Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner volvieron a mostrarse juntos en el Museo Bicentenario de Casa Rosada. Acompañados por los exmandatarios brasileño Luis Inácio Lula Da Silva y uruguayo José Mujica, allí entregaron seis reconocimientos a referentes del movimiento de derechos humanos y anunciaron la firma de un acta acuerdo que establece la indisponibilidad del predio de Campo de Mayo y destina dos sectores para conformar un espacio de memoria, tal como reclamaban sobrevivientes y organizaciones.
"La democracia y los derechos humanos son conceptos que marchan de la mano. La democracia tiene que ver con el estado de derecho y el estado de derecho tiene que ver con garantizar libertades, seguridad a cada ciudadano y a cada ciudadana", dijo el Presidente al hacer entrega de los Premios Azucena Villaflor.
El acto no duró mucho pero condensó muchas emociones entre quienes estaban sentados, escuchando las palabras del Presidente y de aquellos que recibieron el premio que lleva el nombre de una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo y, también, una de las víctimas del terrorismo de estado de la última dictadura cívico militar.
De la ceremonia participaron los exmandatarios Lula da Silva y "Pepe" Mujica; el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, entre otros funcionarios nacionales, y referentes de organismos de derechos humanos.
Las personalidades que recibieron el premio en reconocimiento a su lucha por los derechos humanos, fueron "Taty" Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; Estela Barnes de Carlotto de Abuelas de Plaza de Mayo y el documentalista Pablo Torello.
También fueron reconocidas las trayectorias del exsenador y abogado Hipólito Solari Yrigoyen, quien no pudo asistir por cuestiones de salud y agradeció el galardón a través de una carta enviada por su esposa; la de la integrante de la organización Madres contra La Violencia Institucional, Dolores Sigampa de Demonty, y de la jueza Lucila Larrandat.
El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, fue el primer galardonado en tomar la palabra. "Quiero agradecerles esta distinción nada menos que de Azucena Villaflor, su lucha, su memoria. Aquí estamos para seguir andando y no para bajar los brazos. Y creo que la presencia de cada uno y una de ustedes aquí reafirma esto", señaló el referente de los derechos humanos en Argentina. Y recordó que un día como hoy--10 de diciembre--de hace 41 años atrás, le otorgaron el Premio Nobel de la Paz. "Esto reafirma muchas cosas, que la democracia y los derechos humanos son valores indivisibles".
Taty Almeida también tuvo unos minutos para expresar su emoción y agradecimiento por el reconocimiento entregado por la vicepresidenta Cristina Kirchner. "Hoy es un día muy especial, el día internacional de los derechos humanos y además tenemos que festejar que llevamos 38 años de democracia ininterrumpida", afirmó Almeida.
Asimismo, Taty recordó que hace dos años Alberto Fernández asumió la presidencia junto con Cristina Kirchner. "Hoy también se cumplen 2 años del gobierno de los Fernández. Realmente este gobierno nacional y popular que por fin pudimos recobrar y al que tenemos que cuidar, apoyar. ¿Pero de qué manera? Estando todas y todos unidos", señaló Taty.
La titular de Abuelas de Plaza Mayo, Estela de Carlotto, fue la última premiada en tomar la palabra durante el acto. "Pareciera que 44 años de lucha nos quita la sensación de emoción violenta que uno tiene cuando recibe este hermoso presente que simboliza tanto". "Yo no conocí a Azucena porque todavía no era una madre ni una abuela de Plaza de Mayo. Todavía estaba cuidando a mis cuatro hijos para que no corrieran el peligro de lo que veíamos que estaba pasando desde la sociedad platense, en una sociedad totalmente universitaria", indicó.
"Mi hija Laura dijo nadie quiere morir Mamá pero miles de nosotros vamos a morir y nuestra muerte no va a ser en vano. No ha sido en vano, estamos acá. Por ella, por los 30 mil compañeros, por todos los jóvenes de hoy, por el presente y el futuro de nuestra patria. Tenemos 91 años, pero vamos a seguir, mientras tengamos vida", destacó Estela.
Al cierre del acto, el presidente Alberto Fernández felicitó a los premiados y destacó que la “Argentina es un país que trabaja incansablemente por los derechos humanos y prueba de ellos es que estaremos desde el año que viene al frente del Consejo de DDHH de la ONU”.
Además, el jefe de Estado celebró la presencia de los expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a quienes destacó como víctimas de “la falta de la vigencia del Estado de Derechos”. “Ambos fueron víctimas de la persecución, y Lula fue injustamente condenado. Sus presencias, y esto sé que es compartido por Cristina, nos muestran en estos días de posiciones extremas lo importante que es la unidad de los sectores populares”, subrayó el mandatario.