Un modelo epidemiológico difundido este sábado advirtió que se pueden producir entre 25.000 muertes, en el escenario más optimista, y 75.000, en el más pesimista, por la variante Ómicron en los próximos cinco meses en el Reino Unido si no se adoptan restricciones más duras.
El estudio -que todavía no ha sido revisado por expertos independientes- fue elaborado por la prestigiosa Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y sugiere que la nueva ola de coronavirus puede traer más casos y hospitalizaciones que en enero de este año.
En sus proyecciones, los científicos se fijaron en dos posibles escenarios: uno, el "optimista", en el que la variante tiene baja capacidad de escapar al sistema inmune y las dosis de refuerzos son muy efectivas, y el pesimista, donde Ómicron puede esquivar la inmunidad y la vacuna no es efectiva.
Estas posibilidades, recuerda el estudio, se refieren únicamente a si no se toman medidas adicionales a las actuales en el Reino Unido, donde el uso de mascarilla es obligatorio en la mayoría de recintos cerrados y se recomienda el teletrabajo.
En el primer caso, se prevé un pico de 2.000 ingresos hospitalarios diarios, hasta un total de 175.000 hospitalizaciones y 24.700 muertes entre el pasado 1 de diciembre y el 30 de abril de 2022.
Si se adoptasen medidas a comienzos de año como restringir la hostelería bajo techo, cerrar algunos lugares de ocio y limitar el número de gente que puede reunirse, ello debería bastar para controlar "sustancialmente" la ola y reducir los ingresos a 53.000 y las muertes a 7.600.
En la peor trayectoria, los científicos auguran un pico de hospitalizaciones del doble al visto el pasado enero, hasta un total de 492.000 ingresos y 74.800 fallecimientos. Con mayores restricciones, el pico de hospitalizaciones podría quedar por debajo del de enero pasado.
Una de los codirectores del estudio, Rosanna Barnard, recordó en un comunicado que "existe mucha incertidumbre sobre las características de Ómicron" y ni siquiera se sabe si seguirá el mismo curso que en Sudáfrica, donde se identificó por primera vez.
"En nuestro escenario más optimista, el impacto en la primera parte de 2022 se reduciría con medidas de control moderadas, como el teletrabajo. Sin embargo, nuestro escenario más pesimista sugiere que podríamos tener que mantener restricciones más severas para garantizar que el NHS (sistema de salud) no se ve desbordado", aseguró.
La experta reconoció que "nadie quiere un nuevo confinamiento", pero medidas de último recurso podrían necesitarse si ómicron puede evadir fácilmente los sistemas inmunes.
Pese a todo, destacó que los dirigentes deben "considerar el impacto social completo de esas medidas, no solo el epidemiológico".