Lula construyó vínculos profundos con Argentina. Aun antes de ser elegido presidente de Brasil, Lula mostraba disposición para superar las diferencias entre los dos países. (El hecho de que su equipo, Corinthians, fue donde jugó Carlitos Tevez, contribuyó mucho a un imagen amistosa de Argentina, puede haber ayudado.)

Además de las disputas futbolísticas, la política norteamericana siempre trató de incentivar las diferencias entre los dos países, a sabiendas de que la unión de los dos podría ser un eje importante en las políticas de unidad latinoamericana.

Lula, ya presidente de Brasil, visitó a Eduardo Duhalde, presidente de Argentina, y le preguntó quién sería el nuevo presidente del país. Carlos Menem era fuerte candidato, pero Duhalde nombró a un hombre flaco, alto, gobernador de la provincia de Santa Cruz y le dijo que sería ese hombre.

Cuando Néstor Kirchner, victorioso por el desistimiento de Menem de enfrentarlo en la segunda vuelta, asumió la presidencia de Argentina, el 25 de mayo de 2003, Lula lo volvió a encontrar en su toma de posesión. Fue el momento mas importante en el viraje de las relaciones entre los dos países. El abrazo que se dieron Lula y Néstor fue el momento simbólico del proceso de integración latinoamericano que ha marcado todo el siglo XXI.

La unidad entre los dos países y la alianza entre sus gobernantes fue el eje fundamental de todos los avances que América Latina ha tenido en este siglo. No por casualidad, cuando vino la contraofensiva de la derecha, bajo conducción clara del gobierno norteamericano, su acción se concentró en esos dos países: Brasil y Argentina. Cuando lograron tumbar, de una forma o de otra, a los gobiernos de esos dos países, se abrió el espacio para la retomada de gobiernos conservadores en la región.

Abrazos

Se sabía que Lula y Néstor, Dilma y Cristina, Brasil y Argentina, eran los ejes del campo de gobiernos progresistas en el continente. A la dupla Lula-Néstor, siguió la de Dilma- Cristina, como continuidad del abrazo del 2003.

Cuando Lula fue preso, lo visitó Alberto Fernández, durante la campaña electoral en Argentina, sin preocuparse sobre las formas de explotación que la derecha pudiera hacer del encuentro, incluso con fines electorales. La visita emocionó mucho a Lula. Estoy muy seguro que el abrazo que se van a dar nuevo, esta vez con Lula libre, en Buenos Aires, será el momento de mayor emoción personal para Lula.

Será un reencuentro muy significativo. Seguro que los dos recordarán a Néstor, que fue tan importante en la vida de los dos, además de los recuerdos del abrazo que se dieron cuando Lula estaba preso.

Así como cuando Lula y Cristina se abracen tendrán presentes también aquel abrazo del 2003. Será, de todas maneras, aunque por poco tiempo, un momento de gran significado político y humano.

Lula y Argentina significa Lula y Néstor, Lula y Cristina, Lula y Alberto Fernández. Significa Brasil y Argentina, lo cual significa mucho no solo para los dos países, sino también para toda América Latina.