- Vos jugás para Larreta.
- Justo vos me lo decís, que fuiste el más macrista con Macri.
Ese fue uno de los diálogos del día en que se rompió el bloque de Diputados de la UCR. El sector de Emiliano Yacobitti anunció que formará un nuevo bloque de diputados y se escindirá del que conduce Mario Negri. El presidente del nuevo bloque llamado UCR-Evolución no será otro que Rodrigo de Loredo, quien le ganó la interna en Córdoba a Negri. Con esto, desde el sector de Yacobitti y Martín Lousteau buscaron reforzar que quienes perdieron las elecciones no pueden conducir los bloques. No obstante, Negri tiene el apoyo de los gobernadores radicales, que buscaron una retaliación: Yacobitti perdió la conducción de la Juventud Radical por primera vez en décadas. De fondo, se da la discusión sobre quién será el próximo titular de la UCR nacional, una disputa que enfrentará a Lousteau con el gobernador de Jujuy Gerardo Morales. De hecho, en una reunión el mandatario jujeño discutió a los gritos con Lousteau y, según algunos de los presentes, estuvieron cerca de terminar a los golpes: Morales rompió un vaso, que estalló en esquirlas contra la mesa y alcanzó al gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez. La reunión también estalló en pedazos.
La tensión entre Negri y Yacobitti venía en un crescendo donde el dirigente de la UCR porteña amenazaba con romper el bloque si no había un cambio de conducción. El principal argumento era que Negri ya había perdido tres elecciones en Córdoba y la población, con el descontento que mostró en las elecciones, busca una renovación y "nuevas caras". Pero Negri consiguió los votos para frenar la movida. Ante esto, finalmente el sector de Yacobitti decidió romper y anunció que formarán su propio bloque de doce diputados dentro del interbloque de Juntos por el Cambio.
El bloque tiene tres menos que los que iban a ser hace una semana, cuando firmaron un comunicado reclamando un cambio en el radicalismo. Quedaron en el camino el salteño Miguel Nanni y las mendocinas Jimena Latorre y Pamela Verasay, que responden a Alfredo Cornejo. El titular de la UCR avaló la movida de renovación de autoridades, pero no estaba de acuerdo con romper. De hecho, seguía en reuniones para retrotraer la creación del nuevo bloque que tendrá a legisladores como Martín Tetaz y Carla Carrizo.
En el comunicado en el que presentaron el nuevo espacio señalaron que "nuestra responsabilidad es promover esa renovación, en vez de lamentarnos cuando surgen fenómenos emergentes que capitalizan el descontento social o el vínculo con los jóvenes", en una obvia alusión a candidatos como Javier Milei. No es casual que el presidente que propusieron sea Rodrigo De Loredo: así se ahorran las críticas que le destinó Carrió a Yacobitti y contraponen a Negri con su vencedor en las PASO de este año. De hecho, De Loredo dijo: “No puede ser que los que pierdan, conduzcan y los que ganen, acompañen”.
Negri, no obstante, seguirá al frente del sector mayoritario de bancas de la UCR, con el apoyo de los gobernadores radicales y de figuras como Facundo Manes. En ese sector, piensan que detrás de la ruptura está la mano de Sergio Massa. Incluso, hicieron bromas con que en el comunicado se hablaba de "radicalismo renovador".
En distintas reuniones, los gobernadores y Negri vienen pensando como desautorizar la movida de Yacobitti y Lousteau. Una primera respuesta llegó cuando el sector de Evolución perdió la conducción de la Juventud Radical por la primera vez en décadas. La nueva titular de la Juventud Radical será Valeria Pavon, quien responde al gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés. Ella es directora de Juventud de Corrientes. Fue una primera devolución de gentilezas. Pero no fue lo más violento del día.
Vasos rotos
Para intentar frenar la división del bloque, Cornejo convocó a una reunión a las 11 del lunes en el Comité Nacional a la que asistieron Lousteau, Luis Naidenoff, Angel Rozas y los gobernadores. Morales llegó hecho una furia. Cuestionó a Lousteau por la ruptura del bloque y lo acusó de poner en peligro a Juntos por el Cambio. Fueron varios minutos de atacar al senador, que lo miraba en silencio, y de asegurarle que iba a pedir una declaración oficial del partido en represalia.
- Yo sé cómo termina esto. Ustedes están jugando para Larreta --lo acusó Morales. Y ahí Lousteau le contestó:
- ¿Vos me venís a decir eso? Vos fuiste el más macrista en los cuatro años de Macri y hace dos años que lo venís apoyando a Alberto Fernández. Le votan todo en el Congreso.
