La ciudad, esa granja

“Londres es una jungla”, pronuncia la joven fotógrafa inglesa Megan Eagles, y lo dice en el sentido más literal de la expresión: aun cuando la idea de vida silvestre no sea la primera que se asocie con la gran urbe, esta artista quiere instalar que allí abunda la fauna, solo hay que prestar atención. “Los animales están en todas partes”, retoma quien ha llamado a su última serie London is a Jungle, claro está, fotografiando no solo a bicharracos sino a sus humanos, convivientes, para así dejar asentados el compañerismo inter-especie. Entre las mascotas retratadas junto a sus terrícolas, evidentemente hay perros y gatos, pero no se queda únicamente en lo más sencillo doña Eagles, que asimismo captura águilas, serpientes, caballos, loritos, conejos y tortugas, por mentar algunas criaturas que coexisten apaciblemente, armónicamente junto a personas de distintas edades. Tras dedicarse a tomar imágenes editoriales de moda durante un tiempo, Megan mudó de interés hacia la fotografía documental, más laxa en cierto modo, no carente de desafíos; entre ellos, “aprender a dirigir a gente que no está acostumbrada a estar frente a la cámara, aprovechar al máximo la luz natural y locaciones donde solo tenés unos minutos para lograr la toma”. Por supuesto, su colección última presentó retos adicionales: “El obturador de mi cámara, un poco aparatosa, es ruidoso, lo cual intrigó a algunos bichos, y perturbó a otros. Por caso, a las abejas de un apicultor que me rodearon nomás gatillar, obligándome a huir a la velocidad de la luz”, comparte entre risas. Su historia favorita, reconoce, es la de Lorraine, una mujer que rescató a la gallina Specky e hicieron tan buenas migas “que ahora juntas hacen viajes en carretera. Realmente podés ver la ternura en su amistad, salta a la vista el lazo entrañable que han forjado”. Una monada.

Un papel secundario

“Puede que Bill Nighy sea uno de los actores más queridos de Reino Unido, conocido por papeles como Billy Mack en Realmente Amor o Davy Jones en Los Piratas del Caribe. Así las cosas, será relegado a la marginalia en su próximo trabajo: en una nueva adaptación a audiolibro de la saga Mundodisco, emblemática obra de Terry Pratchett, Nighy se ocupará de leer... las notas al pie de página”. Palabras de medios ingleses sobre el curioso fichaje, del que el propio Bill –presunto noviete de Anna Wintour– está la mar de encantado. De hecho, dice sentirse muy honrado de “dar vida a uno de los aspectos más divertidos, extravagantes y queridos del genial Pratchett, tan presto a hacer inusuales comentarios personales sobre la narración, dar fragmentos de información adicional, o simplemente dejar graciosos apartados en sus pie de página”. Iniciativa de Penguin Random House, la regrabación completa de los 40 libros del fantástico Mundodisco busca darle un toque más contemporáneo a las versiones ya existentes, y estará plagada de actores y actrices de renombre, que pondrán sus dotes interpretativas al servicio de más de 400 horas de audio, que se irán lanzando entre 2021 y 2022. Indira Varma (Game of Thrones), Sian Clifford (Fleabag), Andy Serkis (Gollum en El señor de los anillos), son algunas de las presencias confirmadas; al igual que Peter Serafinowicz, quien fuera la voz de Darth Maul en La Guerra de las Galaxias y aquí personificará a La Muerte, popular personaje del irreverente universo creado por Pratchett, un mundo plano sostenido por cuatro elefantes que, asimismo, se apoyan sobre el caparazón de una colosal tortuga estelar. Sobre el mentado rol, por cierto, manifestó Serafinowicz que ponerse detrás del rol le permitió volver a disfrutar “el humor subversivo y absurdo de Terry, me ha dado una renovada apreciación de su genio cómico”.

