Los tres policías que asesinaron a Lucas González, el pibe de 17 años que jugaba en Barracas Central, declararon que estaban haciendo tareas de inteligencia en una causa de drogas en el momento en que se cruzaron con los cuatro chicos que viajaban en un Suran y abrieron fuego sin más. La Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia sospecha que, en realidad, podrían haber estado haciendo tareas de espionaje. Por eso, su presidente, Leopoldo Moreau, le pidió en las últimas horas al juez Martín Del Viso acceder al expediente para iniciar una investigación desde el Congreso.
El 3 de diciembre pasado, Victoria Montenegro, en su calidad de presidenta de la comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, le envió una carta a Moreau en la que planteaba su preocupación “ante las posibles prácticas de inteligencia ilegal por parte de agentes de la Policía de la Ciudad”.
La intervención de Montenegro se dio después de que el defensor de Gabriel Isassi, Juan José Nieva y Fabián López, Alfredo Oliván, dijera en IP Noticias que sus defendidos estaban haciendo tareas de inteligencia en una causa de drogas que llevaba adelante el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad. Cuando fueron indagados por el juez Del Viso, los tres policías declararon que estaban merodeando la zona porque esperaban un allanamiento en esa causa.
La Bicameral quiere saber si hay elementos para entender que podrían estar haciendo actividades prohibidas por la ley de inteligencia nacional. Para eso deberán tener acceso al expediente y posiblemente cotejar la información con la Fiscalía General de la Ciudad. Isassi, Nieva y López ya fueron procesados por Del Viso y están detenidos en el penal de Marcos Paz. Aun resta que la fiscalía resuelva si pide los procesamientos de los otros seis policías que están detenidos por encubrir el asesinato de Lucas y por haber privado ilegalmente de la libertad a sus tres amigos. Una posibilidad es que el fiscal Leonel Gómez Barbella solicite que se indague a otros efectivos de la Policía de la Ciudad.
La sombra de los Súper Mario Bros
Mientras avanza la investigación judicial por lo que sufrieron Lucas y sus tres amigos, el Congreso pone la mira sobre la causa. Hay un antecedente que es tenido en cuenta por la Bicameral de Inteligencia: la Policía de la Ciudad nutrió a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el gobierno de Mauricio Macri. Al menos ocho efectivos de esa fuerza pasaron a la exSIDE durante el gobierno de Cambiemos.
El grupo de espías conocido como “Súper Mario Bros” se conformó en su mayoría por policías de la Ciudad que pasaron en comisión a la AFI. El armador del equipo fue Jorge Sáez, conocido como “Turco”, que había sido agente en el Servicio Penitenciario Federal (SPF) y luego pasó a la Policía de la Ciudad. A Sáez lo convocó Diego Dalmau Pereyra, el primer director operacional de Contrainteligencia del macrismo. Se habían conocido cuando Dalmau impartía cursos en la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI).
Sáez –que comparte abogado con los tres policías que asesinaron a Lucas– llevó a la AFI a algunos compañeros de la Policía de la Ciudad. Entre otros a Leandro Araque y Mercedes Funes Silva. Una particularidad que tuvieron los Súper Mario Bros es que funcionaron descolgados de la estructura de Contrainteligencia de la AFI. Ellos no iban a las bases de la Agencia, sino que se congregaban en un departamento de Mataderos que la exSIDE alquilaba para ellos.
Desde allí se abocaron al espionaje político. En su mira estuvieron el propio jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su entonces segundo, Diego Santilli. Espiaron también a Cristina Fernández de Kirchner e incluso a Florencia Macri, la hermana menor del entonces presidente. Los exfuncionarios o empresarios kirchneristas presos en el penal de Ezeiza también fueron víctimas de su vigilancia.
Con el tiempo se fueron sumando otros integrantes al núcleo conformado por Sáez, también provenientes de las filas de la Policía de la Ciudad: Jonathan Nievas, Mariano Flores, Guillermo Matta y Javier Bustos. En 2018, el grupo quedó a cargo de Alan Ruiz, un exoficial de la Metropolitana que venía del Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich. La relación armoniosa entre Ruiz y los Súper Mario Bros duró unos pocos meses.
Todos ellos fueron procesados –con excepción de Matta– por el juez de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé, quien investigó el espionaje durante la era Macri junto con los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide. En abril de este año, la Cámara Federal de Casación Penal –con los votos de Mariano Borinsky y Javier Carbajo– le sacó la causa a Augé y la mandó a los tribunales de Comodoro Py. En Retiro, los camaristas Eduardo Farah, Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi revisan los procesamientos que dictó Augé y, según fuentes de ese tribunal, podría haber definiciones en los próximos días.