Allí, según algunos de los participantes, Morales agarró un vaso y lo tiró, aunque no le acertó a Lousteau. Según otros, no lo tiró, sino que lo agarró y lo rompió contra la mesa. En cualquier caso, todos coinciden en que las esquirlas alcanzaron a Suárez, el gobernador de Mendoza. "Así no se puede. Esto es una locura", dijo -palabras más, palabras menos- el mandatario mendocino, que decidió dar por concluida la reunión (que, por otra parte, fue muy breve). Luego hubo llamados para intentar bajar los ánimos tras los vasos voladores, aunque ya todo estaba hecho añicos.
Más tarde, desde el bloque que responde a Negri emitieron un comunicado donde cuestionaron la fractura y la calificaron como "especulaciones mezquinas": "Esto es una práctica claramente antidemocrática e injustificable. Nos preocupa que se le dé la espalda a lo que la sociedad votó el 14 de noviembre: un radicalismo unido para derrotar al populismo".
La pelea nacional
Todo parece ser un prólogo para la salvaje pelea por la presidencia del Comité Nacional de la UCR. Cornejo deja el cargo y en pocos días habrá elecciones: la conducción convocó para el próximo viernes 17 al plenario constitutivo para la elección de las autoridades del periodo 2021-2023. Como parte de su proyecto presidencial, Morales piensa ocupar ese lugar, pero tendrá competencia de Lousteau. Promete ser una interna tan, pero tan picante, que algunos estaban haciendo lobby para que las elecciones se pasen para marzo.
La novela de la UCR viene, de hecho, en un in crescendo de semanas. Primero, fueron los cuestionamientos a Negri para que dejara la conducción del bloque. Luego Negri contó los votos y rechazó la medida (algo similar a lo que le hizo Cristian Ritondo a Patricia Bullrich en el PRO). Pero después se metió Elisa Carrió. En el aniversario de los 20 años de la Coalición Cívica, respaldó a Negri y atacó sin piedad al sector de Yacobitti, al que le dedicó una alusión envenenada: "Si no ponemos caras decentes y sin demasiados antecedentes de todo tipo, les va a estallar en la cara de todos ustedes. Sepan lo que eligen en la presidencia de los bloques. Yo no me fui de un partido que tenía corruptos para venir a hablar con los hijos privilegiados de esos corruptos, que manejaron Medicina o la Franja (Morada) de Ciencias Económicas con la mayor corrupción que se conoce en la historia”.
Yacobitti se sintó aludido y respondió en ese momento que "los dichos de Elisa Carrió atentan contra la unidad de Juntos por el
Cambio y son funcionales al kirchnerismo. Resulta inexplicable luego del
triunfo en las últimas elecciones”. Y también destacó su amistad con Enrique "Coti" Nosiglia, sobre el que Carrió dijo: "No se puede ser amigo del Coti Nosiglia toda la vida, muchachos. El que le caiga el cuerpo, que le caiga”. Nosiglia y Yacobitti son dos de las figuras que impulsan la presidencia de Lousteau frente a la UCR, por lo que la jugada de Carrió es clara. Lousteau también le contestó que era funcional al kirchnerismo y hasta la acusó de tirapiedras.
El interbloque
Con el anuncio de un nuevo bloque se complica la disputa también por la conducción del interbloque de Juntos por el Cambio. Negri ocupa ese puesto, pero Cristian Ritondo podría reclamárselo, dado que el bloque del Frente PRO (nuevo nombre para sumar aliados) supera al que conducirá ahora el cordobés. "Lo vamos a definir en marzo", pusieron paños fríos desde la bancada del PRO.
El escenario con dos bloques radicales también termina de configurar el mosaico de Juntos por el Cambio, que tendrá además el del PRO, uno que integrarán Emilio Monzó y Margarita Stolbizer junto a otros diputados, el monobloque de Ricardo López Murphy y probablemente otro del puntano Claudio Poggi.
La pelea radical también podría tener consecuencias en el Senado, donde Luis Naidenoff planea seguir conduciendo el bloque, pero deberá repartir funciones con el arribo de Cornejo al cuerpo. También hay una discusión abierta por las autoridades del Senado: Martín Lousteau ocupa la vicepresidencia, pero se la podría disputar la santafesina Carolina Losada. Nadie arriesga prónosticos sobre lo que puede pasar allí si también hay una ruptura. Ni se sabe cuántos vasos volarán.