Familiares, amigos y vecinos de Luciano Olivera, el adolescente asesinado por policías, se manifestaron esta tarde en el centro de la ciudad balnearia de Miramar en reclamo de Justicia. Al llegar a la comisaría, un grupo comenzó a tirar piedras y bombas molotov, a lo que la policía respondió con balas de goma y gases lacrimógenos.
Los incidentes comenzaron minutos antes de las 19, cuando los manifestantes llegaron a las inmediaciones de la seccional que era resguardada por medio centenar de efectivos de Infantería, y de la cual también habían sido retirados todos los patrulleros por prevención.
En esas circunstancias, un grupo se desprendió de la concentración y comenzó a arrojarles piedras y una bomba molotov a los uniformados, quienes se agruparon con sus escudos.
Luego, el personal de infantería comenzó a dispararles balas de goma a los manifestantes, hasta que otra formación avanzó por uno de las calles laterales de la comisaría y lanzó gases lacrimógenos para terminar de dispersar a los manifestantes. Hubo también incidentes en un paseo de compras en las inmediaciones.
Entre las personas que marcharon se encontraba el secretario de Derechos Humanos del partido de General Alvarado, Fernando Biscioti, quien dijo al canal TN que la intención de la familia del adolescente era seguir hacia la plaza, pero “hubo algunos muchachos, que por el momento difícil, se desviaron”, y allí comenzaron los incidentes.
Luego, los manifestantes se desplazaron hacia la municipalidad, donde otra vez un grupo menor comenzó a arrojar piedras y rompió vidrios del frente del edificio. Nuevamente efectivos de infantería se situaron en el lugar y volvieron a reprimir con gases lacrimógenos y balas de goma, hiriendo a siete de los manifestantes en las piernas y la cara. Por el efecto de los gases, muchas de las personas fueron hacia la plaza de enfrente de la municipalidad para tomar agua y refrescarse
En ese mismo lugar céntrico de Miramar se había convocado a la marcha para las 17, pero media hora antes los vecinos comenzaron a concentrarse en la esquina de calle 21 y 26.
Con aplausos incesantes que se prolongaron por más de 10 minutos, familiares y amigos de la víctima exhibieron una gran pancarta con la leyenda “Justicia por Luciano Olivera. Basta de gatillo fácil”.
La manifestación en su mayoría estaba compuesta por adolescentes y una de ellas le contó entre lágrimas al canal TN que era “amiga” de Luciano desde “chiquitos” y que se le “partió el alma” esta mañana al enterarse del crimen.
Con el correr de los minutos y sin dejar de aplaudir, comenzaron los gritos de “asesinos” e insultos de todo tipo a la Policía.
"Era el nieto del corazón desde los cuatro años, era muy compañero, yo tengo una distribuidora y era mi ayudante, siempre estaba conmigo para todos lados. Es algo muy triste", dijo a Télam Carlos Benavídez, abuelo de la víctima.
El hombre aseguró que el policía Maximiliano González conocía a Luciano porque "vive a dos cuadras" y que ayer en su cumpleaños usó el patrullero para ir a su casa a festejar.
"Llegó a la noche en el móvil y lo subió a la vereda de la casa, después salió con el móvil de vuelta a seguir trabajando", sostuvo Carlos, y añadió: "No tengo explicación porque en la filmación se vio que le tiró a matar". Además, el abuelo descartó que se le haya escapado el disparo como según dio su versión el efectivo González.
Por último, el hombre indicó que a su nieto era una persona "excelente", que "le encantaba el fútbol" y que lo había ido a ver a jugar a Mar del Plata con su madre.
Los manifestantes continuaron la movilización desde la plaza principal hasta unas siete cuadras al llegar a la peatonal y la costa, y luego se detuvieron en las inmediaciones de la comisaría, donde se produjeron los incidentes.
Durante la mañana, los vecinos también habían protagonizado disturbios cuando arrojaron piedras contra la comisaría local. En ese momento, los policías dispararon postas de goma e hirieron a varios manifestantes, entre ellos algunos familiares de la víctima que recibieron impactos en el cuello y en la espalda.
Fuentes policiales aseguraron que Asuntos Internos abrió una investigación para determinar si existió algún tipo de abuso por parte de los policías y secuestró las armas utilizadas por los efectivos policiales. Además, ordenó un relevamiento de las cámaras de seguridad para identificar a los policías que dispararon.