Luis Inácio Lula Da Silva y José "Pepe" Mujica se reunieron esta mañana con dirigentes de la CGT y hablaron en la central obrera. Lula reafirmó su apoyo al gobierno argentino. "Tiene que haber un acuerdo y el FMI sabe que el pueblo argentino paga y que hay que dejarle la oportunidad de trabajar, con un acuerdo de largo plazo", manifestó. También valoró los tiempos de Néstor y Cristina Kirchner en el poder, fustigó a Jair Bolsonaro y Mauricio Macri, y llamó a detener el avance de la extrema derecha en Chile, al referirse --sin nombrarlo-- a José Antonio Kast como "un candidato terriblemente fascista, nazi, que defiende a Pinochet".
El encuentro tuvo lugar después de su participación el viernes en el acto por los 38 años de democracia en la Argentina, en el que Lula habló en Plaza de Mayo junto a Alberto Fernández, Cristina Kirchner y el el expresidente uruguayo. Minutos antes, recibió el premio Azucena Villaflor por su compromiso con los derechos humanos y agradeció el apoyo recibido durante su cautiverio. El líder del PT y Mujica hablaron desde el salón Felipe Vallese de la central obrera, en Azopardo 802.
Fue Mujica quien comenzó a hablar y recordó cómo en Uruguay se logró crear los sindicatos de las trabajadores domésticas y de los policías. "Quiero llamar la atención a todas las clases sociales de nuestro continente: estamos en un cambio de época, no en una época de cambio. Debemos evitar quedar como un pueblo intrascendente". Remarcó que "estamos en la era del conocimiento" y que eso lo expuso la pandemia. "Nos tenemos que dar cuenta de que estamos en una época distinta del mundo, las universidades se deberían multiplicar", sostuvo.
"A veces parecemos monos con ametralladoras, hay tecnología de punta y nosotros somos cuasi-analfabetos", añadió, y expresó que "la plataforma del futuro precisa propuestas diferentes".
Lula ante la CGT
“Me conmovió la relación de Evita con el pueblo argentino, por eso me emociona estar en este salón histórico”, manifestó. Recordó y valoró la lucha del movimiento obrero contra la dictadura en la Argentina.
"Nuestros países son inconstantes y han estado mucho tiempo apartados", siguió. Valoró el acto del viernes en Plaza de Mayo junto a Alberto y Cristina Fernández. “No tengo palabras para agradecer tanto cariño”, expresó.
"Empleadas domésticas estudiaban, hijos de trabajadores iban a la universidad", destacó como logros del PT, "pero se desarmó todo a partir de las mentiras de la prensa brasileña y los adversarios políticos".
"Ese comportamiento generó la pérdida de 4,4 millones de puestos de trabajo y 272 mil millones de reales no se inyectaron en la economía", siguió. "Había 4 por ciento de desocupación en 2014, cuando Dilma (Rousseff) fue reelecta, y ahora es del 15, con 33 millones de personas en el sector informal", comparó con este presente. "El hambre afecta a 19 millones, nosotros habíamos acabado con eso", subrayó.
Valoró el "no al ALCA" de 2005 y se detuvo en la figura de Néstor Kirchner: "Conocí a Kirchner en la campaña de 2003, yo hacía tres meses que era presidente, y Duhalde me pidió conocerlo y dijo que iba a derrotar a Menem. Junto pudimos construir el más importante período de las relaciones entre Argentina y Brasil. Hicimos la Unasur y la CELAC. Sumamos a Cuba, que no estaba en ninguna otra organización multilateral".
En otro pasaje, dijo que "muchas veces no se valora la democracia, fuimos prohibidos mucho tiempo en nuestros países" y agregó que hubo una "gran época" en los primeros años de este siglo. "No éramos solamente Kirchner y yo, fue un momento muy rico, con Chávez, Lugo, Correa, Vázquez", enumeró.
Comparó el presente con los años pasados. "En 2003 la balanza comercial entre Brasil y la Argentina era de 9 mil millones y llegó a 39 mil millones. Un salto extraordinario, ahora está en 23 mil mientras Macri se endeudaba con el FMI", contrastó.
El Mercosur y la deuda
"El Mercosur fue importante, cuando solamente se quería negociar con Estados Unidos. Se precisa de gobiernos fuertes", dijo al referirse al bloque regional y criticó a quienes "solamente piensan en el sistema financiero".
Lula destacó el Estado de bienestar nacido después de la Segunda Guerra y que tuvo un gran exponente en la Argentina del primer peronismo. Hizo hincapié en cómo la economía mundial deja de lado al trabajador. “El Consenso de Washington en los '90 se propuso destruir al Estado y ponderó a la iniciativa privada como lo único bueno mientras se depreciaban salarios y surgía la globalización", indicó.
“¿Qué tipo de empleo vamos a ofrecer con hijos que estudiaron mucho más que nosotros?”, se preguntó y alertó sobre las mentiras que llevaron al poder a Donald Trump y Jair Bolsonaro. “Los chicos que están con el celular se van a convertir en algoritmos, dejarán de tener sentimientos y votar lo que ellos quieran, parece imposible pero no”, analizó. Por eso propuso un relato alternativo. “¿Cuál es la posibilidad que se puede ofrecer desde el Estado?”, se preguntó y recordó que cuando hay una gran crisis, es el sector público el que motoriza la economía, “como hizo Estados Unidos en el '29 o en la crisis de Lehman Brothers en 2008”.
