Unas 2000 asistentes escolares, que en su gran mayoría son mujeres, se encontraron este mes con descuentos de entre 5 mil y 20 mil pesos en sus salarios de noviembre. Estas agentes son representadas por ATE Rosario, conducida por Lorena Almirón. La dirigente está sufriendo ataques por las redes sociales, que atribuye directamente a la conducción provincial del sindicato. "Cuando se presentó la propuesta salarial del gobierno provincial de aumentar 17 por ciento en tres cuotas, salimos a responder que no era suficiente. El rechazo fue votado por el 90 por ciento de las compañeas y compañeros. Mientras tanto, la conducción provincial (encabezada por Jorge Hoffmann) no llamó ni a asamblea, lo aceptó por resolución de la comisión directiva, sin consultar a nuestra delegación, que es una de las más grandes del país", plantea la dirigente local. Hubo tres días de medidas de fuerza, en conjunto con el sindicato docente Amsafé y el de profesionales de la salud, Siprus. "Después Amsafé cerró y no les hicieron los descuentos, pero a nosotros sí. Esto es una discriminación, porque ATE Rosario paró en su conjunto, pero sólo les descontaron a las asistentes escolares, que es mi sector", explicó la sindicalista, quien quiso ser clara: "Hay un embate hacia mi persona. Están dirigiendo la bronca hacia mí, porque quieren responsabilizarme de los descuentos".
La dirigente señaló que los descuentos fueron para salud y asistentes escolares. "Venimos por una larga lucha, hoy tenemos salarios por debajo de la línea de pobreza y algunas por debajo de la indigencia, porque hay contratos por 16 mil o 30 mil pesos. Y durante la pandemia, hemos sido sectores esenciales. Somos los que atendimos a los pibes de los barrios con el bolsón de alimentos y entendiendo la realidad social, siempre compleja. Los directivos y nosotros estuvimos en la escuela. Nos denominaron esenciales, igual que a salud, y ahora nos descuentan los días", plantea la paradoja.
Almirón señala que la decisión de descontarles constituye "hostigamiento, persecución sindical y un castigo al sector más precarizado, más feminizado, porque somos un 90 o 95 por ciento de mujeres, que trabajamos en comedores escolares y en las escuelas". Por eso, cree que "el Ministerio de las Mujeres y todo el arco feminista tendría que tomar esta lucha, porque al descontarles a a compañeras que somos en su mayoría cabeza de famiia, que mantenemos la casa, con hijos e hijas, un descuento que va entre 5 y 20 mil pesos, es mucho dinero en salarios que van de 40 a 50 mil pesos". Además, señaló que el sector de asistentes escolares es el peor pago de la provincia.
Su bronca con la conducción provincial es porque "cerraron una paritaria de miseria, sin consultar a nadie. Sentimos que están ejerciendo una violencia hacia nosotras y hacia mí en particular, porque después de 90 años hay una mujer al frente del gremio, y no utiliza las mismas prácticas sindicales que ellos". En ese sentido, señaló que desde el 1° de septiembre, cuando el decreto nacional volvió a autorizar elecciones y asambleas, llevan adelante un proceso de democratización que incluyó la elección de 300 delegadxs en los distintos lugares de trabajo. "Queremos más participación y democracia, y eso molesta", consideró Almirón.