Frente a una Plaza de Mayo con 250 mil personas, el presidente Alberto Fernández aseguró que "la Argentina del ajuste es historia" y sostuvo que en el próximo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) "no se negociará nada que signifique poner en riesgo el crecimiento y el desarrollo social del país".
"No vamos a bajar ninguno de los compromisos que tomamos en esta plaza, hace dos años, con Cristina. Primero los más postergados", aseguró.
El Presidente cerró el acto del Día de la Democracia junto con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y los exmandatarios Lula Da Silva y José "Pepe" Mujica, a quienes les agradeció su presencia y reivindicó como ejemplos. Además ratificó su respaldo a Cristina y Lula en los procesos judiciales que enfrentaron tras dejar sus gobiernos. "No esperen que me pare en otro lado", sostuvo.
Durante su discurso, el jefe de Estado hizo énfasis en la recuperación económica y social de la Argentina por sobre el inminente acuerdo con el FMI. En ese sentido, reivindicó el pago de la totalidad de la deuda que Argentina durante el gobierno del expresidente Néstor Kirchner en 2005. "No somos los que no queremos pagar deuda, tampoco somos los que la tomamos, somos los que tenemos que hacernos cargo de la deuda que nos dejan otros", enfatizó quien fuera el jefe de Gabinete de aquel gobierno.
"Tranquila, Cristina, no vamos a negociar nada que ponga en riesgo eso: no tengas miedo", subrayó el mandatario, poco después de que la titular del Senado solicitara que el Presidente convocara a la oposición para ratificar un acuerdo que permita el crecimiento económico.
"Si el FMI me suelta la mano, voy a estar tomado de la mano de cada uno de ustedes, de cada argentino y de cada argentina", se comprometió Alberto, quien confió en el respaldo popular ante la negociación, luego de que Cristina hubiera recordado que el Fondo "le soltó la mano" a los presidentes radicales Ricardo Alfonsín y Fernando de la Rúa.
"Por esta democracia que hoy vivimos hubo miles de argentinos que entregaron sus vidas, que fueron desaparecidos, sometidos a la tortura, al exilio y que sufrieron prisiones injustas", recordó Alberto Fernández al valorar los 38 años de democracia ininterrumpida, tras la última dictadura cívico militar.
Más adelante, el primer mandatario pidió cuidar la democracia "en reivindicación a todos" los que sufrieron la persecución, la muerte y su desaparición.
Fernández valoró que "Argentina es un símbolo de los derechos humanos en todo el mundo" y subrayó que su gobierno sigue "haciendo todo lo necesario para que el último culpable se haga cargo de la responsabilidad que le cupo en la noche más negra que Argentina vivió", en alusión a la dictadura.
"La democracia es también no olvidar a los genocidas y a los que nos endeudaron", advirtió Alberto en otro pasaje de su discurso dedicado a los libertarios, a quienes responsabilizó por sus expresiones xenófobas.
Alberto repasó también las políticas dirigidas a los jubilados, a las mujeres y a los sectores más empobrecidos a pesar de la pandemia y prometió que el año próximo hará todo lo que esté a su alcance para que "la distribución del ingreso mejore, el salario crezca y las ganancias no queden en el bolsillo de unos pocos".
"Vamos a construir otra Argentina, una Argentina libre, justa y soberana como siempre hicimos los peronistas", aseguró.