Los artistas movilizados contra el ajuste en los premios municipales lograron lo que parecía imposible: que el proyecto de ley del ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, que modifica estos reconocimientos centenarios, no sea tratado en la última sesión de la legislatura porteña. “Me parecía importante dar la cara”, reconoce Avogadro a Página/12 al recordar que durante la tarde del martes se reunió con representantes de Artistas Premiados Argentinos (APA), la Sociedad Argentina de Escritores (Sade), la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA), la Unión de Escritoras y Escritores, Argentores y la Asociación Argentina de Actores. La intención del ministro fue “contar en primera persona” su propuesta –-el proyecto presentado el pasado 1º de diciembre, con un despacho exprés de las comisiones de Cultura y Presupuesto, dos días después-- para “poner en valor” los premios.

Mientras Daniel Santoro, Cristina Banegas, Leonor Manso, Laura Yusem, Ingrid Pelicori, Ana María Shua, Liliana Heker, Susana Torres Molina, Marcelo Guerrieri, Enzo Maqueira, Débora Mundani, Eduardo Mileo, Patricia Suárez y Gustavo Nielsen, entre otros artistas plásticos, actrices, autoras teatrales y escritores se manifestaban en el ministerio de Cultura primero y luego frente a la legislatura, Avogadro escuchó el consenso sobre la necesidad de “aggiornar” los premios municipales, pero también “una voz unívoca de todas las instituciones respecto de que hace falta más tiempo” para trabajar las modificaciones. “La verdad es que tienen razón; no hay ninguna intención de sacar el proyecto a las apuradas. La decisión que tomamos es postergar el tratamiento en la legislatura”, confirma el ministro de Cultura y agrega que esta decisión es “coherente” con la actitud de diálogo que siempre tuvieron desde el ministerio. “No le dimos a los artistas el tiempo suficiente para hacer una devolución razonada y vamos a dedicar todo el tiempo que haga falta para conversar. No queremos apurar algo que merece una reflexión más prolongada”, explica Avogadro.

Adriana Tursi, desde Argentores, comenta que están dispuestos a conversar porque los premios municipales fueron creados en 1919 --y se entregaron por primera vez en 1920— y la realidad hoy es otra. “Hay puntos para trabajar, no para ajustar, sino para repensar a partir de la realidad cultural y la producción de los artistas”, aclara Tursi. “Una cosa es trabajar y otra cosa es ajustar. Nosotros queremos trabajar para seguir en el camino de dignificación de la producción de los artistas”. Para Alejandro Vaccaro, presidente de la Sade, la postergación del tratamiento del proyecto de ley es “un logro importante que ha conseguido el mundo de la cultura de la ciudad con la movilización y las reuniones que tuvimos con el ministro”. Vaccaro admite que “es muy raro que den marcha atrás”, pero celebra la apertura al diálogo y la “sensibilidad” del ministro al escucharlos. “Se tomó la mejor decisión: posponer el proyecto y debatir el tema. Después veremos los consensos que se logran”.

El nudo de la discordia

El punto más polémico del proyecto presentado por Avogadro es la igualación del subsidio mensual y vitalicio que recibe cada primer premio en todas las categorías –hoy equivalente a la asignación correspondiente al Agrupamiento Técnico, Tramo B, Nivel 01 del Convenio Colectivo de Trabajo vigente, según la ley 2199, que asciende a 53.735-- con la jubilación. En caso de que el premiado tenga una jubilación mayor (a 53.735), no cobraría el subsidio. Y si es menor percibiría la diferencia entre el subsidio y su haber jubilatorio. Para la actual legislación “el goce de este beneficio (el subsidio vitalicio) será compatible con cualquier otro ingreso”. Otra modificación muy criticada es la suba de la edad para recibir el subsidio vitalicio de 50 a 60 años para las mujeres y a 65 para los hombres.

Hay aspectos del proyecto que fueron aceptados por los artistas: que pasen a ser anuales cuando actualmente son bianuales. Otro aspecto positivo es la actualización de los montos: el primer premio, que estaba en 70 mil pesos, sería de 500 mil pesos --además del subsidio mensual y vitalicio--, el segundo quedó en 200 mil pesos y el tercero en 60 mil pesos. En cuanto a las categorías, mientras en artes visuales pasa de cinco a nueve (pintura, dibujo, escultura, instalación, cerámica, arte textil, fotografía, videoarte y videoinstalación y artes gráficas), en literatura se pierden los premios Eduardo Mallea y Ricardo Rojas, y en dramaturgia solo queda obra estrenada y eliminan obra inédita y mejor obra de teatro para la niñez.

Avogadro quiere llegar a un proyecto de consenso con los artistas. “Cuando uno abre un espacio de diálogo, está asumiendo que el proyecto presentado puede sufrir modificaciones. Sería muy necio abrir la discusión y después no estar dispuesto a cambiar absolutamente nada”.