Este domingo comenzó el periodo legal de propaganda —en la TV y en las calles— con que los candidatos Gabriel Boric y José Antonio Kast, a la izquierda y ultraderecha del espectro político chileno, respectivamente, buscan convertirse en el presidente que conducirá el proceso de la Nueva Constitución que deberá votarse en el primer semestre de 2022.
Aunque Boric obtuvo el segundo lugar en la primera vuelta el 21 de noviembre (25,83%) frente a Kast (27,91%), todas las encuestas proyectan como ganador al primero. Entre ellas se destaca la de Criteria que proyecta 8 puntos de ventaja del candidato de izquierda y la Cadem con cinco.
Algo que ha inyectado optimismo al candidato y su estrategia que busca recuperar aquellos flancos que fueron señalados como debilidades por sus asesores: la seguridad y la crisis migratoria.
Dos temas que fueron centrales en la campaña de su rival, pero también en la sorpresa de las elecciones, el economista Franco Parisi, quien, con un discurso agresivo, construido en redes sociales y que reniega de la política tradicional y la elite, consiguió un tercer lugar, por encima del candidato oficialista Sebastián Sichel y de la ex Concertación, Yasna Provoste.
El factor Bad Boy
Una vez conocidos los resultados, Parisi que no hizo campaña en Chile, donde tiene una orden de arraigo por el no pago de pensión alimenticia, invitó desde su casa temporal en EE.UU. a ambos candidatos a su programa de YouTube, “Bad Boys” para convencer directamente sus votantes (casi 900 mil personas). Algo que aceptó de inmediato Kast, la misma semana que viajó al país del norte, a sostener reuniones con políticos republicanos como Marco Rubio, medida muy criticada por su propio entorno.
Boric, se demoró un poco más en aceptar, mientras sumaba el apoyo de los partidos de centroizquierda como la DC y el PS, los ex presidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, además de la carismática ex presidenta del colegio médico, Izkia Siches que asumió como nueva jefa de campaña. Esta última fue la que planteó dudas sobre la asistencia de Boric al programa, considerando el trascendido que el equipo de Kast ya se reunió con Parisi —lo que le da sentido al viaje a Norteamérica, aunque ha sido negado— y que era una mala señal para un candidato feminista a reunirse con alguien que adeuda cerca de 245 mil dólares a sus propios hijos. Algo que finalmente se confirmó el miércoles en la noche en una entrevista con Televisión Nacional de Chile en el programa “Candidato, llegó tu hora”, basado en un formato tenso, con preguntas efectistas, donde los entrevistadores apenas lo dejaban hablar e incluso estuvo la primera mitad sin aire acondicionado lo que lo hizo transpirar mucho,
“Soy una persona que basa su liderazgo en escuchar”, señaló Boric. “Y me he tomado unos días de reflexión porque hay opiniones encontradas a si debo o no ir justamente a ese programa (“Bad Boys”). Después de pensarlo mucho y escuchar principalmente a las mujeres de Chile que me han manifestado su preocupación, yo sé que electoralmente sería rentable ir porque hay mucha expectación, lo vería mucha gente, podría tener un espacio para desarrollar nuestras propuestas, sin embargo creo que en elecciones y en la vida en general uno tiene que guiarse por principios, y por lo tanto, dada la inaceptable deuda de pensión de alimentos de Franco Parisi, que no es algo que tenga que aclarar como dijo José Antonio Kast, es algo que tiene que pagar, no aclarar, es algo que tiene que cumplir”. Algo que indignó al economista que de inmediato amenazó en twitter con “desmenuzar” su programa económico el día en que estaba pactada la entrevista.
El futuro versus el terror
La propaganda televisiva es tradicionalmente un espacio donde los chilenos refuerzan o toman finalmente su decisión a la hora de votar. Y el contraste entre ambos candidatos trasciende la estética, la música y el humor, tan tradicional en estos espacios, sino que son dos proyectos de país totalmente distintos. Por una parte, Boric apuesta al futuro destacando cambios en la salud, la economía, el sistema de pensiones, el medio ambiente con imágenes de su gira por las ciudades del sur del país, siendo Talcahuano el punto de partida, mientras Siches va al norte, donde se ve rodeado de gente y con un estilo de vestir —saco, lentes— más “presidencial”. También se incluyen memes, actores de televisión e incluso el hilarante clip del diputado Jaime Naranjo (PS), célebre por leer durante diez horas la acusación constitucional contra el presidente Sebastián Piñera —esperando que llegaran dos colegas para lograr el quórum— que ahora se pone a leer el programa del candidato.
Kast en cambio ha apostado por largos minutos mostrando a víctimas de ataques incendiarios en la Araucanía (atacando veladamente a la comunidad mapuche) y denunciando la migración en el norte, exhibiendo a quienes llegan desde Colombia, Bolivia o Venezuela al país por pasos no autorizados y apenas difuminando sus rostros. Luego aparece él, sin público, mirando a la cámara prometiendo orden.
En un estilo que recuerda fuertemente la del plebiscito de 1988, donde la opción “No” (para sacar a Pinochet) usó un lenguaje pop, colorido y esperanzador y el “Si” se centró en el miedo y el ataque al adversario, ambos candidatos han reproducido ese estilo. Boric, habla de futuro, destacando los puntos de su programa y sólo señalando, con una voz en off, las diferencias con “el otro”. En cambio Kast habla de “comunismo”, muestra a sus votantes quejándose del Chile actual y aparece él en clips tomados de antiguas alocuciones. Como si en el fondo, quisiera cuidar los votos para el 19 de diciembre, sabiendo que no hay nuevos votantes dispuestos a confiar en la ultraderecha. Hasta el momento la primera vez que se enfrentarán cara a cara será este viernes en un debate organizados por las radios de Chile y el lunes 13 en un debate de televisión.