Cuando parecía que se había cerrado la agenda de los festivales musicales que palpitarán en Buenos Aires en 2022, apareció el debutante más inesperado: el Primavera Sound. Al igual que el Lollapalooza, se trata de la adaptación local de una marca internacional. Sin embargo, si hay que establecer diferencias con el evento creado en la ciudad de Chicago, el festival de origen catalán se convirtió en los últimos años en una de las vitrinas por excelencia de la música indie y sus variantes. Pero su curaduría, tan de autor como imprevisible, le mereció que se le considere “el mejor festival del mundo”. Al punto de que durante su realización en Barcelona, que suele suceder en el alba de la temporada festivalera de verano europea (entre fines de mayo y comienzos de junio), atrae a público y artistas de diferentes partes del mundo.
Ese temperamento y esa fama la pondrán a prueba en la capital argentina entre el 7 y el 13 de noviembre del año próximo, con una propuesta muy afín a la de su matriz. Mechará los recitales que sucederán en una locación base, que en este caso será el Parque de los Niños, con diferentes actividades en otros puntos de la ciudad. Al Primavera Sound lo avala además una trayectoria de 19 años, colmada de episodios únicos y especiales en la historia de la música popular contemporánea. Por lo que se esperaba que la celebración de sus dos décadas, prevista para el 2020, fuera toda una fiesta. Era lo que vislumbraban tanto su programación como el desembarco del festival en Los Angeles. Pero la llegada del coronavirus puso en el congelador cualquier plan. O al menos eso era lo que parecía.
Luego de reactivar su edición barcelonesa para el 2022, los organizadores del festival hicieron lo mismo esta semana con su dilatado estreno en la metrópolis californiana. Arctic Monkeys, Lorde y Nine Inch Nails encabezan una artística que eriza la piel. Lo que no estaba en los planes es que a continuación anunciarían nuevas sedes, y que dos de ellas estarían en Sudamérica. Así que tras introducir a Santiago de Chile el martes, en la tarde del miércoles se reveló que Buenos Aires sería la siguiente plaza en la que se hará el evento. A pesar del revuelo que generó en las redes, lo que estuvo estimulado además por una presentación en el Arena Studio en la que actuaron El Mató a un Policía Motorizado y L-Gante, la versión porteña del Primavera Sound es un proyecto en el que se viene trabajando desde hace tiempo.
“Pareciera que fue algo de ahora, pero fue una decisión meditada”, afirma Gabi Ruiz, alma máter del Primavera Sound, desde la Ciudad Condal. “Una de las cosas que nos pasó en la pandemia es que pudimos desarrollar los proyectos que teníamos en marcha. Pasar por Latinoamérica, a partir de la buena devolución que tuvimos en Los Angeles, se convirtió casi en una obligación. Sabíamos que debíamos hacerlo. Siempre desde la humildad, porque llegar a una ciudad es complicado”. Si bien el primer encuentro internacional del festival sucedió en Oporto, donde se lleva adelante una edición boutique desde 2014, los planes con Buenos Aires son más ambiciosos. “El festival se adapta a la ciudad. Dentro de unos años, el Primavera de Buenos Aires tendrá su propia identidad. Ahora mismo, vamos con una versión más potente. Más parecida a la de Los Angeles”.
Si bien no hay nadie confirmado hasta ahora para la edición porteña, El Mató a un Policía Motorizado ya tiene su lugar asegurado en el evento. Una vez que se transformó en el primer artista argentino en participar en el Primavera Sound, en 2010, la relación entre banda y festival se hizo entrañable. A tal instancia de que hoy, más allá de ser un acto casi fijo en su grilla, mantienen una relación laboral que incluye el lanzamiento de los discos del quinteto en España. “Aunque en los últimos años fue llegando información, no es un festival tan conocido en Argentina”, dice Santiago Motorizado, frontman del grupo. “Nuestras participaciones ayudaron a llamar la atención acá sobre el Primavera Sound. Es importante que venga porque es diferente al resto de los festivales de Argentina y del mundo. Tiene una mirada que emociona”.
Sobre esa primera experiencia, el músico platense recuerda: “Ese año cerraban Pavement y Pixies. No podía creer que fueran cabezas de cartel. Luego vino Pavement a la Argentina, y le fue difícil llenar La Trastienda. Desde ese entonces supe que en una parte del mundo sucedía algo que era diferente a todo y que tenía que ver con esa música con la que crecimos”. A lo que Javier Sisti Ripoll, cantante y guitarrista del grupo 107 Faunos, agrega: “Me gusta cómo se plantea la independencia en el festival. Por eso está bueno que llegue a la Argentina, porque puede romper con la lógica de los festivales, que siempre tienen a los mismos artistas. Espero que pueda introducir un poco más de frescura, diversidad y de lo indie de verdad. No del indie nominal. Está bueno que haya esa impronta de curaduría bien desarrollada”.
Amén de El Mató a un Policía Motorizado y de 107 Faunos, los otros artistas argentinos que fueron parte de la historia del Primavera Sound son Juana Molina y Nathy Peluso, quien debutó ahí en 2019. Aunque también hubo presencia local en Primavera Pro (encuentro organizado en simultáneo para los profesionales de la industria musical), el año próximo habrá por primera vez una sustanciosa delegación nacional en el Parque del Fórum. Al igual que lo hará con los shows de Beck, Massive Attack, Dua Lippa, Tame Impala, Gorillaz y Nick Cave, entre otros, el inmenso predio ubicado frente al Mar Mediterráneo acogerá las actuaciones de Duki, Nicki Nicole, Cazzu, Bandalos Chinos y Las Ligas Menores. Más las reincidencias del grupo liderado por Santiago Motorizado y de los 107 Faunos.
Al momento de referirse acerca de la escena argentina, Gabi Ruiz opina: “Ahora parece que todo lo que llega de Argentina es urbano. Duki, Khea, Nicki Nicole y Nathy Peluso son tan grandes que no dejan ver otras escenas. Con la llegada del festival, nuestra intención es bucear en otras músicas y otras sensibilidades”. Y ante la pregunta de si el Primavera Sound es el mejor festival del mundo, el productor y curador despacha: “Soy muy futbolero. Fui a la final de la Copa de Europa, en Roma, con un equipo donde Xavi, Iniesta y Messi eran aún unos desconocidos. Pero se divertían jugando a la pelota. Ese día, que jugamos contra el Mánchester, nos decían que no teníamos ninguna opción. Me pasa lo mismo con el Primavera. Si bien ya somos mayores, siento que somos esos chavales de barrio que mantenemos una pasión por la música impresionante”.