Como consecuencia del trabajo de investigación de la justicia federal, la Prefectura Naval concretó ayer casi una treintena de allanamientos, con el objetivo de desbaratar una banda de narcotraficantes. A través de la Delegación de Inteligencia Criminal e Investigaciones de la zona Bajo Paraná, la fuerza nacional realizó 28 allanamientos a domicilios de las localidades de Rosario, Villa Gobernador Gálvez y en islas del Paraná. El mega operativo incluyó el movimiento de 330 prefectos, así como setenta móviles terrestres y fluviales, que arribaron desde diferentes puntos del país, para el cumplimiento de las mandas judiciales.
Los allanamientos se hicieron ayer a la mañana y, según se pudo obtener, los registros fueron altamente positivos en materia del secuestro de estupefacientes, vehículos, armas, dinero en efectivo y demás elementos de interés para la causa. Las medidas fueron ordenadas por el Juzgado Federal N° 3 a cargo de Carlos Vera Barros a pedido de la Fiscalía Federal N° 2 de Claudio Kishimoto y su auxiliar, fiscal Franco Benetti. La causa tiene su origen luego de una de las tantas balaceras ocurridas en las últimas semanas en Rosario.
Después de tareas de campo, los investigadores pudieron establecer que la organización criminal detrás de la balacera se dedicaba a la comercialización de estupefacientes, siendo una de las Islas rosarinas el lugar donde se mantenía oculta y "se enfriaba" la sustancia.
Según fuentes oficiales, el circuito que realizaban consistía en trasladar cocaína y marihuana desde la ciudad hacia la isla, donde luego de unos días de enfriamiento, era distribuída a diferentes puntos de venta. Uno de los miembros de la organización se encargaba de recaudar las ganancias producidas por la mercadería en las calles.
En el operativo resultaron detenidos siete hombres y una mujer, los que integraban una organización criminal para la comercialización de estupefacientes que, según trascendidos, poseían vínculos estrechos con el clan Cantero.
De igual modo, agentes del Comando Radioeléctrico se hicieron presentes en la zona sudoeste de la ciudad por una denuncia de reiteradas detonaciones. Mientras patrullaban barrio Triángulo, los policías identificaron a un joven que circulaba armado por la calle.
Tras una breve persecución, lograron aprehender e identificar a Alfredo Armando M., de 27 años. En su vivienda de Maradona al 5400 secuestraron un chaleco antibalas, una ametralladora tipo fusil calibre 22, dos pistolas 9 mm y una escopeta calibre 12.70.
Además, en la propiedad encontraron una gran cantidad de municiones de distintos calibres. Todo esto fue secuestrado y puesto a disposición del Ministerio Público de la Acusación que en las próximas horas avanzará en la imputación del joven.
Con respecto a las armas, se enviarán a peritar para saber si fueron utilizadas en algunos de los últimos ataques que se registraron en la ciudad.