Arqueólogos de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, hallaron en el yacimiento de Hala Sultan Tekke, en una ciudad de Chipre que data de la Edad de Bronce, dos cámaras subterráneas con 155 esqueletos humanos y cerca de 500 objetos del año 1350 A.C. Uno de los descubrimientos más curiosos, según los investigadores, son los restos de un niño de 5 años que fue enterrado rodeado de oro.
“Los hallazgos indican que se trata de tumbas familiares de la élite gobernante de la ciudad. Los restos del niño, por ejemplo, estaban ornamentados con un collar de oro, pendientes de oro y una tiara de oro. Probablemente era hijo de una familia rica y poderosa”, explicó el profesor Peter Fischer, de la Universidad de Gotemburgo.
Aunque los arqueólogos suecos comenzaron a cavar la zona en 2010, recién hace 3 años dieron con estas cámaras subterráneas, que además de restos humanos contienen joyas de oro, piedras preciosas y cerámicas.
El hallazgo requirió de un trabajo muy delicado ya que los huesos, después de más de 3.000 años en el suelo salado, estaban extremadamente frágiles. Según advirtieron los investigadores, los esqueletos y objetos rituales estaban en capas uno encima del otro, lo que demuestra que las tumbas se utilizaron durante varias generaciones.
Además de joyas y otros instrumentos hechos de oro, plata, bronce, marfil y piedras preciosas, y de vasijas ricamente decoradas de muchas culturas, los arqueólogos también encontraron un toro de cerámica. “Su cuerpo hueco tiene dos aberturas: una en el lomo para llenarlo con un líquido, probablemente vino, y otra en la nariz para beber. Aparentemente, tenían fiestas en la cámara para honrar a sus muertos", indicó Fischer.
Otro hallazgo que llamó la atención fue un sello en forma de cilindro hecho con un mineral llamado hematita (óxido férrico), con una inscripción cuneiforme de Mesopotamia (actual Irak), que los arqueólogos pudieron descifrar.
“El texto consta de tres líneas y menciona tres nombres. Uno es Amurru (o Martu), un dios adorado en Mesopotamia. Los otros dos son reyes históricos, padre e hijo, a quienes recientemente logramos rastrear en otros textos sobre tablillas de arcilla del mismo período, es decir, del siglo XVIII a.C.", contaron los expertos suecos.
"Actualmente estamos tratando de determinar por qué el sello terminó en Chipre, a más de 1.000 kilómetros de distancia de donde se hizo", agregaron.
Entre los objetos también se encontró una sorprendente piedra preciosa roja (cornalina) de la India, lapislázuli azul de Afganistán y ámbar procedente de distintos puntos del Mar Báltico, lo que demuestra que la ciudad tuvo un papel central en el comercio durante la Edad del Bronce.