En lo que va del siglo XXI, los festivales de cine se han convertido en una de las iniciativas más populares entre los distintos gestores de políticas culturales de todo el país. Eso en gran parte se debió al apoyo que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales le brindó a este tipo de encuentros, sobre todo hasta 2015, pero también al arraigo popular que sigue teniendo el séptimo arte. No fueron pocos los gobiernos municipales y provinciales que a lo largo de la Argentina promovieron la creación de festivales con el fin de generar un lazo cultural con sus ciudadanos, en busca de fortalecer la relación con el lenguaje del cine.
El Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (Ficer), que este miércoles dará comienzo a su tercera edición en la ciudad de Paraná y cuyas actividades se extenderán hasta el sábado 11, puede considerarse uno de los más exitosos de su tipo. Es que, a través de su programación, no solo ha conseguido acercarle a los espectadores entrerrianos una buena muestra del mejor cine producido en la provincia y en el país. También ha sido la usina desde la cual los propios cineastas y productores de la región se han encargado de generar una serie de iniciativas y políticas tendientes a ampliar, potenciar y profesionalizar la actividad cinematográfica en Entre Ríos. Un ejemplo inmejorable de ello es la Ley de Fomento a la Actividad Audiovisual, que el pasado 25 de noviembre fue aprobada por la Cámara de Diputados de la provincia, pero cuyo proyecto original comenzó a gestarse en el marco de la primera edición de este festival, realizada en 2019, justo antes de que la aparición del coronavirus pusiera el mundo patas arriba. La aprobación de esa ley, entonces, no solo es un impulso para la comunidad de realizadores y trabajadores de la provincia, sino que representa la confirmación de lo importante que pueden resultar los festivales, cuando sus impulsores se proponen objetivos que van más allá del hermoso ritual que tiene lugar en el interior de las salas de cine.
El Ficer tiene las caras más visibles en sus directores artísticos, los cineastas Celina Murga y Nicolás Herzog, responsables de articular al equipo encargado de poner en acción las distintas instancias del festival. Pero además son los representantes de una generación de artistas que ha conseguido poner a su provincia en el mapa de la cinematografía argentina, convirtiéndola en uno de los polos de producción más activos del país. Una muestra de ello es la programación de esta tercera edición, integrada por más de 50 películas e incluye trabajos realizados en Entre Ríos por directores locales en todas las secciones dedicadas al cine nacional. Entre ellas se destaca Nosotros nunca moriremos, dirigida por Eduardo Crespo y coescrita con el cordobés Santiago Loza, que tendrá el honor de ser la película de apertura del Ficer, luego de pasar por algunos de los festivales más destacados del mundo, como los de San Sebastián y Mar del Plata.
La de Cine Nacional es la principal sección competitiva del Ficer y está integrada por un total de seis títulos, uno de ellos realizado por el también local Maximiliano Schonfeld. Se trata de Jesús López, cuarto largometraje del director nacido en la ciudad de Crespo, vecina de Paraná, que viene de ser premiado como Mejor Película de la Competencia Latinoamericana del reciente Festival de Mar del Plata. De la sección nacional también participa Una escuela en Cerro Hueso, segundo trabajo de la santafecina Betania Cappato que también pasó por el festival marplatense como parte de la Competencia Argentina. Años cortos, días eternos también es la segunda película de la bonaerense Silvina Estévez, mientras que Camila saldrá de noche es el cuarto largo de la cordobesa Inés María Barrionuevo, otro título que formó parte de la programación de Mar del Plata. Completan la competencia de Cine Nacional dos trabajos de directores porteños: Errante corazón, comentado segundo trabajo de Leonardo Brzezicki, protagonizado por otro Leonardo, Sbaraglia, y el documental Una casa sin cortinas en el que Julián Troksberg aborda la compleja figura de la expresidente María Estela Martínez de Perón. La otra sección competitiva es la de Cortometrajes Entrerrianos, integrada por 14 trabajos de jóvenes artistas de la provincia. Además, el público también premiará películas con su voto en todas las secciones del festival.
Dentro de las secciones de panorama se destacan la dedicada al Cine Internacional, que incluirá películas como South Mountain, de la estadounidense Hilary Brouger, o Martin Eden, del italiano Pietro Marcello. Y las coproducciones Cinema Sabaya (Orit Fouks Rotem, Israel/Bélgica); El libro de los placeres (Marcela Lordy, Brasil/Argentina) y El empleado y el patrón, de Manuel Nieto Zas (Uruguay/Argentina/Brasil/Alemania), que será el film de clausura. También habrá un Foco en España, integrado por otros cinco títulos: Apuntes para una película de atracos (León Siminiani), La calle del agua (Celia Viadas Caso), La inocencia (Lucía Alemany), Las niñas (Pilar Palomero) y Los días que vendrán (Carlos Marques-Marcet).
Otras dos secciones agruparán los trabajos realizados por directores locales. La sección Cine Entrerriano presentará trabajos de cineastas nacidos en la provincia o películas filmadas dentro de su territorio. Entre ellas se destaca Gualeguaychú, el país del carnaval, dirigida por Marco Berger, quien además brindará un taller de actuación para cine. También se podrán ver One Shot, de Sergio Mazza; Piedra noche, de Iván Fund; y las últimas películas de los directores artísticos del Ficer: La tercera orilla, de Murga, y La sombra del gallo, de Herzog. Y la sección Cine Regional estará integrada por las película Los que vuelven, de Laura Casabé; Un gauchito Gil, de Joaquín Pedretti; El corral, de Sebastián Caulier; y Milagro de otoño, de Néstor Zapata. También habrá una sección de Cine Infantil.
El Ficer incluye además un mercado, espacio concebido para promover el intercambio y la producción a nivel provincial y regional, a través de concursos, capacitaciones y planes de fomento. Además se presentarán los libros Cine continental: Diálogos latinoamericanos, de Osvaldo Daicich, y Los libros y el cine, de Gustavo Labriola. Por su parte, los cineastas Eliana Di Giovani y Guillermo Barbarov dictarán un taller de realización de videominutos, mientras las realizadoras Ana García Blaya y Betania Cappato participarán junto a su colega Alejandro Gallo Bermúdez de la charla Cine documental y autobiográfico: entre archivos y memoria.