Micaela Fariña, una de las policías de la Ciudad acusada de encubrir el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado por tres efectivos de esa fuerza cuando se trasladaba con amigos por el barrio porteño de Barracas, pidió ser excarcelada.
El fiscal del caso, Leonel Gómez Barbella, dictaminó en contra y ahora se espera la resolución del juez Martín Del Viso.
Fariña, al igual que otros 8 uniformados de la Policía de la Ciudad, está siendo investigada por los delitos de falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional, encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por tratarse de un delito especialmente grave, amenazas y odio racial.
Según las declaraciones de los testigos, fueron ella y su compañera Lorena Miño quienes ese 17 de noviembre interceptaron a Lucas --ya baleado-- y a sus tres amigos a bordo del Volkswagen Surán Azul en el cruce de Alvarado y Perdriel. Los jóvenes habían llegado allí tras escapar de los policías de la Brigada de la Comuna 4 porteña, autores de los disparos que terminaron con la vida de Lucas.
Si bien Fariña y Miño aseguraron que su rol se limitó a pedir una ambulancia para el herido y retener en el lugar a dos de los compañeros de Lucas --ya que el tercero logró escapar--, para la Fiscalía ambas deben responder por los delitos atribuidos, ya que fueron las primeras en llegar al sitio donde alguien plantó un arma para hacer pasar a los jóvenes como delincuentes.
Además de Fariña y Miño están acusados por los mismos delitos el comisario Juan Romero, el subcomisario Roberto Inca --ambos a cargo de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Comunal 4--; el comisario Fabián Du Santos y el principal Héctor Cuevas, de la Comisaría Vecinal 4D de la Policía de la Ciudad.
Por el homicidio agravado de Lucas y la tentativa de homicidio agravado de sus amigos, en tanto, están detenidos los policías Juan José Nieva, Fabián Andrés López y Gabriel Alejandro Issasi, integrantes de la Brigada de la Comuna 4 de la Policía de la Cuidad, a quienes se les atribuye haber interceptado con un auto sin identificar y luego baleado a los cuatro jóvenes de 17 años que acababan de salir de entrenar del club Barracas Central.