El 28 de noviembre último la comunidad kolla Los Naranjos, en el departamento de Orán, sufrió un tornado que dejó a más de 100 familias afectadas. Desde el gobierno municipal y provincial de Salta se anunció una ayuda inmediata ni bien se conoció el caso, pero la comunidad sostiene que no recibió la ayuda necesaria para solucionar los múltiples inconvenientes provocados por la tormenta.
Bernabé Montellanos, integrante de la comunidad, recordó que el viento, que superó los 100 kilómetros por hora, apenas duró unos cinco minutos pero "fue totalmente desastroso" porque los techos de chapas de las casas se volaron y lo que quedó fueron rastros de "una catástrofe". Además, de las viviendas, también hubo destrozos en las escuelas, la iglesia y el centro de salud comunitario.
En su momento el gobierno informó que junto al municipio de Orán y la propia comunidad, harían relevamientos para continuar con la asistencia integral a las familias. Mientras que el Ministerio de Desarrollo Social, había informado a Salta/12, que eran 54 las familias más afectadas y que en breve llegaría un camión con los elementos esenciales, de acuerdo a la necesidad de cada una de las familias afectadas, como colchones y chapas.
No obstante, y después de 10 días, los integrantes de la comunidad reclaman que la asistencia no llega al lugar. "Estamos dolidos porque el gobierno de Salta tiene la obligación de ayudarnos", expresó Montellanos, pidiendo al gobernador Gustavo Sáenz, y al intendente de Orán, Pablo González, que cumplan con el envío urgente de chapas, clavos y personas para que puedan realizar el techados de sus viviendas.
"Después del tornado quedó un caos la comunidad porque había árboles caídos por todas partes, caminos rotos y familias accidentadas", relató. Al menos hubo tres personas con heridas leves, que sufrieron aplastamientos y tuvieron que ser trasladas al Hospital Público San Vicente de Paul, de Orán, a través del helicóptero de la provincia.
Una de las familias más afectadas fue la de Eusebio Condorí, una de las autoridades de la comunidad, porque "se quedó sin casa literalmente", expresó Montellanos. "Todos nos quedamos sin techos, pero él lo perdió todo", agregó. En la comunidad viven cerca de 140 familias, y el 80% sufrió la voladura de sus techos.
En ese sentido Montellanos cuestionó la información que brindaron algunos medios oficialistas de Orán porque consideró que minimizaron la situación ya que la gran mayoría de los oranenses "piensa que está todo arreglado, cuando no es así". A su entender, "parece que si no hay muertos, no existimos y no tenemos la suerte de ser atendidos y escuchados".
Aún así, agradeció la ayuda que llegaron desde otras comunidades, como San Andrés, que envió personas para abrir los caminos. A ellos, se sumaron miembros de las iglesias evangélica y católica, junto a los propios familiares que vivían en otro lado.
"Los pueblos originarios pedimos lo esencial, que son chapas, clavos y personas", reiteró Montellanos. Dijo que la asistencia que llegó hasta el momento fueron únicamente bolsones de mercaderías pero "desde las comunidades necesitamos en este momento que nos ayuden a techar las casas", insistió.
Por lo que pudieron saber, esa ayuda llegaría hoy, aunque nadie se ha comunicado con ellos aún. Hasta el momento, algunas familias techaron con plásticos duros o chapas que pudieron recuperar. "Estamos intentando techar las casas como podemos, pero la verdad que ha sido un tornado que se llevó todo", señaló Montellanos.
El vocero exigió a González que "se haga cargo" de lo que comunicó en los medios locales. "Necesitamos que lo haga realidad porque como comunidades necesitamos volver a levantarnos", agregó.
Son cuatro las comunidades kollas que pertenecen a la jurisdicción oranense, pero se supo que la comunidad San Andrés no sufrió ninguna consecuencia de la fuerte tormenta, lo que resultó un alivio para el gobierno municipal porque es la que se encuentra más alejada, al límite con Jujuy.
Mientras que en las comunidades de Río Blanquito y Angosto de Paraní registraron que los daños fueron menores en las viviendas, pero sí se afectaron los edificios públicos, como las escuelas y el centro de salud.
A la voladura de los techos en Los Naranjos, se sumó el corte de la energía eléctrica. Por eso el gobierno de Salta había determinado en un principio que el servicio eléctrico que reviste la modalidad comunitaria (ya que se genera a través de una turbina que es administrada por la comunidad de Los Naranjos) iba a ser restablecido de manera urgente.
En su momento se dijo que eso lo harían con la asistencia del gobierno provincial, que enviaría nuevos postes, mientras que el municipio de Orán aportaría el trabajo de técnicos electricistas. Días después, la comunidad recuperó el servicio.