Seis de cada diez trabajadoras y trabajadores sufrió situaciones de violencia laboral, mientras que 3 de cada 10 la padecen en su trabajo actual. La violencia psicológica se da en el 78 por ciento de los casos, seguida de situaciones ligadas a la discriminación (67 por ciento), y finalmente, violencia sexual (52 por ciento) y física (35 por ciento), según la encuesta nacional sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo elaborada por Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) y la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral, Iniciativa Spotlight y la OIT.
La violencia laboral tiene mayor prevalencia en los trabajadores y trabajadoras de más de 30 años y entre quienes poseen mayores niveles educativos. Para el 15,8 por ciento, las situaciones de violencia aumentaron a partir del inicio de la pandemia, mientras que para el 3,3 por ciento aparecieron por primera vez en ese momento.
La encuesta corroboró que la violencia en el ámbito laboral se ejerce desde posiciones jerárquicas, amparada en las asimetrías de poder. Los superiores jerárquicos ejercen, en mayor medida, violencia psicológica, discriminación y comentarios sexistas.
A la hora de realizar la denuncia, solo 3 de cada 10 personas que sufrieron violencia o acoso en el ámbito laboral lo hicieron, fueron los sindicatos los que acompañaron a los trabajadores y trabajadoras en la realización de estos reclamos.
Según el Convenio 190 de la Ley 27.580, que entrará en vigor el 23 de febrero de 2022, se reconoce el derecho de toda persona a un ambiente de trabajo libre de violencia y acoso, incluidos la violencia y el acoso por razón de género. A su vez, determina que tales comportamientos pueden constituir una violación o un abuso de los derechos humano. Argentina es al día de hoy uno de los nueve países que ratificó esta norma a nivel internacional.
Violencia laboral según género
La violencia laboral es diferente según el género del empleado: es mayores entre mujeres y personas no binarias, 65,5 por ciento y 87,6 por ciento respectivamente, mientras que entre los varones el porcentaje alcanza al 43,5 por ciento.
En el caso de la discriminación, las mujeres y las personas no binarias muestran ser los más vulnerados (72,5 por ciento y 92,4 por ciento respectivamente). En la violencia sexual también se observan grandes diferencias según el género: las mujeres la sufren en un 59,5 por ciento y las personas no binarias en un 83,7 por ciento.
La violencia física es mayormente experimentada por quienes no se autoperciben como varón o mujer (75,9 por ciento), en tanto que no se observan mayores diferencias entre los géneros binarios (34,6 por ciento en mujeres y 33,9 por ciento en varones). Este tipo de violencia no presenta diferencias por rango etario, nivel educativo y sector en la estructura económica.
El 27,4 por ciento de las mujeres y el 44,8 por ciento de las personas no binarias consideraron que su género autopercibido influía negativamente en el trato recibido, mientras que en los varones, sólo el 5,4 por ciento manifestó esta situación.
El género masculino, a diferencia del femenino y de las personas no binarias, mantiene una situación de menor vulnerabilidad en casi todas las variables.
Los segmentos más jóvenes son los que perciben en mayor proporción que la condición de género influye negativamente entre las mujeres y otros géneros no masculinos en las situaciones de violencia.
Violencia por sector
Al analizar esta problemática por sector de la economía, en la encuesta puede apreciarse que el género influye negativamente en mayor proporción en el trabajo doméstico (57,7 por ciento), en las actividades extractivas (61,7 por ciento), en el arte y recreación (47,9 po ciento), así como actividades profesionales y técnicas (41,8 por ciento).
La violencia psicológica se destaca por sobre las demás entre trabajadores y trabajadoras del sector primario de la economía (ganadería y agricultura) con un 91,5 por ciento de respuestas afirmativas, mientras que el sector secundario (industria y construcción) y terciario (servicios, comercio, sanidad y educación) muestran porcentajes menores pero similares: 77,6 por ciento y 77,5 por ciento, respectivamente.
Son los jovenes los que perciben en mayor proporción que la condición de género influye negativamente entre las mujeres y otros géneros no masculinos en las situaciones de violencia.
En cuanto al perfil de la persona que ejerce alguna de estas violencias (psicológica, discriminación y comentarios sexistas), suelen ser varónes en una posición de superior jerárquico, seguido de pares.
En la encuesta también se indaga sobre el impacto que tuvo la pandemia de Covid-19 en la violencia laboral: un 15,8 por ciento declaró que las situaciones de violencia aumentaron durante este periodo, mientras que para un 3,3 por ciento, aparecieron por primera vez.
Si bien la encuesta arroja que cerca de un 13 por ciento indicó que las situaciones disminuyeron durante la pandemia, probablemente debido al trabajo remoto o por no tener que concurrir presencialmente a los lugares de trabajo, resulta importante destacar que en el contexto de teletrabajo estas situaciones pudieron mutar en ciberacoso.