Los dantescos versos de la fembot

Mucho se ha escrito sobre Ai-Da, la robota que pinta y esculpe sin intervención humana, cuyas obras se venden por miles de dólares. La consagrada artista, empero, es capaz de tocar otras cuerdas, conforme ha quedado demostrado días atrás. En el Ashmolean Museum, más precisamente, en Oxford, que actualmente celebra el 700 aniversario de la muerte de Dante. Frente a tamaña ocasión, pidieron a la fembot que leyera la obra magnánima del poeta italiano, La divina comedia, en pos de que escribiera... poesía inspirada en este clásico. Y la humanoide, que no se apichona, no solo compuso poemas “reactivos” a partir de su banco de datos de palabras y análisis de patrones, vía algoritmo: también los interpretó. Al escuchar los versos de Ai-Da, opinó Carol Rumens –terrícola, poeta de oficio– que algunas líneas eran bastante extrañas, demasiado experimentales, pero igualmente interesantes: “La imagen del halcón domesticado con los ojos cosidos, por ejemplo, es cercana a la original y aún poderosa. Ha conservado lo mejor del pasaje, a pesar de la confusión de registros y la extraña orientación. El ritmo, por cierto, parece fluir bien. Diría que, en términos generales, Ai-Da podría hacer carrera en las letras”. La presentación, vale decir, fue parte de la muestra Dante: The Invention Of Celebrity, que explora la influencia de Alighieri a lo largo de los siglos, y también incluye varias pinturas creadas por esta famosa robota. Robota que evidentemente superó el mal trago que vivió el pasado octubre, cuando viajó a Egipto para participar de una exposición de arte contemporáneo, Forever is Now, y fue detenida en el aeropuerto, confiscada porque las autoridades la suponían un riesgo para la seguridad nacional. Acusada de espía por las cámaras que lleva en sus ojitos, estuvo 10 días en cana, y solo salió en libertad gracias a la intervención de la embajada británica. “Toda esta situación es irónica: el propósito de Ai-Da es precisamente enfatizar y advertir los abusos de la tecnología, pero ha sido detenida porque es tecnológica”, expresó entonces Aidan Meller, creador de esta muñeca hiperrealista.

Niños veganos, aunque no lo sean

Anota revista Food & Wine, edición norteamericana, que aunque los chicuelos pueden ser quisquillosos con la comida, su conocimiento culinario no parece estar a la altura de sus exigentes paladares; al menos, de extrapolar los resultados a los que arribó un equipo de psicólogos de la Universidad de Furman, en Carolina del Sur, a todo el país del norte. Para su investigación, publicada recientemente en el Journal of Environmental Psychology, el citado team reunió a 176 párvulos con entre 4 y 7 años en pos de interrogarlos sobre diversas cuestiones alimenticias; una de las principales: qué alimentos vienen de los animales y cuáles de las plantas. Se les pidió, en resumidas cuentas, que clasificaran trece alimentos por su origen vegetal o animal. Y aunque cierto nivel de equivocación era esperable, algunas confusiones fueron demasiado insólitas; entre ellas, que la panceta es grasiento fruto de una suerte de planta mitológica. La manzana fue la que salió mejor parada: solo un 16 por ciento la identificó erróneamente. A partir de allí, todo fue en picada. "Todos los alimentos de origen animal, con la única excepción de la leche, fueron clasificados incorrectamente por al menos el 30 por ciento de los niños”, afirma el documento. “Con respecto a las carnes, el porcentaje de niños que afirman que las hamburguesas, las salchichas y el tocino provienen de plantas llegó al 41 por ciento. Incluso los nuggets de pollo –que tienen la palabra ‘pollo’ en su nombre– fueron definidos de origen vegetal por más de un tercio de los pequeños”. Extrañamente, casi la mitad de los encuestados cree que las papas fritas vienen de los animales. También se les preguntó qué era o no comestible, y un apabullante 77 por ciento aseguró que ni vacas ni cerdos ni pollos se comen. El asunto ha hecho que algunos memoriosos trajeran a colación un estudio de 2017, del Centro de Innovación Láctea de los Estados Unidos, que entonces relevó que casi el 10 por ciento de la población ¡adulta! creía que la leche chocolatada se conseguía... ordeñando vacas pardas. Asimismo, un 48 por ciento admitía desconocer cómo se obtenía (combinando leche y cacao, obvio es decirlo), volviéndose target de bromas y más bromas. Lejos de desternillarse de los confundidos pequeñuelos recientemente entrevistados, por cierto, los estudiosos han visto una oportunidad en su desconocimiento: “A diferencia de la gente mayor, que han desarrollado un arsenal de estrategias para justificar el consumo de carne, los niños parecen ser unos comedores de animales ingenuos. Por lo tanto, la infancia puede representar una ventana de oportunidad única durante la cual las dietas a base de plantas se pueden establecer más fácilmente, para toda la vida”. Dietas que, subrayan los especialistas, son más amables con el medio ambiente, dejan una huella de carbono menor, son una oportunidad para combatir el cambio climático.