Un nene de dos años murió en Corrientes como consecuencia del envenenamiento producido por la picadura de un alacrán. La familia responsabiliza al hospital de la ciudad de Goya, donde fue internado el niño, por fallas en la atención médica.
El incidente ocurrió la noche del viernes, en una casa del barrio Sur de la ciudad de Goya. De inmediato, la familia del nene concurrió al hospital zonal Camilo Muniagurria y, luego de varias horas, el niño fue trasladado al Hospital pediátrico Juan Pablo II, de la capital correntina, donde permaneció en terapia intensiva hasta que los médicos confirmaron su muerte.
Desde la Dirección de Epidemiología de la Provincia difundieron la noticia y argumentaron que el chico tenía antecedentes de alergia. Sin embargo, la versión oficial no coincde con lo expueso por la familia, quienes apuntaron autoridades locales por la responsabilidad en la atención primaria
Lucas Scaramozzino, tío del niño fallecido, manifestó en declaraciones al portal TN Goya que el chico no recibió maniobras de primeros auxilios y responsabilizó al hospital zonal Goya porque “no tomó con la seriedad correspondiente el caso”. “Mi cuñada entró desesperada, contó lo sucedido y nadie le creyó. Decían que era picadura de hormiga o que se golpeó la cabeza”, explicó el familiar. También dieron a conocer que, luego de la picadura, lograron capturar al arácnido, que fue llevado al hospital para su análisis, algo que, denuncian, nunca se hizo.
En alerta
Con la llegada del verano crece el alerta por el ataque de este tipo de arácnidos que se dan, sobre todo, en el norte de país. Si bien todas las personas pueden resultadas afectadas por la picadura de un alacrán, los chicos suelen desarrollar un cuadro más grave, que incluso puede derivar en la muerte.
“En los chicos, la picadura puede ser más grave porque la cantidad de veneno es mayor en relación con la contextura física. Los chicos también tienen menos defensas, por eso pueden tener una reacción más severa ante este tipo de picaduras”, explicó Valeria Malinovsky, medica toxicóloga del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, en una entrevista con Página/12.
El cuadro leve o moderado, que suele ser más usual en los adultos, puede generar taquicardia, hipertensión y sudoración profusa, a menos que la persona sufra alguna patología cardíaca, en ese caso las consecuencias pueden ser más graves.
Más allá de la gravedad que presente el caso, ante la sospecha o confirmación de envenenamiento por alacrán, la persona debe ser trasladada con urgencia a un hospital de referencia para ser atendida y evaluada a la brevedad y, si fuese necesaria, la aplicación del antiveneno antiescorpiónico para neutralizar la toxina.
Además, desde el Ministerio de Salud promueven una serie de consejos a modo de prevención: Revisar y sacudir prendas de vestir y calzados; sacudir la ropa de cama antes de acostarse o acostar a un bebe o niño; evitar caminar descalzo; colocar burletes o mosquiteros en puertas y ventanas; revocar las paredes y reparar grietas en pisos, paredes y techos; mantener limpia y ordenada la vivienda y alrededores; y evitar la acumulación de materiales de construcción, escombros o leña; entre otras consideraciones.