También dijo que hay que discutir qué tiempo de sindicalismo se quiere y se precisa en este siglo. “El Estado debe cuidar a los más desvalidos, por eso hay que cuidar a la democracia, tenemos la obligación de meternos y defender los intereses populares”, caso contrario, “el zorro se va a quedar a cargo del gallinero”.
Diferencias de ayer a hoy
"Conviví mucho con Kirchner y Cristina; cuando miro atrás veo esos gobiernos, lo que eran y cómo los criticaban los medios. Contaron mentiras contra ellos y así el pueblo votó a otro candidato", recordó. Al respecto, se preguntó: "¿Cuál fue el beneficio para los trabajadores en el gobierno de Macri, lo hubo?" y señaló que "no hubo presidente que pusiera más dinero que Néstor y Cristina en el pueblo, y yo en Brasil". Al contrario, "nadie puede nombrar una obra de Bolsonaro o de Macri. En realidad, Macri dejó una obra: la deuda gigante para que Alberto la pague".
En tal sentido, subrayó que "cuando se gobierna se deciden prioridades y para quién se gobierna" y habló de su experiencia. "Fui dirigente sindical desde el '69. El estado nunca le pega a un patrón si no paga, pero les pega a los trabajadores si están en huelga. Hace eso porque está capturado por el capital y tenemos la chance de cambiar eso en la época de elecciones. Por eso nació el PT mientras se prohibía hacer huelgas en Brasil".
En cuento a la representación popular, dijo para graficar que "tenemos el Movimiento Sin Tierra en Brasil, tiene tres diputados, los ruralistas tienen 300; algo está equivocado, quiere decir que el Estado está corrupto".
Lula llamó a acompañar al gobierno argentino. "Es necesario apoyar al compañero Alberto Fernández. Tiene que haber un acuerdo y el FMI sabe que el pueblo argentino paga y que hay que dejarle la oportunidad de trabajar, con un acuerdo de largo plazo".
Contra la extrema derecha
En el cierre, dijo que "no necesitaría ser candidato a presidente, ya lo fui y tuve 87 por ciento de imagen positiva cuando me fui", pero remarcó: "Ocurre que crece la extrema derecha. Ya vimos a Trump, a Bolsonaro, al discurso fascista. Ahora hay una ola de gobiernos progresistas con Arce, Castillo, Fernández. Yo trabajo para vencer al neoliberalismo, Brasil no merece el gobierno que tiene".
Sin embargo, matizó. "Pero antes está Chile, con un candidato terriblemente fascista, nazi, que defiende a Pinochet. No es posible que Chile tenga un retroceso mayor al que tuvo. Tenemos que hablar con los amigos chilenos y decirles que no es momento de que su país retroceda. Hay que decirles que reconquisten Chile para el pueblo y que voten a Gabriel Boric. Si yo gano en Brasil, con Alberto y con un presidente progresista en Chile vamos a poder avanzar".
Finlamente, afirmó que "en marzo definiré si vuelvo a la presidencia, en ese caso aumentará nuestra relación con la Argentina y trabajaremos el tema de la deuda. Queremos más educación y más oportunidades".
Elogios a los visitantes
La CGT definió como "un privilegio" la presencia de ambos mandatarios en la CGT. Definió a Lula como "el primer presidente obrero de nuestra América Latina". Y, "conjuntamente con Pepe Mujica, el primer presidente campesino". Pablo Moyano y el secretario general, Carlos Acuña, le dieron la bienvenida, y recordaron la lucha del movimiento obrero durante la dictadura. También dijo unas palabras previas a Lula el titular de la Central Única de los Trabajadores de Brasil, Sérgio Nobre, que dijo que "hay una gran batalla" y que "no debemos subestimar a la extrema derecha".
Por su parte, Héctor Daer calificó como "ejemplo del Río de la Plata" a Mujica y recordó que en su primer discurso como presidente "dio vuelta la realidad" y que hace poco "llamó a cuidar los sindicatos. Sobre Lula, apuntó que "nos vimos cuando estaba la decisión de detenerte, por eso tenerte acá en libertad nos conmueve a todos". Añadió que "vos tenés que ser el próximo presidente de Brasil y nosotros vamos a tener que defender a un presidente peronista en 2023".
En el día de ayer miembros de la Mesa Nacional de la CTA de lxs trabajadorxs y de la CTA Autónoma, encabezados por sus secretarios generales, participaron de una cena con Lula junto a otros dirigentes sindicales de ambos países. En el encuentro, el exmandatario valoró la tarea desempeñada por esa central en la articulación del Comité de Solidaridad con Lula en Argentina desde el inicio de su nefasta persecución política, mediática y judicial. También destacó la histórica relación de la CTA tanto con el PT como con la CUT.
Por su parte, la CTA entregó a líder brasilero el Proyecto de Declaración, presentado en la Cámara de Diputados por el propio Yasky y acompañado por gran cantidad de legisladores, en el que se reconoce su “extensa e intensa lucha en defensa de la democracia, los derechos de los trabajadores y las trabajadoras de su país y de la unidad latinoamericana reflejada a lo largo de su trayectoria militante”. Por otra parte, Yasky junto al secretario de Relaciones Internacionales de su central, Roberto Baradel, entregaron un presente al expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica.
Por la Mesa Nacional de CTA-T, junto a Yasky y Baradel, estuvieron presentes Yamile Socolovsky (CONADU), Claudio Marín (FOETRA), Alejandra Darín (Actores), entre otros dirigentes gremiales.