamentaciones buscaron desligar (…) una cosa de la otra”. Al final del texto, reflexiona sobre el estado de movilización de los artistas que se llamaron a la lucha para frenar el proyecto presentado. “Más allá del éxito o fracaso de estas gestiones, total o parcial, se entiende que el actual equipo ocupante del Ministerio de Cultura, con Enrique Avogadro al frente, ha perdido un crédito que, creemos, tenía y el universo cultural porteño le va a negar para siempre”, concluye Perinelli. 

 

El subsidio no es una jubilación

Por Jorge Meijide, "Meiji"

El Régimen de Premios Municipales fue instituido por la Ciudad de Buenos Aires con la digna intención de apoyar al artista en forma de subsidio teniendo en cuenta la idea de que ese apoyo signifique una ayuda y un estímulo a su trabajo creativo. Es un apoyo explícito a nuestra Cultura. Comprende a los rubros de Artes Visuales, Literatura, Música y Teatro. El subsidio es otorgado a través de distintas distinciones con nombre propio. En Artes Visuales se otorga a los ganadores del Primer Premio del Salón Manuel Belgrano en Dibujo, Escultura, Grabado, Monocopia y Pintura, además de la Bienal de Arte Textil. Con esta nueva ley se aumenta el número de disciplinas a nueve, pero sólo se otorgarán cuatro subsidios por Salón, o sea por año. Además Grabado, Monocopia y Serigrafía se funden en una sola disciplina llamada Artes Gráficas, lo que representa un achicamiento, pérdida de identidad y descalificación de esta disciplina.

Originalmente el artista accedía al subsidio en el momento de obtener el premio, justamente para apoyar su trabajo creativo; más tarde se estableció la edad de 50 años. Con esta ley se lleva la edad a 60 años en la mujer y 65 en el hombre. Además, en caso de fallecimiento del titular, la viuda o viudo dejaría de percibir el 50% del mismo para pasar a cobrarlo solo los hijos menores o hijos con discapacidad. Pensemos que una persona de 60 o 65 años difícilmente tenga un hijo menor. Por otra parte, si alguien recibe una jubilación mínima obtenida previamente como docente o por cualquier otra actividad, por ejemplo, al monto del subsidio de $53.000 se le descontarían los $26.000 de ese haber mínimo. Y si su jubilación supera el monto del subsidio pasaría a percibir cero pesos. El subsidio no es una jubilación. Equipararlos es una atrocidad. Pensemos en la perversidad de todo esto. Es como robarle la limosna a un ciego.

El Jurado pasa a integrarse por seis miembros en lugar de cinco; se elimina el sistema de votación de tres jurados en representación de los artistas; herramienta democrática que permitía la rotación de los mismos; aseguraba la representatividad de los artistas participantes y la transparencia de las decisiones. El nuevo proyecto propone un jurado de seis miembros designados por el Ministerio de Cultura en el que uno de ellos tiene un voto doble en caso de empate.

Los artistas de Artes Visuales, Literatura, Música y Teatro estamos movilizados difundiendo este atropello y el martes 7 a las 15 nos convocamos en la puerta del Ministerio de Cultura de CABA para entregar un petitorio y de allí marchamos a la Legislatura. Estamos luchando contra la aprobación de un proyecto de ley que vulnera nuestros derechos.

Parte del Colectivo No Avalamos. Sindicato de Artistas Visuales.