Cuatro meses después de haber asumido la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump emprendió su primera gira internacional. Lo hace en medio del escándalo por los vínculos de su entorno con Rusia y la investigación acerca de las presiones para que el FBI terminara con las pesquisas. Medio Oriente, Italia y Bélgica serán las paradas del Air Force One en el periplo.
La gira se inicia por Arabia Saudita, adonde llegará este sábado. Allí hablará ante dirigentes de 50 países De allí volará a Israel, donde reafirmará su alianza con Benjamín Netanyahu. Visitará Jerusalén y el Muro de los Lamentos. Además, habrá un encuentro con Mahmoud Abbas, el presidente palestino
El 24 de mayo, Trump arribará a Roma, donde se concretará el encuentro con el papa Francisco. Ese será el comienzo de su etapa europea, que se prevé más compleja. De Italia partirá hacia Bruselas, y en la capital belga se reunirá con sus socios de la OTAN, organización con la que ha mantenido una relación ambivalente. Por un lado ha reafirmado la pertenencia norteamericana a la OTAN, pero también ha exigido mayores aportes económicos por parte de sus aliados europeos.
Luego de Bélgica, regresará a Sicilia, Italia, donde se celebrará el encuentro del G7. En la isla abordará varios temas espinosos, entre ellos la puja en torno al Acuerdo de París sobre cambio climático. Asimismo, podría debatirse el tratado nuclear con Irán, que avaló en su momento Barack Obama y fue duramente criticado por el republicano durante la campaña electoral. “Protegeré con fuerza los intereses estadounidenses, ¡eso es lo que me gusta hacer!”, se jacto Trump en su cuenta de Twitter. La gira terminará el próximo viernes.
El viaje recuerda otro similar, realizado por Richard Nixon en junio de 1974 a Medio Oriente. No sólo por los lugares a visitar, sino también por el trasfondo doméstico: Nixon renunció dos meses después de esa visita, y no hay señales de que, a su regreso a Washington, Trump pueda ocultar el escándalo en torno a Rusia y el FBI.