Al menos 55 migrantes centroamericanos murieron hoy cuando el camión en el que viajaban, en condiciones de hacinamiento y de forma clandestina, chocó contra un muro de contención y volcó en una ruta el estado de Chiapas, al sureste de México. 

De acuerdo a los informes de la Fiscalía del Estado, la tragedia se desencadenó cuando se produjo el impacto a alta velocidad del tráiler, lo que generó que se desprendiera la caja trasera, para luego volcarse hacia un costado. Decenas de migrantes murieron en el instante.

La coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa señaló que hasta el momento pudieron registrar que viajaban allí 152 migrantes: 55 ellos fallecidos, 73 lesionados y 24 ilesos.

La funcionaria reveló que también resultaron heridos muchos menores de edad, aunque no precisó el número y dijo que por ahora se está tratando de identificar datos y nacionalidad de fallecidos y heridos.

Cómo fue el accidente 

El accidente sucedió alrededor de las 15.30 de México, cuando un tráiler que transportaba a más de un centenar de migrantes centroamericanos, en condiciones de hacinamiento en su caja seca, volcó en un curva en la carretera Chiapa de Corzo-Tuxtla Gutiérrez. 

Los heridos fueron trasladados a hospitales públicos y privados. Imágenes televisivas mostraron el despliegue de ambulancias, bomberos y rescatistas en el lugar, mientras algunos migrantes en shock esperaban atención médica.

Los cambios recientes en la política migratoria

La tragedia ocurrió tres días después de que se reactivara, por orden judicial, un criticado programa de Estados Unidos que obliga a los migrantes a esperar en México la respuesta a sus solicitudes de asilo.

Ante ese escenario, los traficantes de personas aprovechan para trasladar migrantes de manera ilegal y para ello buscan rutas para los extranjeros a quienes hacen viajar en vehículos bajo condiciones de hacinamiento y poca seguridad por los estados del sureste, centro y norte del país en su travesía hacia Estados Unidos.

Esa modalidad también es una de las más temidas. Los migrantes pasan horas encerrados en cabinas sin ventilación y evitando tomar agua para no tener que orinar, sin que los choferes atiendan sus ruegos para detenerse y no morir asfixiados. Algunos mueren en el trayecto.

Huyendo de la pobreza y la violencia en sus países, otros prefieren formar parte de caravanas que realizan buena parte del extenso recorrido a pie, sometidos a climas extremos y a la amenaza del crimen organizado.

El accidente coincidió con el inicio de la Cumbre por la Democracia del presidente estadounidense, Joe Biden, quien excluyó de la cita a Venezuela, Nicaragua, Cuba, El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití, origen de la mayor parte de la migración indocumentada latinoamericana.

Por su parte, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lamentó la tragedia y dijo era un hecho "muy doloroso", según un mensaje en Twitter.

"Me solidarizo con las familias de las víctimas, a quienes ofrecemos toda la asistencia consular necesaria, incluyendo las repatriaciones", subrayó a su turno el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei.

Antecedentes 

En su camino a Estados Unidos, los migrantes son además víctimas de abusos de autoridades mexicanas y de accidentes como el de este jueves. El  9 de noviembre, 12 migrantes, incluidos varios centroamericanos, fallecieron en Chiapas en un siniestro que involucró dos camionetas que quedaron calcinadas.

En octubre, tres hondureños murieron y 23 más resultaron heridos al volcarse el vehículo en el que viajaban en el estado de Veracruz (este). También en esa región, cuatro cubanos perdieron la vida en un accidente vial en septiembre.

En otro caso que causó conmoción, el 22 de enero, 16 guatemaltecos y tres mexicanos fueron hallados carbonizados en un vehículo que presentaba 113 impactos de bala en el estado de Tamaulipas (fronterizo con Estados Unidos).

Por ese hecho fueron detenidos 12 policías de élite de Tamaulipas, donde en agosto de 2010 otros 72 migrantes, en su mayoría centroamericanos, fueron asesinados por presuntos pistoleros de la banda narcotraficante Los Zetas.

El flujo de indocumentados se multiplicó tras la llegada al poder de Biden, quien prometió analizar sus casos.

Más de 190.000 migrantes fueron detectados intentando cruzar la frontera por autoridades mexicanas entre enero y septiembre, el triple que en 2020. Unos 74.300 fueron deportados.

Estados Unidos, a su vez, registró que 1,7 millones de personas ingresaron ilegalmente desde México entre octubre de 2020 y septiembre pasado, un récord histórico.